Ya está pasando noviembre y estamos a las puertas de
Navidad, por mucho que en los supermercados la navidad haya llegado en Agosto.
El caso es que está siendo un noviembre particularmente pesadito para mi oído izquierdo.
El día 2 empecé con una otitis, que ha ido a trancas y barrancas hasta que ayer fui al médico y me dio antibiótico.
Las recomendaciones para evitar la otitis, básicamente consisten en tapar el oído cuando te bañes y duches y cuando haya frío. Y no usar bastoncillos sino Audispray. Vamos, pasarse el invierno con el oído tapado, no sea que se resfríe. Estupendo.
Otro retal es que hemos puesto a mi perra a régimen. Como es un estómago con patas, su santo dueño se empeñaba en que era el cubo de basura. Todo lo que sobraba, para chuchamari. Y como es un cocker, pues ala, a zampar hasta reventar. Resultado: está gorda.
Le estamos dando una sóla vez al día de comer y sólo su comida.
Con Rafa, he tenido uno de los momentos memorables mientras me hablaba de los Reyes Magos Él andaba dándole vueltas sobre cómo sabían los Reyes dónde vivía la gente. Y me dijo: "Llevarán el mapa ese que lleváis cuando vamos a casa de Maku y Maxi (el GPS)"
Siguiendo con el tema, y como yo le había dicho que el salmón se lo comen los osos para estar grandes, pues me dijo:
"Los Reyes les traerán regalos a los que coman salmón".
Se ha dado cuenta de que a mi suegra no le traen nada los Reyes Magos. Y como en casa se ha hablado de que mi suegra come fatal, él dijo:
A la yaya no le traen nada los Reyes porque come mal.
Empecé el curso de Ciencias Religiosas, que nos da el canónigo de la catedral encargado de liturgia y patrimonio. O sea, el tipo que más sabe de la catedral de Valencia.
Las clases son la mar de entretenidas, aunque temario, apenas damos. Nos reímos con sus historias. Es una persona divertidísima, y el típico sabio pelín chalado. Sabe muchísimo de todo.
La última que contó fue sobre un grupo de jovencitos que fue a ver la catedral con su profe de religión.
Dice:
" A mi me gustan los chicos asilvestrados, con ellos trabajo bien.
Antes de entrar a la catedral les dijo: En la catedral, hay que estar en silencio.
Los chicos empezaron a protestar y a rumorear.
Entonces, Jaime les dijo:
"Esto es como un tren y yo soy el maquinista. El que quiera montar, que monte".
"Yo soy la persona que más sabe de la catedral. El que quiera saber cosas, que monte en mi tren"
"Pero a mi también me gusta que haya burros. En el mundo siempre tiene que haber gente que sabe y gente analfabeta"
Ante semejante argumento, los chicos entraron calladitos y en fila.
Está siendo un noviembre primaveral. Es ahora, cuando acaba cuando hace frío por la mañana y por la noche. Esto da para paseos preciosos por los huertos. Yo sí que aprecio la belleza del sitio donde vivo: montañas, naranjos, pueblitos con iglesia de cúpulas azules........Esto es el paraíso en un rinconcito de España