El mundo en mis manos

Nuestra filosofía de vida, a través de este hermoso texto

La vida es un instante que pasa y no vuelve. Comienza con un fresco amanecer; y como un atardecer sereno se nos va. De nosotros depende que el sol de nuestra vida, cuando se despida del cielo llamado “historia”, coloree con hermosos colores su despedida. Colores que sean los recuerdos bonitos que guarden de nosotros las personas que vivieron a nuestro lado.

Libro de visitas

Cumple de nuestro amor colombianito

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Nuestro aniversario de boda: El más feliz lo hemos celebrado con Rafa en Bogotá

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lunes, 31 de agosto de 2020

3 horas ni más ni menos

Ayer, estaba yo de charla con mi marido, recordando cuando éramos pequeños.

Coincidimos poco porque nuestras infancias fueron totalmente diferentes. Yo crecí en una casa con muchos hermanos  y la diversión estaba asegurada. Mi marido con un sólo hermano. La diversión ya era menor.

Pero coincidimos en una cosa. Los dos vivíamos cerca del mar (dos mares distintos, pero mar a fin de cuentas). Y nos acordamos de las penalidades del no poderse bañar hasta pasadas las 3 horas. Daba igual si habías comido fabada o ensalada. 3 horas a esperar. Ni diez minutos antes ni cinco ni dos. 3 horas justas.

El caso es que, cuando ya vas a la playa solo, te das cuenta de que no hace falta tanto tiempo. Y eso que en el Norte el agua está heladita, y hay más riesgo de corte de digestión.

Ya entrados en temas de nuestra infancia, recordamos los coches. Dirección resistida (y esto hasta hace un suspiro), ni abs, ni barras laterales de seguridad, ni airbag ni cinturón de seguridad.
Nosotros con la familia que éramos, para entrar en el coche usábamos el culo delante, culo detrás. Y el perro en el maletero. Parecíamos la troupe del circo.
Mi marido recuerda que iban los dos hermanos, el padre, la madre y los trastos de playa en una moto. Eso es equilibrismo y no lo del circo.
Me cuenta mi marido, que cuando su padre se compró un coche, él no quería dejar la moto, por mucho que su padre trataba de convencerle de las ventajas del coche.

Más cosas de la infancia, cuando nos decían que era mejor el aceite de girasol o de soja. Y en ambas casas se usaba más porque lo decían.
Siguiendo en temas alimentarios, las espinacas y Popeye, que me martirizaron de niña y acabé odiando este alimento.
El azúcar, que decían que fortalecía los huesos, y todo el mundo a endulzarnos.

Supongo que todas estas campañas a favor de un alimento u otro proceden de la necesidad de colocar excedentes de producción.

Siguiendo con el tema alimentario: Antes los yogures eran de fresa, chocolate o naturales. Ahora los hay de todos los sabores, texturas, sin lactosa, con lactosa, ligth, no ligth, con fruta, sin fruta etc etc etc

Supermercados, pues en mi pueblo el Spar, que aún he visto que está. Era el famoso ultramarino. Más tarde llegaron los supermecados de las cadenas. Los centros comerciales en Euskadi llegaron muy tarde.El Bilbondo es de 1990 En Valencia llegaron bastante más pronto (1976 Alfafar)

Ahora los niños y adolescentes son de mantequilla. Yo recuerdo que mi madre ni se alteraba cuando llegaba a casa con la rodilla hecha un asco o con un chichón en la cabeza. Me miraba, tiraba de alcohol y mercromina, y arreando que es gerundio.
Ahora es difícil que pase esto, porque están más tiempo en las maquinitas que en la calle. Y en todo caso tendrán esguince de dedo.

Las medicinas antes...Y las inyecciones. Tuvieras lo que tuvieras, inyección al canto. Yo me metía debajo de la cama cuando venía el practicante.
Y los jarabes que sabían a cuernos envinagrados, nada de sabor a fresa o naranja.
Los médicos no eran simpáticos y en mi pueblo el médico era pediatra, médico y lo que se terciara. Acongojaba, recuerdo yo. Pánico a los médicos y a todo lo que oliera a alcohol.

