El mundo en mis manos

Nuestra filosofía de vida, a través de este hermoso texto

La vida es un instante que pasa y no vuelve. Comienza con un fresco amanecer; y como un atardecer sereno se nos va. De nosotros depende que el sol de nuestra vida, cuando se despida del cielo llamado “historia”, coloree con hermosos colores su despedida. Colores que sean los recuerdos bonitos que guarden de nosotros las personas que vivieron a nuestro lado.

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jueves, 22 de noviembre de 2012

El buey y la mula

Ayer, anunciando a bombo y platillo, en las noticias, salió que el Papa, en su nuevo libro, decía que en el Portal no había buey ni mula.



Hombre, para saber eso no hay que comprarse el libro. Con leerse el Nuevo Testamento se ve perfectamente.
También si se lee, se ve que se habla de Magos de Oriente. No dice el número ni que vinieran en camellos (que, por otra parte no son camellos sino dromedarios).

Y podemos seguir hablando de cosas que no se dicen en los Evangelios:

San Pablo no se cayó del caballo: se dice que cayó. Lo más normal es que usara el coche de San Fernando el uno a pie y el otro andando.

Los Reyes Magos: no eran reyes ni eran tres. Pero como dieron oro, incienso y

mirra, pues la gente, pensó que tendrían que ser tres. Más tarde, se pusieron de diferentes edades (el viejo, Melchor, el adulto, Gaspar y el joven Baltasar), y pusieron negro a Baltasar para indicar la universalidad de la Iglesia. Los nombres, por supuesto, son imaginarios.
Lo de que vinieran en camello, es lógico. Al Oriente, es decir, al Este, está el desierto. Y por el desierto van camellos.

El Portal: Se dice que Jesús nació en un establo. Y en los establos hay animales. La gente, puso el buey y la mula, y lo raro es que no les pusieran nombres

Todo esto forma parte de la tradición popular, tan rica, y que debemos conservar. Yo pongo mi Belén nevado, y le pongo una montaña a Herodes. No creo que nieve mucho en Belén, ni que Herodes tuviera un castillo medieval en lo alto de la montaña.
Tampoco sé si había un río con puente romano y un lago con cisnes. Con sus lavanderas lavando en el agua, y dejándose los sabañones.
La tradición belenística española es pródiga en figuras y en ambientes muy arraigados al folclore. Que son preciosas y enriquecen nuestro patrimonio cultural.

Más hacia detrás, se saben los nombres de los padres de la Virgen. Pero no aparecen en los Evangelios. Los apócrifos, tan aficionados a ponerles nombres, se los dieron.

Dimas y Gestas, los nombres de los malhechores crucificados con Jesucristo: Pues tampoco aparecen sus nombres.

La manzana de Eva. Pues no aparece manzana, sino simplemente. fruto. Y visto lo visto, sería más probable que fuera un higo, pues este árbol se menta bastante en la Biblia.

Y podríamos seguir y seguir hablando.

Hablemos de nombres:
El nombre, entre los orientales era y es muy importante. No se ponen los nombres por ser más o menos bonito. Tienen su significado y agraviar el nombre es intolerable para los orientales.

En la época de Jesús y ahora también, lo normal era poner a los hijos el nombre de los padres. Por eso en la  Biblia hay tantos nombres repetidos. Como no existía el apellido, se les llamaba por su apodo o diciendo Hijo de tal y cual.
Esto viene a cuento porque hace un tiempo se dijo que se había descubierto la tumba de Jesús y que estaba con María.

Jesús (Joshua) es un nombre muy común, y María, lo es aún  más. Es como si en una tumba hubiera un Juan García hijo de María Pérez, vamos a ver, seamos un poco serios. Pues en la época de Jesús, la variación de nombres era muy limitada. Santiagos (Jacobus) había a patadas. Juanes, idem. Se libra Pablo, porque era griego y tenía un nombre romano. En mujeres María (Miriam), ganaba por goleada, y hasta los propios evangelistas se lían.

Respecto a si Jesús se casó o no: A ver, lo normal entre los judíos era que se casaran. Y por eso, en los Evangelios se menta esa peculiaridad de Jesús.

No existe tradición alguna de casamiento ni de hijos ni nada de nada. Que por otra parte, si uno cree en Cristo, sería una gilipollez. Tenemos un sólo Dios, y si creemos esto, los hijos,que serían semidioses, no entrarían. Y es que, además, no existe fuente alguna que te diga eso
.
Para saberlo acudimos a fuentes judías y romanas, que o bien eran neutrales o manifiestamente hostiles a los cristianos, Y nadie menta nada. Lo que si hacen, y aún hay gente que lo toma por verídico, es decir que los discípulos escondieron el cuerpo de Jesús y dijeron luego que había resucitado.

Si es así, no entiendo bien por qué. Yo, si a mi maestro lo matan, estaría calladita y siendo buena chica, no fuera que siguiera yo el camino de mi maestro. Lo impensable es soltar semejante barbaridad y alentar a la gente a que me matara.  Pero bueno, igual esta gente era idiota, que todo puede ser en esta vida.

Otra cosa que le gente niega es la tradición. Primero, indicar que los judíos se aprendían la Torah, o sea, el A. Testamento, de memoria. Esto tenía la ventaja de que tenían ejercitado este músculo tan útil, y podían recordar cosas del pasado perfectamente.
Negar la tradición es negar la cultura oral, el conocimiento que se pasa de padres a hijos de generación en generación.

Y esto, para un historiador, es una burrada. Cierto que el paso de los años, da a la información ciertas libertades, pero para eso estamos los historiadores: para quitar la paja del heno. Y ya está.

Pero por lo que se ve, no sé qué puñetas hice yo estudiando la carrera, si ahora me vienen cuatro enterados postulando. Lo mismo pensarán los biblistas cristianos y judíos, que se han dejado las pestañas estudiando griego, arameo, hebreo, latín  y que aún siguen en ello. Total, vienen algún listo, y dice una cosa sonada, y ya todo el mundo se lo cree. Què bien.

Como estoy hablando de todo un poco, vuelvo al libro del Papa, que dice que la estrella de los magos era una supernova. Ahora estamos hablando de una posibilidad  que, algunos científicos han postulado, y que el Papa se hace eco de ella. Podía ser.... o no, véte tú a saber.

Sobre el nacimiento de Jesús, se da un dato de un censo. Dependiendo qué censo se tome, saldrá un año u otro. Lo que está claro es que no nació en Diciembre (esta fecha pagana se cristianizó, como tantas otras).

Pues eso, que no hace falta comprar el libro de Papa (que yo me lo voy a comprar, porque el Papa es un gran teólogo y divulgador), con leerse la Biblia, ya está.

Que os aproveche