No he visto tanta cantidad de mentiras juntas todas. Encima, F, dice que yo no trabajaba en la tienda porque daba mala imagen. Según ella yo bebía cerveza y hacía punto.
Lo de la cerveza, de cuando en cuando bebía cerveza. No me gusta la Cocacola, es lo que hay. Y por esa época no había Nestea.
Y lo de punto, precisamente queríamos ampliar el negocio de la tienda con prendas de punto hechas a mano.
Dice que su hermana H y yo poníamos los escaparates. El problema es que era yo la que se imaginaba los escaparates, y H. me ayudó en dos de ellos. H. no tenía ni idea de que existiera el cuadro "El columpio"
Dice, con todo el morro del mundo, que no sabe dónde está su hermana.
Curioso, porque ni ella ni su madre lo sabían. Curioso porque F, había puesto el juicio también a su hermana. Casualmente, ésta, está desaparecida.
Y ahí yo me hago cálculos: F nos pone a su hermana H y a nosotras un acto de conciliación. H no aparece.
Más tarde, H nos pone una demanda por lo penal, que ganamos nosotras, claro.
Y en el mismo mes, F pone una demanda por lo social a su hermana H y a nosotras. Y resulta que H, está en paradero desconocido (hasta hoy) y nosotras, también.
Menos mal que hemos podido demostrar que nosotras estábamos vivitas y coleando y viviendo ambas en la misma casa
Presentan los testigos. F, presenta a una supuesta cliente habitual. Dice que veía a F. todos los días. Cuando le preguntan nuestros abogados la calle de la tienda, se equivoca. Y cuando le dicen que si era cliente habitual podría decir lo que compraba...dice que un par de medias. Hombre, un par de medias es ser muy muy cliente habitual, de las de tarjeta VIP
Nosotros sí teníamos una testigo, A, que declaró no haber visto a F nunca.
La madre de F, llamada por nosotros cariñosamente, pelo pollo (por el tinte de su pelo), se enfrentó a mi cuñado y a una amiga, que estaban fuera. Y les dijo que mi hermana era mala persona que si pitos que si flautas.
Mi cuñado, que no se corta ni media, le contestó que era una sinvergüenza, y que, el tiempo, a todos les pone en su sitio.
La madre se encendió y mi cuñado contestó que si quería ruido, que pondría la radio y que se sentara que estaba mayor.
La madre se sentó y no dejo de farfollar el resto del juicio, según me cuentan.
El caso es que estoy super mosqueada. Me han llamado alcohólica y vaga.
Esta mañana estaba decidida a que no me afectara. Porque si me afecta, algo han ganado estas sinvergüenzas.
Pero ahora. estoy bastante mosca. He tenido un día pésimo: me he levantado con el estómago pocho y la tripa averiada. Tenía cita con el médico de la alergia. Nos han hecho esperar la tira...
Estoy que no consigo entrar en calor ni metiéndome en el infierno y haciéndole compañía a Pedro Botero
En fin, que escribiendo, me relajo.
Un saludo y gracias por leerme y aguantarme