Llegamos a los estudios. Mis primeros años de escolarización fueron en un colegio donde se cantaba el himno nacional. En pie y mirando a Franco, claro. Allí fue el único lugar donde había castigos físicos. Al que no siguiera la lectura, había cola para un reglazo. Con una regla de madera.
Luego fui a otro colegio privado y allí, aparte de algún caponazo pequeñito y muy muy poco habitual, lo que se estilaba era el castigo cara a la pared.

Mi marido no tuvo esa suerte y los profesores eran los que repartían a diestro y siniestro, con razón o sin razón.

Los libros de texto eran eso: libros. Los dibujos y las imágenes justos. Deberes a tutiplén.
Y por supuesto, nada de reunión de padres ni similar. Mis padres no pisaron el colegio en los 7 años que estuve.
Creo que mi suegro si fue un día porque mi cuñado llegó con la marca de una torta bien dada.

Ahora las cosas son mejores, claro, mucho más claras y sencillas. Pero los resultados no son mejores. No sé si los chavales se han idiotizado con tanta facilidad.

Mi marido me habla de las tareas de campo. Antes, para quemar leña, se hacía un agujero y ya está. Ahora eso está prohibido, claro, porque es un peligro. Pero antes, sí se hacía. Y con viento o sin viento, que da igual.

Caminar: este gran deporte  que nosotros, de pequeños no lo considerábamos como tal. Pero las pateadas te las pegabas igual. Basauri está en cuesta. Sagunto es llano. Los de Basauri teníamos las piernas bien firmes a base de subir y bajar por las pendientes.
Mi marido era más de extensión que de pendiente. Sagunto es muy grande. Y las palizas a caminar se hacían con pipas y amigos.
Y si el sitio al que ibas era la casa de un amigo que no tenía ascensor, te tocaba trepar.
Ahora, necesitan el coche hasta para ir al lavabo.
Mi hijo, ayer vino de Quart (un pueblo cerca) y me dice: estoy cansado.

Parezco una abuelita, contando batallas de cómo los tiempos pasados eran mejores.
No eran mejores; nos hacían más duros. Nos acoplábamos a lo que había. Y no exigíamos mucho, porque no teníamos mucho que elegir.

Ahora, hay muchas cosas, mucha tecnología, y poca imaginación. Como se lo dan todo mascado, no le das a la neurona. Está claro.

La culpa no es de la tecnología, sino de no saber usarla. Como todo, en esta vida, la medida es la base de todas las cosas. Hasta el agua en grandes dosis es tóxica.
La tecnología, en moderadas dosis, está bien. Cuando la tecnología impide que la persona disfrute del aire libre, de la vida, ya es tóxica.

Y con esta entrada, mañana mejor, porque tengo para mañana una cosa apetitosa para contar.







domingo, 30 de agosto de 2020

arco iris

Ya han bajado las temperaturas y empiezan los primeros chaparrones y las primeras tormentas. Y cuando está todo oscuro, aparece el arco iris.

La vida es así, siempre hay un arco iris aunque todo parezca oscuro.

Ayer en misa, el cura dijo que cuando nos empeñamos en dirigir nosotros nuestra propia vida, solemos fastidiarla. Porque no tenemos un guía y sin guía nos precipitamos. Necesitamos tener a Cristo que nos guíe y así evitaremos los batacazos.

Me vino muy bien la reflexión, sí Señor. Porque es raro que cuando tengo un conflicto le pida a Dios que me guíe. Lo intento hacer yo solita, y suelo darme unos golpes que me dejan el corazón dolorido.

Hoy, también otro cura ha hecho otra reflexión (lo que se llama sermón). Que tratamos de evitar las dificultades como también quiso Pedro que Cristo lo hiciera. Y es cierto: cada uno tenemos unas cruces que aguantar. Son de todos los tamaños y también cada persona las soporta según su manera de ser. Lo que para nosotros son grandes cruces, para otros son livianas, y, al revés. No tenemos que tratar de evitarlas, sino que debemos saber que son como el arco iris. Después de la cruz viene la vida.

