El mundo en mis manos

Nuestra filosofía de vida, a través de este hermoso texto

La vida es un instante que pasa y no vuelve. Comienza con un fresco amanecer; y como un atardecer sereno se nos va. De nosotros depende que el sol de nuestra vida, cuando se despida del cielo llamado “historia”, coloree con hermosos colores su despedida. Colores que sean los recuerdos bonitos que guarden de nosotros las personas que vivieron a nuestro lado.

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martes, 7 de octubre de 2008

Quiero una imagen de la Virgen anciana (dedicado a todos los que me habéis aguantado)

Ya sé que os he aburrido bastante con 4 life. Y por eso, ya no voy a hablar más, ya que habéis tenido suficiente información. 

Antonio Machín decía que quería algún pintor que pintara angelitos negros. 

Pues yo quiero alguien que haga vírgenes ancianas. Imaginemos que María fue madre a los 14-15 años que ya es mucho decir. 

Cristo murió con 33 años. Ergo, María tenía 44-45 años como poco. 

Y para esa época era anciana. La vida que llevaban las

mujeres en esa época era dura. 

Iban a la fuente a por agua, a lavar al lavadero, se ocupaban de los hijos y de las tareas domésticas. 

Hacían pan en el horno, y en el caso de María, se libró de ir al campo porque José era carpintero. 

  María tendría las arrugas del tiempo, como todas las tenemos a pesar de tener microondas, horno y lavadora.

He oído que la Virgen no pudo tener arrugas porque las arrugas significan pecado.

 Teoría machista de narices. Los Cristos crucificados que he visto, tienen todos 33 años como poco. Y vienen con sus arrugas incorporadas. 

Con la teoría de arruga=pecado, Cristo era pecador. 

  La imagen de la Virgen de 18 añitos rodeada de estrellitas, angelitos, azul y rosa....es estereotipada y no se corresponde con la realidad sino con una realidad que nos impusieron los hombres. 

  Siempre se relaciona la virginidad de María con la Virginidad de las mujeres. Hay que ser vírgenes como María. Eso sí, el cuento va para nosotras. 

Los caballeros, ya se sabe, es pecata minuta, y los hombres necesitan más el sexo que las mujeres. Cuentos chinos y envidia cochina digo yo. 

Porque el deseo sexual tiene más que ver con la educación que con el sexo. Y en las mujeres, se suele combinar muy bien con el ciclo menstrual. Según en que fase, no teneos ganas de mambo. 

  Los niños y las mujeres siempre se nos representa igual: tonos pastelones y rosados, de virginidad y de inocencia. 

  Pues María no era así. María tuvo que contarle a José que estaba embarazada. Y qué difícil contarle que era por obra del Espíritu Santo. Papelón el de José, que se lo creyó y que tuvo que aguantar las habladurías de todo el pueblo. 

Lo mismo para María, que me imagino que quedó de zorrón para arriba. Cuando nació Cristo, seguirían las habladurías típicas en un pueblo pequeño. Y ala, a ir a la fuente, al lavadero y aguantar las miraditas. 

  Luego, cuando Cristo empezó su vida pública, es de imaginar lo que la gente le diría a María. Y ahí estaba al pie del cañón. 
  Y para acabar, vio a su Hijo morir en la Cruz. Luego resucitó pero el dolor lo tuvo que pasar. A cualquier mujer sin tantas visicitudes el tiempo nos pasa factura. 

Pero si le añadimos tantas penas, pues yo veo a una mujer con profundas arrugas. Pero María era valiente, y seguro que rio mucho. La cara es la expresión del tiempo vivido. Yo soy admiradora de María currante, valiente, luchadora. No de una María ligth rodeada de estrellitas