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La vida es un instante que pasa y no vuelve. Comienza con un fresco amanecer; y como un atardecer sereno se nos va. De nosotros depende que el sol de nuestra vida, cuando se despida del cielo llamado “historia”, coloree con hermosos colores su despedida. Colores que sean los recuerdos bonitos que guarden de nosotros las personas que vivieron a nuestro lado.

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martes, 6 de abril de 2010

Torrijas: sabor de la infancia


Ayer hice torrijas, este postre tan típico español de Semana Santa.

Las hice de la manera de siempre. Saben a canela y a azúcar por una parte, y saben a recuerdos de la niñez.

Mi madre hacía dos fuentes inmensas de torrijas, unas con canela y otras sin ella. Eramos muchos hermanos, y también se apuntaban los amigos.

Por eso me ha gustado hacerlas como siempre: rebanada de pan empapada en leche, rebozada en huevo.
Se escurre en papel absorbente el aceite y se les echa azúcar y canela. ¡Qué recuerdos!

Ahora yo he visto en la tele que la gente las hace con pan de molde, que les echa nata en lugar de leche, etc etc. Posiblemente estén más ricas, pero les faltará el sabor de la niñez.

Ese sabor que nos retrotrae a tiempos de alegría, de libertad inconsciente, de esas pequeñas cosas que llenan nuestros recuerdos de calmada nostalgia.

Recuerdo también la fuente de arroz con leche que hacía mi madre. Mi madre no cocinaba más que los domingos y en Semana Santa haciendo estos postres.
Desgraciadamente, a mí el arroz con leche no me sale nada bien.

Y también me acuerdo de que mi madre, que era de Madrid, nos contaba lo de las rosquillas tontas y listas, que estaban ensartadas en ramas. En Arkotxa, en el Via Crucis que hace este barrio de Galdakao, también las vi. Seguramente porque es un barrio obrero donde hay mucha gente de fuera.

¡Qué bonitas son las tradiciones! Estas tradiciones que dan calor a nuestra vida y que trasmitiremos a nuestros hijos y éstos a los suyos. Es un vínculo que nos une con el pasado y con el futuro y que hace que nosotros, después de nuestro paso por la vida, sigamos dejando algo de nosotros que pervivirá para siempre.

Esta entrada está dedicada a todas las mamis y abuelas que siguen siendo motor de transimisión de cultura

3 comentarios:

De compras con Pebbles y Wilma dijo...

Yo soy fan de los postres tradicionales y como no también esta Semana Santa hice torrijas (igual que tú, la misma receta y con pan pan, y leche leche) y arroz con leche, este lo hago muy amenudo, un truquillo, a parte de hacerlo lento lento, utilizo leche entera de la del día (de la central lechera del cartón marrón) con esta leche salen genial también la uso para las croquetas y es que como la leche buena náaaa. Besines bombón.

Anónimo dijo...

A mi me gustan las torrijas como las preparas tu, y asi es como las prepare este año.
Para hacer el arroz con leche, si haces esta receta seguro que te saldra muy bien, es una receta Asturiana.
No remojes el arroz en agua,
por 1 litro de leche entera como 200gr. de arroz 1 litro y 1/2 de leche entera,un poco de mantequilla y un palo de canela y dejar que cueza muy lentamente, cuando le falte poco le añades un brik de nata y sigues meneando y cuando casi este tierno le añades 7 cucharadas soperas de azucar y lo dejas que cueza otro poco, y continuas meneando.
Seguro que si lo haces asi te quedara como el que se toma en Asturias
Amelia

Alejandra dijo...

Nada que ver con el que yo hago, y también me sale muy rico:
-1 vaso de arroz lo cueces con
-2 vasos de agua
-y una cáscara de limón y un palito de canela.
Olla a presión 5 minutos desde que pita y 1 minuto apagado.
Dejas salir el vapor y la abres. Echas 1 litro de leche entera, y que cueza,a fuego muy lento, cuidando de darle vueltas muy a menudo para que no se pegue. Cuando empieza a estar meloso( el caldito va espesando), añades 6 cucharadas colmadas de azúcar, y le das vueltas ya sin parar, porque ahora sí que se pega.A mí me gusta meloso, que no quede seco. Cuando casi está,( o sea, que ves que le sobra aún un poco de caldito) apartar, quitar el limón y la canela y abocarlo en una fuente,mejor plana, espolvoreando con canela molida. El caldo sobrante lo absorbe el propio arroz.
La receta anterior me parece magnífica, pero no me gusta abusar de la nata. Un besote.