Es cierto que hay personas que no sabes bien por dónde cogerlas, qué hacer, cómo comportarte con ellas. Y son las clásicas que hagas lo que hagas todo lo van a mirar por la parte mala. Es decir, que siempre van a pensar que todo lo haces por la maldad intrínseca de tu alma.

Pero también hay gente estupenda, que son la misma imagen de Cristo en la tierra. Que sólo ven bondad en todas las personas, no ven malicia ni mal hacer en ninguna. Son personas a las que me encanta acercarme, porque tienen un alma pura.

La mayoría de las personas son como yo, la verdad, que ni vemos todo mal en las personas, ni vemos todo bien en las mismas personas.

¿Qué hacer? Pues pasar de las primeras personas y procurar no ponerse a tiro, y acercarse mucho a las segundas, a ver si se nos pega algo.

Nadie dijo que ser cristiano fuera fácil, desde luego. Porque pasar de la gente y perdonarla  cuesta. Pero lo mejor es que siempre tenemos el salvavidas de Dios, que nos cura las heridas y nos perdona los errores.

Si pedimos ayuda a Dios, casi fijo que todo pasará, y saldrá un arco iris al final de la lluvia

viernes, 28 de agosto de 2020

Tarde de helado


 Ayer fui el día del helado. No porqu esté en el calendario, sino porque mi marido lo decidió. Y con estos calores, apetecen mucho. 
Soy previsora y la suerte me acompaña. La comida había sido ligera, y a la hora del helado tenía el estómago vacío.

Mi amiga Norberta, me había enviado un whatssap para ofrecerme unas plantas que le habían regalado. Eran parte de la decoración de la plaza de la iglesia. Le dije que sí, gracias y quedamos para después del helado
.
Me pedí uno de pistacho y de filadelfia con fresas y mi marido uno de capuchino y de 3 chocolates.

El camarero ya llegó con el cambio sin saber qué billete le íbamos a dar. Me dice¡no te rías, que me entra la risa! Y con la mascarilla se suda mucho más si te ríes.

Bueno, el caso es que nos pusimos a la faena. El helado de pistacho estaba muy bueno. La otra bola, no tanto, pero también estaba buena
.




El helado de mi marido era de enguarrinarse de chocolate y se puso tibio. Necesitó muchas servilletas para limpiarse las manos.








Nos fuimos luego, para bajar el helado, a dar una vuelta por el paseo marítimo. Bastante gente y no podíamos quitarnos la mascarilla. En los pocos momentos en que no había moros en la costa, sacamos las fotos.
















 








La playa estaba muy llena de gente y hacía una tarde muy playera.


Los chiringuitos, a tope, y los pobres camareros sudando. Son los últimos días de Agosto.






La verdad, es que estoy deseando que pase el calor. Es un asco estar sudando todo el día. Ducha más ducha para seguir estando pegajosa todo el día.






De la playa, al Carrefour. Y allí compramos algunas cosillas de última hora.




De vuelta a Faura, paso por casa de Norberta, comentamos las novedades y le enseño el programa que tengo que identifica plantas. Por eso sé que las plantas son unas bromelias. El nombre técnico es Vriesea splendens. Yo he visto estas plantas en los docus de Amazonia. Creo que viven encima de árboles. Con lo cual, mucha tierra no van a necesitar.




Coloqué a dos de ellas a ambos lados del icono al que tanto rezo yo. ¿Está bonito, verdad?



En fin, una tarde muy bonita.



