El mundo en mis manos

Nuestra filosofía de vida, a través de este hermoso texto

La vida es un instante que pasa y no vuelve. Comienza con un fresco amanecer; y como un atardecer sereno se nos va. De nosotros depende que el sol de nuestra vida, cuando se despida del cielo llamado “historia”, coloree con hermosos colores su despedida. Colores que sean los recuerdos bonitos que guarden de nosotros las personas que vivieron a nuestro lado.

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Cumple de nuestro amor colombianito

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Nuestro aniversario de boda: El más feliz lo hemos celebrado con Rafa en Bogotá

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lunes, 22 de agosto de 2011

Visita de mi hermano a casa: primera parte

Esta semana he estado desaparecida en combate: mi hermano ha venido a hacernos una visita y hemos estado de la Ceca a la Meca todo el tiempo.





El domingo pasado, día del toro en Faura, fuimos por la mañana a ver las calles pintadas del Puerto de Sagunto



























No todas estaban acabadas, pero tuvimos suficiente. Esta pintura es de las que más nos gustó.


















Luego, nos fuimos a tomar un helado a la playa, y dimos una vuelta.




























El lunes, tocaba ir a la Ciudad de las Ciencias, un museo ideal para los niños, porque sí se puede tocar. Rafa se lo pasó en grande





















¿Habéis visto que tortuga más guapa?

























El volver a ser niño hace que todos disfrutemos el doble
























En la exposición de Marbel, aquí tenemos a Spiderman colgado del techo






















Nos despedimos sacando fotos del exterior, tan espectacular como bonito.




























El martes tocaba irse de paella. A Sueca a Casa Sebastià, donde hacen unas paella de órdago.


















Para bajar la paella, una vuelta por Sueca, y así mi hermano vio de cerca los arrozales























Aquí véis una espiga de arroz, aún verde





































En Sueca también está el Museo del Chocolate, que lo lleva la fábrica artesanal de Chocolates Comes. Nos provisionamos en la tienda


















Vemos la mesa de trabajo, donde hacen los famosos "bollets", un tipo de chocolate que lleva azúcar tal cual y que tiene forma de cigarro puro.






















De vuelta a casa, una paradita en uno de los miradores de la Albufera.



Hasta aquí, la primera parte de las fotos. Mañana, más y mejor