El mundo en mis manos

Nuestra filosofía de vida, a través de este hermoso texto

La vida es un instante que pasa y no vuelve. Comienza con un fresco amanecer; y como un atardecer sereno se nos va. De nosotros depende que el sol de nuestra vida, cuando se despida del cielo llamado “historia”, coloree con hermosos colores su despedida. Colores que sean los recuerdos bonitos que guarden de nosotros las personas que vivieron a nuestro lado.

Libro de visitas

Cumple de nuestro amor colombianito

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Nuestro tesoro llanerito está con nosotros

Lilypie - Personal pictureLilypie Waiting to Adopt tickers

Nuestro aniversario de boda: El más feliz lo hemos celebrado con Rafa en Bogotá

Daisypath - Personal pictureDaisypath Anniversary tickers

jueves, 30 de abril de 2020

las canciones del coronavirus

Hola a todos: hoy estoy mucho mejor. Esto va como la desescalada. Ahora puedo escribir sin que me moleste y no me he despertado con dolor por la noche.
Como estamos en la desescalada ya es hora de poner las canciones del coronavirus que nos han hecho este período más amable.

Empezamos con Resistiré. Una canción antigua, que un montón de cantantes la han hecho desde su casa.



Esta otra, de Lucía Gil, muy oportuna, muy bonita y pegadiza. La estamos cantando ahora en Faura. Y la verdad es que suena de lujo. No conocía yo a esta cantante, pero canta muy bien y escribe y compone mejor


Manuel Carrasco ha hecho esta preciosísima canción: prisión esperanza. Letra, música de él.
Me gusta mucho este cantante y le tengo yo ya pillado. Aparte, el muchacho está muy bueno, ajajjajaja





Pablo Alborán, con este Cuando estés aquí. Una canción muy bonita de un cantante que me encanta.
Dos cantantes andaluces y eso que a mi el lolailo no me gusta nada.




 Esto es tipo rock con muchos artistas. También está muy chulo




Y por último y definitivo: el himno de España con letra. Una letra que dice lo que somos: un pueblo luchador.
Y esto es todo. Estamos en la desescalada y pronto quitaré mis arco iris, mi cometa, mi imagen de Santa Bárbara.
Queda poco, pero seguiremos cantando a las 20 h y aplaudiendo. 
Mi querida España, la España que siempre está alegre, que canta cuando está triste y que llora cuando está alegre.
Somos una gran nación. Con gente que, como hormiguitas, hacemos de este país, el sitio mejor para vivir.

miércoles, 29 de abril de 2020

Oportuno, pero bien

Esta entrada es positiva. Para no aburriros más  y no aburrirme a mi.

Ayer empezó para mi la cuesta abajo de mi lesión. Mi marido no es adivino, pero me lo dijo: 3 días y empieza a bajar. Realmente no sé si bajaría igual sin medicinas ni friegas varias, pero tampoco quiero saberlo ni voy a intentar averiguarlo.

Ahora es el miedo de que yo, como soy muy bruta, intente hacer cosas que aún no puedo. Ayer, sin ir más lejos, fui a ducharme con mi marido (mi marido de
colaborador necesario para tal fin). Y como estaba animada, levanté el brazo para lavarme el pelo y mi hombro dijo: ¡Nena, no te pases que aún no estás bien!

Es curioso porque justo hoy el Gobierno habla de la desescalada. Pues yo también estoy de desescalada. Y, al igual que no vamos a salir todos en estampida (ya lo han hecho algunos descerebrados) a la mínima que salga, asimismo yo no haré las cosas como si no tuviera ayuda y como si no se pudieran hacer otro día.