Hoy me espera otra tarde ocupadilla. Como estamos con el bicho chino, sólo nos ocupamos de los niños de catecismo las catequistas, o sea Ade y yo. En fin, que no me quejo. Yo decidí ser catequista y yo me atengo a sus consecuencias. Y sería catequista por muchas más dificultades que se me plantearan. Es mi vocación de servicio a la Iglesia










lunes, 24 de agosto de 2020

Día de Santa Bárbara: misa y visita a las flores de la plaza de la iglesia (Plaza Mayor)

 Ayer fue un día muy chulo. Fui a la iglesia antes, para poder hacer fotos a las flores que decoran la plaza Mayor (plaza de la iglesia la llamamos todos). Es una exposición muy bonita y original. Una de las personas que la montaron me dijo que todos los días tenía que ir a arreglarla, porque los gatos hacen de las suyas con las plantas. A algunas les había puesto pimienta, y no las tocaron  Pero a las que no, pues si.

Veis el palacio tan bonito que tenemos en Faura. Y que ayer había gente. Normalmente vienen en verano. Son tanta familia, que les da para repartirse los meses entre todos.

Como veis es una composición preciosa, colorida y con multitud de plantas

Tiene una organización en forma de pequeño laberinto. En la entrada te cuentan qué quiere decir el color de las flores o plantas. Incluido el negro, que no es muy común entre la flora.


También hay muchas hojas tintadas de vivos colores.

El arte de la floristería es relativo. Es como los cuadros: unos te gustan y otros no.


A mi me resulta la mar de  colorido y bonito. Puede que a algunos les resulte poco natural.

Yo creo que había un poco de todo: artificial  y natural.


Antes que nada, decir que no soy experta en el arte floral. Ni por el forro. Sólo hablo de la estética pura y dura.

Imagino que daría un curro potente porque he visto fotos de cómo lo montaban y tenía tela la cosa.

Con esto queda supuestamente  inaugurada la plaza. Imagino que cuando quiten las flores, pondrán bancos. Ayer se me olvidó preguntarlo al alcalde. Tantas cosas tenía en la cabeza que, de verdad, alguna se  me escapa. Pero para saber si van a poner bancos, es fácil. El tiempo lo dirá.

Y también el tiempo dirá si los desaprensivos de "aparco donde me sale de las narices" no invaden la plaza. Que ahora está muy accesible.

Quitaron la fuente de los leones, que yo le llamaba la fuente de los chichones. Porque los niños se empeñaban en subir y alguno ha sufrido algún accidente.

El pavimentado este de losetas, no es una cosa que me entusiasme. Porque hay alguna más elevada que otra, y si no te fijas bien, te tropiezas. 

Pero también es verdad, que el resto de las aceras tienen ese pavimentado y así conjunta con el entorno.



Y dicho esto, entré a la iglesia

El pianista y el trompeta ya habían llegado. El trompeta tiene que calentar y siempre es muy puntual.


Habíamos quedado a las once y media para calentar voces. Yo llevaba mi ventilador de cuello. Llamó bastante la atención, sobretodo entre la gente más joven de la coral. 

Fue una misa preciosa, y debo de decir que el ventilador me aguantó hasta casi el final, que fue cuando la batería se le acabó. Pecata minuta.


Luego fui a avisar a mi amiga Ade, porque una de nuestras niñas de cate tomaba la comunión el viernes y teníamos que acudir. Le pregunté al señor cura si tenía que estar en la reunión de padre, y me dijo que si. Este viernes lo tengo muy apretado: 18 h comunión; 20 horas, reunión de padres de cate; 22h ensayo. Con tanta historia algo se me escapó seguro.



Nos hicimos fotos, respetando las normas de seguridad, claro.

Santa Bárbara estaba preciosa.Este año, la han colocado en el altar de la Virgen de los Dolores. Había cola para sacarse fotos. Con tanta vela, andábamos con cuidado por si nos prendíamos


Llegué a casa, muy cansada y a comer. Bebí cerveza, pero si me hubieran dado cianuro líquido me lo hubiera bebido igual. Estaba seca. Y sin haber comido nada desde las 7'30 de la mañana. El buen Dios fue mi soporte para no caer doblada. 






Necesitaba una buena siesta ¡Gran invento la siesta!

Y luego, tuve que enviar mensajes a las mamis de cate para comunicarles la reunión.

Mientras, tenía muchos mensajes de la coral, con los audios de la misa, que son una pasada y que P. las envió.

