Llega una buena masa de aire a una montaña, y la va subiendo. Según sube por cada 100 metros la temperatura baja medio gradito. Cuando llega arriba, la masa está supersaturada, y descarga lluvia en esa parte de la montaña.
Ya aligeradita, la masa de aire, baja, y como tiene prisita, esta vez por cada 100 metros, su temperatura sube 1 grado.
Resultado: al otro lado, llega un viento asqueroso y calentorro. Y por supuesto, muy seco.
Efectos notorios son una sequedad nasal que hace que estornudes. También se te seca la boca.
Este efecto es poquita cosa.
Pero la mala leche, el dolor de cabeza y /o jaqueca ya son otro cantar.
Nos contaba el profesor de Geografía en la Uni, que en algunos países los crímenes producidos durante este viento tenían agravantes. Ya podía ser aquí lo mismo e igual me cargaba yo a alguien, y con la escusa del viento, pues ala, un incordio menos.
Lo de la luna, ya no cuela. No afecta más que a las mareas.
En Euskadi se le llama viento sur y tiene iguales consecuencias, aunque no dura 3 días como en Valencia.
Un día de esos de viento sur, me dio una jaquecota, me tomé un cafelgot, y acabé en la clínica con una duodenitis sangrante.
En Valencia es horroroso. Porque todos los veranos cae una crisis de estas de poniente. Y duran 3 días; ni uno más ni uno menos. Obviamente, va disminuyendo el calorón.
Ahora estoy pasando mi primer poniente de mami. Y entre el nano, que es nano, mi cuñado, que es mayor, pero que también tela marinera, y el viento, ando como quiero.
Así que ya puestos si quiero desearle a alguien algo muy malo, le deseo una semana de poniente
Buenas tardes