La verdad es que ponerse enfermo en confinamiento es un asco. Como al teléfono te toque el médico tocagaitas, la has pifiado. A mi, a Dios gracias, me tocó una médica que fue muy amable. Hoy se lo decía a mi amiga Cristina, que también es médica (cirujana)

.Cristina, aparte de ser cirujana, también es católica y está en todos los grupos habidos y por haber. Y claro, cuando el párroco ha puesto su reflexión diaria, yo no he evitado comentarle mi situación. Que menos mal que estoy confinada, porque no puedo tocar la guitarra ni el órgano. Cristina, lo primero, me ha dicho que paciencia y a cuidarse. Y el cura me ha preguntado que qué me había pasado.
Le he contado el batacazo con el perro y que desde entonces tenía el brazo dolorido. Y que me estaba tomando Voltarén, Radio Salil, Antalgin, Arnica y omeoprazol.
Cristina me contesta: y hielo.
Y yo: justo lo que me ha dicho la médica

Con el día tan bonito que hace, y yo poniéndome hielo. Pero yo me pongo lo que se tercie si me quita el dolor.

Otra cosa que tengo clara es que el ejercicio que he estado haciendo estos días de confinamiento, han sido la causa de la lesión. Yo, como me dolía el brazo, he he hecho infinidad de ejercicios de brazo, de hombro. Y supongo que eso ha sido
 lo que ha acabado de fastidiarlo. No soy médica, pero algo me huele
.
El dolor es interno. Recuerdo que cuando me di el batacazo, lo que más me dolía aparte de la rodilla, eran las manos. Las tuve amoratadas durante tiempo. Más tarde, me miro al espejo y me veo dos moratones en dos codos. Sabéis que volé porque mi perro se me atravesó. Caí mayormente con la rodilla izquierda y el brazo derecho. Y este brazo me ha ido doliendo desde entonces.

Ayer vi Master chef a la carta en el ordenador. Tengo un cojín y me he apoyado en él. Entretenida como estaba y riéndome también, no me he dado cuenta de que no me dolía. Estaba encantada.

Lo malo siguen siendo las noches. Me despierto con dolor y tengo que ir a por un antalgín o por hielo. Luego, por las mañanas, estoy cansada, lógicamente.

El dolor va del hombro al codo y vuelta. Y me cuesta coger el ratón (es de esos de protección del túnel carpiano) y teclear. Deduzco que estas dificultades vienen de parte del codo. Y claro, al final, acaba todo el brazo fastidiado.

Mi marido  está contento de que esto remita. No tanto cuando me oye quejarme a las tantas de la noche. Al pobre le voy a tener que mimar mucho, porque se ha desvivido conmigo. Cuando nos casamos, los votos eran de cuidarnos, y lo hace de lujo. Como no soy experta en regalos, le regalaré un arroz criollo que voy a hacer hoy y que ya  pondré en el blog ñam ñam. Antes tengo que poner mi plato estrella: pollo al hombro pocho. Es un pollo en el que yo mando y marido cocina. En el arroz de hoy, también me ayudará porque aún no puedo con el peso de los cuchillos.

Estamos deseando que llegue el sábado para poder salir los dos a pasear al perro. Yo, hasta que no tenga el brazo perfectamente no podré cogerlo. Pero de acompañante soy la pera pirulera.

A todo esto, veréis que las entradas tienen la etiqueta coronavirus. No la voy a variar hasta el fin de todo, o sea, hasta que quite la cometa y los arco iris de mi ventana.


martes, 28 de abril de 2020

Suma y sigue de mi hombro pocho

Pues sigo sumando días y aburrimiento y tortura en mi hombro.

Ahora, estoy escribiendo con un cojín en mi brazo derecho, para que así  pueda estar el brazo más recto y no me duela tanto.

Al final, consiste en adaptarse al dolor, que sigue estando.



Ayer probé la arnica que me dio mi amiga Antonia Iniesta, y ....no sé, aún es pronto. Yo me pongo lo que me digan, y me tomo lo que me digan con tal de que la tortura baje de nivel.

Y no es sólo el dolor. Es sentirse inútil, porque no puedo hacer nada y me tienen que ayudar a todo.

Y sentir que aburro a mi familia con mis quejas. Porque intento hacer algo, me duele, me quejo y ya estoy dándole a la neurona sobre si mejor me callo. Y entonces quiero irme al cuarto a llorar solita.

Son lloros de dolor de exasperación porque no se va el dolor.



Yo siempre he tenido querencia a los dolores musculares y derivados. Porque no sé si esto es un músculo, un tendón o la madre que parió a Peneque.  Me duele el hombro e irradia al codo. Un chollo.

