El mundo en mis manos

Nuestra filosofía de vida, a través de este hermoso texto

La vida es un instante que pasa y no vuelve. Comienza con un fresco amanecer; y como un atardecer sereno se nos va. De nosotros depende que el sol de nuestra vida, cuando se despida del cielo llamado “historia”, coloree con hermosos colores su despedida. Colores que sean los recuerdos bonitos que guarden de nosotros las personas que vivieron a nuestro lado.

Libro de visitas

Cumple de nuestro amor colombianito

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Nuestro tesoro llanerito está con nosotros

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Nuestro aniversario de boda: El más feliz lo hemos celebrado con Rafa en Bogotá

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lunes, 13 de septiembre de 2021

Fin de semana con nuestros amigos del alma

Este fin de semana ha sido fantástico pero tendría que haber tenido más días.
Nuestros amigos, Raquel, Antonio y su hijo David nos hicieron una visita.

Preparamos a fondo la casa. Limpiamos y ordenamos el cuarto de los trastos, que es el sitio donde duermen los invitados. Rafa tiró y limpió su cuarto a fondo para que David durmiera.
Compramos felpudo, alfombrilla de baño (la otra se la comió Gora) y llegaron los adhesivos para los inodoros, que han quedado preciosos. También pusimos toallero en el baño. Todo limpio y listo para que vinieran.

Son nuestros compañeros de fatigas de Colombia, con los que coincidimos a la hora de adoptar a nuestros hijos.

Cuando llegaron, el viernes por la tarde, nos fuimos a pasear al perro a la Rodana, con vistas, que no se ven pero que están.
 
El sábado, lo primero, pasear al perro, mientras charlábamos. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos.
Cierto que siempre estamos en contacto vía whatssap. Pero como ellos viven en Lugo y nosotros en Valencia, hace falta que tengan días y cuadrar fechas.

Luego, quisimos ir al Tabalet para que vieran unas hermosas vistas, pero no fue posible porque el camino estaba cerrado.
Optamos por otro camino, que tampoco era, pero no importa.
Se nos hacía tarde y queríamos almorzar e ir al monasterio del Puig
Llegamos al monasterio. La visita al museo de la imprenta era gratis. Y allí fuimos. Esta camioneta dio para dos fotos, porque era la mar de graciosa
El año que viene, si Dios quiere, sin mascarillas, que tapan toda la cara.
Prensas y dibujos varios, muy entretenido
Todo el grupo, menos la reportera
Esta foto también con la camioneta.
Fácsimil de la Biblia de Guttemberg
Empieza la visita guiada, y vamos a la iglesia. Tenía prisa la guía, porque había boda.


El retablo con la imagen de Nuestra Señora del Puig. Es una imagen de estilo bizantino.


La iglesia es básicamente un potpurrí, de estilos: románico, gótico, barroco, neoclásico...
Lo mejor era que estaba decorada con flores porque había boda.

Lo peor, las prisas
El ábside tan precioso
El grupo, muy atento a la explicación











Pasamos a la zona de los sepulcros. Aquí está enterrado el padre Gofré, el padre de la psiquiatría moderna.


Camarín de la virgen con Raquel en contraluz
Cúpula del camarín de la virgen, que hace referencia a la orden mercedaria.

Los mercedarios son los que llevan el monasterio. Son una orden, que en su origen, rescataban cristianos en Al Andalus, o bien se trocaban por cristianos en Al Andalus. Más tarde, se dedican a la pastoral penitenciaria (esto lo digo yo, porque la guía seguía teniendo mucha prisa, no sabemos por qué)
Llegamos a las estancias reales, porque el monasterio también es sede real
Zona de los socarrats que son un tipo de cerámica de Valencia. Como la guía no nos explicó de que iba el cuadro, no lo puedo decir. La última vez que fuimos, el guía sí que lo hizo, pero se me ha olvidado
El comedor de las salas reales
Claustro alto con esta obra de arte de la marquetería.
Patio , que está desolado. En la última visita se nos dijo que el monasterio está enclavado en roca de rodeno, que es transpirable. Por eso los claustros están cerrados. Esta piedra absorbe el calor o el frío.
Pero la guía tenía mucha prisa y no lo dijo
Más patio carcelario, por llamarlo de alguna manera.
Entramos en zona chula, con un padre nuestro escrito en muchos idiomas.
Antes, había una lupa, pero ahora, ni con los móviles se puede leer bien
Algo se adivina, pero no mucho









Llegamos a la iglesia baja, con un montón de azulejos valencianos en azul y blanco. Preciosos

Y se acabó la visita, pero aún había más y nos fuimos a ver cómo era la orden mercedaria. Aquí una celda en azul
Un minimonasterio muy gracioso
Y detalle de uno de los monjes



Llegó la hora de salir. A Rafa le compramos un llavero con la bandera española y una mini imagen del monasterio.
Yo me compré una cruz de Taizei.
Fuera del monasterio, y sin mascarillas, foto de grupo, hecha por mi
Y foto de grupo hecha por Juan.

Llegó la hora de la vuelta y había que coger la paella en Al Dente Faura.
La  paella, a tiempo, y con una pintaza de aúpa. Foto con mi trípode favorito y listos para comer.
No hay invitados en casa sin que haya paella por medio. En Valencia se hacen muchos arroces. Pero primero paella, y otro día, otros arroces.

David, se dio cuenta de a qué sabía una paella valenciana auténtica. 
Por la tarde,  los adultos nos fuimos a comer un helado a la playa. Y a dar envidia a los chicos, que se habían ido al fútbol.
Seguimos paseando, con una tarde estupenda
Llegamos al reloj de sol, que habían restaurado. Le han puesto una barandilla.

Pedimos a una amable chica que nos hiciera una foto, y nos hizo 3
Pongo las 3 para que se pueda elegir
Está muy bonito y marinero.

Continuamos andando y Raquel se fue a un baño de los que hay en el paseo. Son baños parlantes. Según entras, te cuentan un montón de cosas en dos o 3 idiomas. Básicamente, que es imposible quedarse encerrado. Y en el supuesto caso, tienen conexión con el 113.
Continuamos el paseo, y esta zona con palmeras y buganvillas, le llamó la atención a nuestros amigos.
Dos fotos, para que elijan la más chula
Y una autofoto, en la que veis la cruz de Taizei. Esta foto me la pongo de fondo de pantalla.

El domingo, comuniones, petardos y banda de música. 
Se fueron y fue triste.

No me dio tiempo de lamerme las heridas porque tenía que ir a la iglesia. Eran las comuniones, y mi sandalia negra dijo que adiós muy buenas. Se rompió la tira del pie y sólo se sujetaba por  mi tobillo.

Arrastrando el pie, conseguí pasar la comunión.

Otra cosa fue llegar a casa. 

Más tarde, le envié todas las fotos a Raquel y ella me envió una muy chula de una iglesia.

Estoy un poco de bajón. Rafa ya ha comenzado una nueva etapa en un instituto nuevo del Puerto. Juan tendrá que llevarle en coche. Se ha hecho mayor, mi amor colombiano, y da penita.

También llevo un tiempo, en que noto que los años pasan, que se me olvidan las cosas, las canciones, que no encuentro la palabra que busco. Juan dice que es normal, que tenemos mil cosas en la cabeza, pero me agobio mucho.

Es otra etapa, y a mi los cambios me cuestan. Otro curso de cate,  el miércoles tenemos reunión. Las cosas vuelven a su ser.

Gracias amigos, por venir. Os echamos mucho de menos. A ver si Dios quiere, nos vemos el año que viene