Yo también envié las fotos que me envió Roberto y así cumplí con lo prometido

Y así pasó este día tan bonito






















sábado, 15 de agosto de 2020

Cena con amigos 14 junio

 Ayer, había triple castillo de fuegos en Faura. Y por eso, habíamos planeado una cena con amigos. La lástima es que Amparo y Toni no han podido venir. Amparo, en su casa, y Toni en el hospital, aún no le han dado el alta. A recuperarse.

El caso, es que, aunque en principio era una cena en la calle, se quedó en cena en mi casa.

 Tenemos una mesa que se abre y queda muy grande. Vinieron Ade y Juanra, y Antonia y Juanjo. Los hombres eran todos Juanes: Juan Antonio (mi marido) Juan José (marido de Antonia) y Juan Ramón (marido de Ade).

Yo había hecho patatas de Buddy Balastro: son patatas al horno con romero y bacón.

También mini croissantes de chistorra.

Y había puesto una tabla de patés y otra de quesos.

De plato principal un hojaldre de verdura y carne

Y de postre la tarta de zanahoria que tanto le gustó a mi marido.

Esta vez, en honor al castillo de fuegos, le puse la plantilla de estrellas.

Ade trajo una coca de acelgas, unas salchichas con tomate y cacahuetes.
Y también su café granizado que tanto éxito tiene siempre
Y Antonia trajo un buen vino para regarlo todo.
 Fue una cena muy entretenida. Nuestros amigos apenas se conocían entre sí. Pero enseguida Juanjo y Juanra conectaron (son un poco mitineros, jajajaja)

A mi me dejaron a los pies de la mesa, y como normalmente soy la fotógrafa, apenas salgo en las fotos.
 Ade y yo de cháchara, riéndonos, y muy felices. La velada era estupenda

Rafa hizo de camarero, a ver si va cogiendo práctica. Últimamente dice que el año que viene quiere ser camarero en las fiestas de Faura. Y que con el dinero nos va a mandar de viaje. Una idea que me encanta, pero primero es estudiar.
Llegó la hora de subir a la azotea a ver los castillos.

Nuestros amigos se asombraron de las vistas que hay. Nuestro edificio es uno de los más altos que hay en Faura, y se tiene una vista casi circular.

Empezaron los castillos y parecía que estuviéramos en un partido de tenis. Porque uno estaba a la izquierda y los otros dos a la derecha. De tal manera que movíamos la cabeza a la derecha y a la izquierda.

Bastante gente en Faura (se veían las luces de los coches) subieron a la Rodana, la montaña que está cerca de Faura, para tener una visión conjunta.

Nosotros, con la panza llena, no teníamos ganas, y aparte, en la azotea, se estaba de lujo.

No se puede pedir más. Buena compañía, buena comida y un colofón genial.

miércoles, 12 de agosto de 2020

Visita Grau Vell

Ayer hicimos la visita al Grau Vell (puerto viejo) .Una visita en tren organizada por Sagunto. Gratis y por eso había que reservar plaza antes.



Se salía del Alto Horno de Sagunto. Muy entretenidos pero un poco tristes porque Amparo y Toni no habían podido ir. Un abrazo muy fuerte a Toni, y a recuperarse, que te echamos de menos

El tren pasaba por la zona industrial, donde nos explicó el guía el pasado y presente industrial del Puerto de Sagunto

Íbamos enmascarados, pecata minuta por lo bien que lo estábamos pasando.

Yo trataba de hacer fotos en las curvas para que se pudiera ver el tren.

Un tren muy bonito, y un tarde preciosa, con un aire ideal para la excursión

Ya estábamos saliendo del polígono industrial y enseguida nos metíamos por el camino al Grau Vell.

El camino, ya era estrecho, o sea, que si venía un coche, había problemas.

