Yo hasta hace bien poco, buscaba cactus de apariencia externa bella.
Pero en una de las quedadas, conocí a otra gran aficionada a los cactus, Malena.
Vino a casa y me trajo de regalo unos cuantos esquejes y este cactus: Echinopsis sumdenudata (odio los nombres en latín)
Venía con este plumero, que me afirmó, crecería y crecería y al final, una noche, saldría una flor.
Y aquí tenéis el proceso.
Todas las noches, mi marido y yo nos sentábamos a la fresca y mirábamos como crecía.
Es asombroso, porque casi casi se veía crecer
Y se formó el capullo
Y el capullo, que tenía estrías rojas, se fue poniendo totalmente blanco
Ayer por la mañana, tenía esta pinta. Estaba a puntísimo de florecer
El capullo más de cerca
Cuando anoche, sobre la 1 de la madrugada, llegamos, ya estaba a punto punto puntísimo.
Como ha sido una noche muy bochornosa, me he despertado muchas veces, y en una de ellas, me he acordado de la flor.
Y ya estaba
Una preciosidad de flor, la verdad
He aquí la razón por la que a muchas personas les gustan los cactus: tienen unas flores espectaculares
Esta mañana, recién duchada, fotico con la planta.
Como véis, la flor sobrepasa, con mucho, el tamaño de la planta.
Malena me ha prometido más cactus y me ha mandado fotos con cactus de flores que quitan el hipo.
Ya iré poniendo
El mundo en mis manos
Nuestra filosofía de vida, a través de este hermoso texto
La vida es un instante que pasa y no vuelve. Comienza con un fresco amanecer; y como un atardecer sereno se nos va. De nosotros depende que el sol de nuestra vida, cuando se despida del cielo llamado “historia”, coloree con hermosos colores su despedida. Colores que sean los recuerdos bonitos que guarden de nosotros las personas que vivieron a nuestro lado.
sábado, 10 de julio de 2010
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