No me puedo vestir sola, y no me puedo duchar. Al paso que va la burra, se me comerá la mierda, o me tendré que duchar con ayuda de mi marido. Que al final será lo que tenga que pasar. Igual que cuando me operaron de la mano derecha y luego, de la izquierda.

Suelo aguantar bien el dolor, aunque parezca mentira. Cuando me operaron, me dieron nolotil. Aparte que yo el nolotil no lo quiero ni en pintura, no me hizo falta. ¿dolía?. Si Pero yo no tomo analgésico a no ser que me duela bastante. Y el dolor cada persona lo siente de manera diferente.

En fin, ahora que estamos en desescalada, me viene el dolor. Menos mal que no

tengo aún que ir a misa. Estoy yo para tocar. Bueno, sí estoy para tocar: tocar las narices con mis quejas

Es curioso: el dolor viene de golpe , pero se va poco a poco. Ya podría ser al revés, digo yo. Y como es interno, aún va a durar más. Me parece que al perro hasta junio no le voy a poder sacar. Porque tira mucho y soy diestra. Paciencia


Y al menos, ya tengo tema para unos días, que algo es algo

lunes, 27 de abril de 2020

Despertares preciosos

Hoy estoy mejor, y puedo escribir en el ordenador.

Hay despertares que mejor no haber despertado. Este último ha sido dolorosísimo. Cierto que, desde que mi perro se me cruzó (justo unos días antes del confinamiento), no se me había ido el dolor de brazo. Pensé que haciendo ejercicio se me iría. Hasta el viernes por la noche, en la que hice un movimiento y me

desperté del dolor. Hasta hoy, que, a base de pastillas y spray a cascoporro, puedo escribir (y de paso oler a menta, que es lo mejor....para los demás)

La verdad es que ha sido subrealista. Estaba yo con un dolor intenso. Me dice mi marido: vete al médico. Yo, mascarilla y todo, voy al médico. Me dicen que son ellos los que me tienen que llamar. Vuelta para casa. Me llama el médico y lo coge mi marido porque yo no podía ni levantar el brazo derecho. Y le dice que me ponga radio salil, que siga con el voltarén, que me ponga hielo. Y que por la mañana omeoprazol. Y entre voltarén y voltarén, paracetamol. A mi el paracetamol no me hace nada. Eso es para minucias de dolor. Yo me tomo antalgín. Y así he continuado.


Es curioso que haya tantos dolores que te despiertan trinando en mitad de la noche o cuando te despiertas de buena mañana.
El que es más recurrente es la subida de bola (o contractura del gemelo). De 100 veces, 99 son por la noche. Y te pilla medio sopa y pegas berrido hipo huracanado. Yo he mordido la almohada para no despertar a Juan. Luego, por la mañana, está el gemelo un poco tocado, pero nada más.

Luego está el despertar con el cuello a la virulé. Que parece que hayas estado

durmiendo sobre el cuello. Este incordio dura y dura. Y luego, no puedes girar la cabeza y te tienes que girar tú. Que pienso en las tocas de las monjas, y que ellas, tampoco pueden hacerlo. Mínimo consuelo.

Trapecio: donde van los trapecistas y también un músculo que se pone juguetón, y tiene los mismos efectos que el cuello a la virulé. Se contrae y da por saco.

Y, también, como no, cuando te da el calambre en el arco del pie. Tienes que pisar sí o sí porque no se va ni a tiros.

Otro es el maxilar, que también le da por saco a la gente. A mi marido, le ha pasado unas cuantas veces. Y luego, cuando te  levantas, no puede masticar ni comer y si rabiar.

Supongo que hay más lindos despertares, espero que me los contéis.

El mío hoy ha sido bonito: no me he despertado a media noche trinando. Así que bien. Y puedo escribir en el ordenador, y mover algo más el brazo.

Hoy estoy mucho más contenta
Pero aún me cansa y me molesta escribir. Que tengáis un bonito día

domingo, 26 de abril de 2020

La mujer ha jugado no un papel , sino un trapo


Me encanta Mafalda. Y en una de sus historietas dice: Lo malo es que la mujer, en vez de jugar un papel, ha jugado un trapo en la historia de la humanidad.