Se notaba ya la presencia de la marjal, con sus aves y su vegetación típica
Llegamos al Grau Vell, y había esta ermita tan chula dedicada a la Virgen del Buen Suceso (que también es la patrona de Benifairó, el pueblo de al lado del mío)

Paramos, desembarcamos del tren, y el guía nos explicó el milagro de la marjal. Estamos en zona industrial, pero la originaria pedanía de pescadores, ha sobrevivido a viento y marea y el ecosistema ha perdurado.
Al fondo veis los depósitos

Nos dirigimos a la pedanía, y esta foto es muy curiosa, donde véis a mis comopañeros de excursión,
Llegamos al fuerte, que es del SXVI. En un principio se construían para prevenir ataques de piratas berberiscos.
Por supuesto, hasta el mismo SXX siguió en uso, para otras lides.
El guía siguió explicando que el fuerte está en obras, pero que en un par de semanas ya se podrá visitar. Volveremos, pero en coche, a ver el fuerte.















Se supone que se había acabado el paseíto, pero el guía dijo que el que quisiera, que fuera a hacer fotos, y el que no, pues podía quedarse y nos contarían cosas.

El puerto es de origen romano, y está hundido. También tiene, lógicamente su parte que está en tierra y que aún no se ha acabado de excavar. No es visitable


El puerto tiene playa de escoria. La escoria son los restos que tiraba la Siderúrgica. Que, no hay  mal que por bien no venga, han hecho que las playas sigan estando sin problemas de línea de costa. Este es un problema que sí tienen otras playas del Levante (la deriva hacia el sur , nos dijo el guía)


Por eso, la arena es gris.
Aquí veis un vértice geodésico. Es una manera de ver desde dónde a dónde llegaba el puerto romano.

El guía nos explicó el origen de Sagunto, la acuñación de monedas para el intercambio de productos, la 2 guerra púnica. (entre romanos y cartagineses).

Siguió hasta la época de la guerra civil, donde pusieron baterías de guerra, para evitar ataques.


La mascarilla, a estas alturas, daba bastante guerra. En pocas ocasiones nos la quitábamos. Esta vez para sacar una foto en la que se ve la playa de escoria. Y un cielo precioso, que también cuenta.













Yo, como soy la fotógrafa y la reportera más dicharachera del grupo Excursionados, no suelo salir en las fotos.
Esta me la hizo mi marido. Al fondo véis el guía encaramado en una estructura abovedada. Parece un predicador, jajajaj



En esta foto, yo explicaba dónde estaba el otro vértice geodésico, para que mi marido pudiera calibrar desde dónde a dónde iba el puerto romano.

Como veis, yo iba protegida para los mosquitos con pantalón largo.





Pero no había mosquitos, porque estaba todo muy seco. Menos mal, porque los caballeros iban a pierna desprotegida. (las mujeres, siempre más previsoras)









De vuelta, mirando el paisaje, las chumberas (en versión espinas de Eva, que es otro tipo de chumbera).



Y este ha sido mi reportaje súper chulo de la visita al Grau Vell.

Muy bonita, el guía explicó cosas muy interesantes, y nos volvimos a montar en el tren, y vuelta a casa.

jueves, 6 de agosto de 2020

5 Agosto: excursión a Jérica y Viver

Ayer, como todos los meses hicimos la excursión programada. La sorpresa es que, al salir nos dijeron que antes de ir a Viver (lo planeado) iríamos a Jérica.
Yo tenía muchas ganas de ir a este sitio, con su campanario que se ve a kilómetros desde la autovía.

Pero primero, Juanra, nos llevó a las trincheras.

Debo de reconocer una cosa: me persiguen las escaleras.
Y otra: hay gente que va en chanclas a todos los sitios y gente que no. Yo soy del segundo grupo.
Pero como no me dijeron nada, me fui con los zuecos de Frank de la Jungla, a subir escalones por la montaña.

Para mi sorpresa, no resbalé nada y aguantaron como unos cosacos.

Eso sí: me llevé parte del monte en mis pies.


El sitio, muy bonito, muy bien habilitado para que cualquiera pueda subir.



Mi marido, también iba en sandalias, y alguna piedra le hizo pupita.


