Mal día de cumpleaños, porque a mi me encantan las flores, y nunca me han regalado eso. Me parece que lo único que me regalarán, es una corona de flores, y eso, cuando la diñe.
Yo, que recuerde, nunca he ido ese día al cementerio. Y siempre he sido reacia a ir estos días.
De mis muertos, aparte que es el día 2 su día, me acuerdo en otras ocasiones. Básicamente, en el día de su cumpleaños, en el día de su santo. O cualquier día.
Por ejemplo, de mi madre, casi todos los días me acuerdo. En este día, me acuerdo de las pirulas que teníamos. Yo pienso que el cementerio no es más que un sitio de huesos. Las almas están en otro sitio.
Hombre, tener el panteón o nicho limpito y bonito, con sus flores, es cuestión de estética y de buen gusto.
Pero a mis muertos, les tengo gratamente en mi memoria, y sé qué estaré con ellos cuando el Jefe me llame (a poder ser lo más tarde posible).
Pero claro, mi madre no opinaba eso, así que teníamos nuestras divergencias, jajaja. Y como era la madre y donde hay patrón no manda marinero....Pues íbamos días antes o después al cementerio. Paciencia.
Los cementerios no me dan ninguna aprensión o miedo. Más bien lo contrario. Son sitios tranquilos con gente que estará donde Dios haya previsto que estén.
Así, que, amigos míos, feliz día de Todos los Santos. A la santidad estamos llamados todos, es decir, a la perfección.
Yo soy manifiestamente imperfecta, pero estoy en el camino, como todos. Así, que sigamos caminando hasta el día en que nos encontremos todos en el Más Allá. De momento, sigamos en el Más Acá dando guerra.
He dicho