Gran verdad. Como siempre Quino habla por boca de todos.

Yo no he sido educada así. Mi madre no sabía de tareas domésticas. Su padre le dijo que tenía que estudiar y que las tareas domésticas ya habría quién se las haría. Muy poco práctico, desde luego.
Yo siempre recuerdo que teníamos asistentas que nos  limpiaban la casa.

No opino lo mismo claro. Creo que todos tenemos que aprender tareas domésticas, al margen de nuestro sexo
Pienso lo mismo que Mafalda. No he n
acido con un mocho en el trasero. Ni mucho menos. Y no creo que las mujeres seamos genéticamente creadas para limpiar, fregar y cuidar. O sea, que lo de la abnegación, la humildad y zarandajas varias, eran una excusa de los hombres para mantenernos en la sombra. Una sombra muy limpia, todo hay que decirlo.

Yo conozco mujeres fanáticas de la limpieza. Hombres, no conozco, pero seguro que los hay.
Estas mujeres, desde que se levantan hasta que se acuestan están limpiando. Y en estos pueblos, añaden, que también barren y friegan su trozo de calle. Yo he visto una mujer que tiene las rejas de su ventana, que son negras, tan brillantes, que alguno se ha afeitado en ellas.

Yo no. No tengo la casa guarrina, vamos a ver. Pero tampoco me molesta si hay alguna mota de polvo por ahí,
El polvo, ese gran problema. En Valencia, normalmente  (este mes no) suele hacer un tiempo estupendo y tenemos la puerta del balcón abierta. Incluso si no hace sol, las temperaturas son suaves.

¿Qué ocurre cuando se tiene la puerta abierta? Que entra el polvo. Y ese polvo es difícil de quitar del todo.

También, en nuestra casa, tenemos perro y gato, que sueltan pelo. Por mucho que todos los días barras, siempre vas a encontrar la pelusa rebelde que no quiere atraparse.
Por no hablar del polvo que se mete en los altos, entre los libros y entre trastos varios.
Pasa, que al cabo de un tiempo, hacemos zafarrancho de limpieza, y todo el polvo se va. Lo malo, es que el efecto dura más bien poco.

Sobre el orden, yo siempre he tenido un orden desordenado. Me acuerdo cuando me echaban la bronca en casa porque dejaba las cosas encima del piano (se nota que soy pija, que dejo las cosas en el piano). Pero yo sabía dónde estaban los apuntes: encima del piano. Si los movían, adiós París.

No soy demasiado neurótica del orden. Una cosa normalita, limpia y aseada. NO me dan los siete males si veo una cosa descolocada. A no ser que sea ya demasiado evidente, claro.

Una manía que yo tengo es: cuadros torcidos, (corbatas también claro, pero por estos lares no se usan mucho), cajones y puertas de armario abiertas. Dice mi marido si tengo miedo de que salga del armario un fantasma. No, pero, alguna manía tendría yo que tener.

En cocina, lo que odio es que me muevan los útiles que uso normalmente: brochas,útiles de madera como cucharas o tenedores, espumadera, varillas..
Lo que pasa es que es mi marido el que friega, y como no es el que cocina, hay un desajuste.

Por cierto: yo las entradas las hago con antelación y las programo. El día que toca, como es ahora, las reviso, añado cosas etc.

Obviamente, como tengo el hombro hecho papilla, es difícil que me ponga yo a poner viñetas y esas cosas. Pero como ya tenía la entrada esta hecha desde hace dos días, pues lo único que estoy haciendo, es añadir información.

He pasado una nochecita toledana. Así que hoy toca.....seguir aguantando y esperando que pase el dolor.

sábado, 25 de abril de 2020

Cambio de pelo y pluma

Hola a todos, y todas. Que estoy yo muy de añadir palabras innecesarias para rellenar huecos.

Os cuento que, después de releerme Patria, estoy leyendo otra vez El clan del oso cavernario. Ya me he leído el primero y el segundo libro y estoy ya con Los cazadores de mamut, el tercer libro

Ayer se lo comentaba a mi marido. Esa imagen típica de neanderthales tipo oso, pelo hirsuto negro zaino bragado, con pinta más de animales que de personas.
Y en el libro, así lo indica: la cromagnon, rubia ojos azules; los neanderthales, oscuros ala cuervo.