Mi amiga Ade y su marido, seguían por el camino de las trincheras

Por este camino, se veían las habitaciones donde se refugiaba la gente de las trincheras. No llevábamos linterna, y no se nos ocurrió usar la del teléfono móvil

Mis aguerridos soldados dispuestos para la lucha
Después de la visita a las trincheras, fuimos al coche, me cambié de calzado y almorzamos.

Y nuestro guía Juanra, nos llevó por un  camino precioso que va al lado del río y que los de Jérica han acondicionado de lujo total.

Un paseo precioso, a la fresca, con unas imágenes que se quedan en la retina, como esta cascada, desde donde los chicos del pueblo se tiran sin problemas.

También había gente escalando.

Total, que esto es igual que en Chulilla, pero en paquete pequeño y más accesible: agua, puentes, y escaladores.




El camino, seguía dando fotos preciosas.

Llegó el momento en que debíamos empezar a subir al campanario

El sol, en esta zona pegaba ya fuerte. El campanario es mudéjar: o sea, de estilo musulmán converso.

Una bonita foto, que ni los Beattles con su paso de cebra.

Jérica es un lugar precioso que recomiendo vivamente.

Una temperatura excelente, un pueblo precioso, de postal, lleno de callejones repletos de colorido.


 Llegamos a Viver, y había bastante gente, y eso que era día de diario.

En el merendero, este cartel tan curioso que prohibía hacer caca. Lo tuvimos en cuenta.

Nos cambiamos y nos fuimos al agua.

No tengo fotos, pero os lo describo.
Una poza que, en su  máxima profundidad anda por el metro cincuenta.
Helada, helada y muy helada. Prístina, prístina y muy prístina.
Yo, que soy del gremio friolera, entré con sumo cuidado. Y entre que me meto y me congelo, tardé lo mío en ponerme a nadar.
Con los zuecos, claro, que el suelo está lleno de cantos rodados.
El cuerpo, se acostumbra, pero los pies no. Y al cabo de media hora, estábamos hartos de tener los pies helados y salimos del agua.
Ni mi marido ni mi hijo se bañaron. Mi marido, por no llevar calzado adecuado. mi hijo por la mierda de la adolescencia que dice que no quiere bañarse



Nos hicimos la foto juntos. Esta vez no han venido ni Amparo ni Toni. Una lástima

Justo al lado del merendero había unas cuevas prehistóricas. En esta foto, veis que el merendero está abajo. A las cuevas se sube por peldaños (otra vez escaleras, me persiguen)
 El sitio, muy curioso y muy chulo. Lleva ocupado desde la Edad del Bronce. Dicen que hay pinturas, pero nosotros no las vimos

Las cuevas, como veis, muy accesibles, e ideales.

Fuimos mi marido y yo, porque los otros tres, estaban jugando al dominó.
Mis zuecos que seguían comportándose como unos campeones.

El recorrido no era difícil, ideal para ir después de comer a bajar la pitanza

Está muy erosionado. O sea, que el paisaje está transformado tanto por la mano del hombre, como por la erosión natural.

Hay un arroyo cercano

En las cuevas, había restos de fuego. Veis la zona negra.









Mi marido, que estaba muy guapo, posando con estas oquedades, que parecen una cara.








Luego, estuvimos buscando un buen rato la villa romana de Viver. Después de 5 intentos, lo dejamos.

Al llegar a casa, mi hijo se dio cuenta de que estaba quemada.

¿Vosotros sabéis que cuando se quema un guiso, cuando lo oléis ya está quemado sin remedio?

Pues lo mismo me pasó a mi. No me di cuenta de que me había quemado, hasta que me quemé pero a base de bien.

Pero, bueno, pecata minuta. Me lo pasé en grande. Me apunto esta excursión para cuando venga mi hermano Patxi. Una pasada de bonito. Pero mi hermano viene en Semana Santa. Y no sé yo si el agua estará en condiciones. A estas alturas del verano, el agua estaba helada. En Semana Santa.....ya veremos
Saludos cariñosos y gracias por los comentarios