Pero no es así. Genéticamente, el gen rubio y ojos claros es neanderthal. ¡Qué cosas! Cuesta imaginarse un neanderthal pelirrojo y con ojos claros, ¿Verdad?. Pero es lo que es. Porque ellos estaban antes que los cromagnones. Estos últimos, llegaron de una remesa posterior de África. Y llevaban sus genes oscuros. El clásico español oscuro, cetrino (este color clásico hispano es más supongo que por herencia árabe que por cromagnon).

Los genetistas dicen que ambas especies se juntaron, y por eso ahora tenemos la piel, los ojos y el pelo claro (los que los tengan, claro).
Hace años fui a una conferencia en la Ciudad de las Ciencias que hablaba de esto. En el turno de preguntas, yo pensaba que los asistentes eran todos muy doctos en la materia. Pero cuando oí las preguntas, me deshice del error.

Y entonces hice yo la pregunta que me reconcomía: ¿Por qué no se han hallado muchos restos de individuos híbridos? Que yo recuerde, no llegan a media docena.
Me comentó que puede que porque los individuos demasiado parecidos a los neanderthales, no pasaban por el canal de parto de una cromagnon, Y sólo los más parecidos prosperaban.
Pero también, imagino, hubo cruces a la contra: mujeres neanderthales dando a luz híbridos.
Lo que está claro, que, al contrario que el burro y el caballo, cuya descendencia es infértil, y eso que son especies muy próximas, el cruce de neanderthales y cromagnones dio individuos reproductivos. Y aquí estamos nosotros.
Yo he heredado el occipital sobresaliente, los ojos verduscos y la piel medio cetrina (esto algún árabe que tengo yo en mi ancestro)

Me pasa igual que con las plumas de los dinosaurios. De toda la vida hemos visto al T. Rex, igual que una iguana a lo bestia. Con muchos dientes y unos rugidos que te ponían los pelos como escarpias. En Parque Jurásico, asustaban muchísimo.
Y resulta que dicen que podían tener plumas. Y que rugir, pues el mismo rugido que un cocodrilo. Rugían para dentro. Imagino que para un depredador, meter ruido es la peor de las ideas. En las pelis, asusta mucho, pero, realmente, cuando los depredadores van de caza, están calladitos.

Que los pájaros son la evolución de los dinosaurios, pues muy bien. Los pájaros son bastante más bonitos que los dinosaurios, pero  menos interesantes.
Pero ver un T. Rex con plumaje colorido...pues hace más gracia que otra cosa. Parece que se ha disfrazado para el día del Orgullo Gay.

Está claro que no todos los dinosaurios tenían plumas. Yo al que he visto es al T. Rex y a alguno más.
No hay registro de cocodrilos con plumas (vaya engorro en el agua) ni tortugas ni varanos  ni lagartos varios.





Y está claro que esto de que un bicho tan grande corriera cual galgo en canódromo, nanay. Ningún bicho grande corre mucho. El único que se le aproxima, es el elefante. Y no hay comparación de tamaño.

También ponen a los herbívoros medio alelados. La verdura, pues, ejem, es muy sana y eso, pero no da mucha energía. Por eso los herbívoros se pasan el tiempo comiendo. Pero eso no significa que fueran idiotas o lelos. Hay herbívoros muy listos, y otra vez mento el elefante. Imagino que un bicho de tropecientas toneladas, no le daría para ganar el premio a la velocidad. Pero de ahí que cuanto más grande y más vegetariano, más tonto, no.

El mito de la sangre fría ya se fue a la porra hace tiempo. No tenía sentido ninguno, e iba en contra de la vida en la Tierra.

O sea: dos mitos fuera:
Los cromagnones no éramos rubios y con ojos azules
Algunos dinosaurios sí tenían plumas.

Tendremos que acostumbrarnos a los cambios. Veremos cuál será el próximo mito en caer.

viernes, 24 de abril de 2020

No es lo mismo: reflexiones del coronavirus

La verdad es que sumamos y seguimos otra semana más encerrados en casa.

Ayer, en el parque de los perros, lo estaba yo pensando. Jamás en mi vida me podría imaginar que un virus nos dejara tanto tiempo encerrados.

Yo, ciertamente, tampoco es que me mueva mucho. Normalmente, sacaba el perro con mi amiga Maribel, y dábamos una vuelta por los huertos de una hora. Luego a casa y ya está. Si era lunes, tenía ensayo. Pero últimamente tenía yo un poco de perrucería, y no iba. Sobretodo si hacía frío o llovía.

Llegaba el fin de semana y sí había movimiento: viernes, cate; sábado, misa niños con guitarra; domingo, misa órgano adultos.

Salíamos poco. Al Puerto de Sagunto, al Family Cash a proveernos. Una vez a la semana. Aprovechábamos para ir al Oasis Garden y mi marido se tomaba un café y yo me compraba un cactus.

Ayer me dijo mi marido que le apetecía salir a caminar por el cauce del Palancia. Hay un paseo muy bonito, con árboles, con aparatos para hacer deporte, y la verdad, llevaba yo tiempo queriendo hacérmelo entero: 4 kms de ida otros tantos de vuelta, y si vamos a la mar, unos 7 kms. Pero son en llano, tirando ligeramente hacia abajo, porque es la desembocadura del río. Que por cierto, mayormente está seco. Aunque con marzo lluvioso y Abril más lluvioso, no sé yo cómo irá ahora.
Por cierto, que ya no hay sequía, y con tanto bicho chino que mentan, no sale esta gran noticia. Está lloviendo por mi y por mis compañeros. ¡Mare meua!. La ventaja es que lloviendo, no apetece salir. Todo ventajas.

Yo vivo en un piso normalito, uno 110 mts cuadrados, y vivir el confinamiento ha sido difícil al principio, luego más sencillo.
Pero me hacen gracia algunos famosos, que nos hablan de lo bien que se está confinado. ¡No te fastidia! Con sus casoplones, que sólo el comedor mide lo de mi casa entera. Con su jardín en el que pueden hacer todo el deporte que quieran. Así, es mucho más sencillo pasar el confinamiento. No es lo mismo, no señor.




Y yo sigo estando en el parque para perros porque 10 minutos da para pensar bastante. Y lo que echo de menos en mi pueblo, son los niños. Mi pueblo tiene muchísimos niños. Precisamente porque es un pueblo ideal. Está cerquita de Sagunto y de Valencia capital y Castellón capital; está rodeado de huertos, es tranquilo y se puede aparcar. Y por eso, mucha gente de Sagunto se vino a vivir aquí. Aquí los niños pueden estar sueltos sin miedo a nada. Y por eso, es una gozada vivir aquí. Y los niños dan vida a un pueblo, no cabe la menor duda.,

En Faura, se puede oír el canto de los pájaros. Y ahora, en primavera, que están en cortejo, es fantástico. Lo mío no es la ornitología, así que tampoco os puedo decir qué pájaros son: algunos cantan muy bien; otros, no tanto, pero le dan vida. Me encantan unos halcones que tenemos. Aunque igual no son halcones, son otro bicho de la misma familia. Una pasada. Y palomas, y tórtolas (alias el pájaro bu bu) y las urracas. Con las urracas ha pasado igual que con los madrileños. Se han venido a Valencia y se han quedado, porque hace mucho mejor tiempo.
Y las urracas han hecho que no haya tantas merlas.
Un jolgorio que, a ver si puedo grabarlo alguna vez, de buena mañana, para que lo oigáis.
A pesar de que casi todo el riego se hace a goteo, aún hay acequias, donde se puede oír el ruido del agua. Esto si que no os lo podré enseñar, porque en mi casa no hay acequias. Están algo más lejos, jajaja. Si os conformáis con el grifo, pues ya me contaréis.


Olor a azahar, a flores, el oír los pájaros, el agua. La paz y la armonía. Diréis que no vivo en el paraíso. Pero, al igual que el Paraíso, el Gobierno, no me deja salir, snif. A ver si se pasa esto rapidito, que estoy trinando por salir.
Hoy, cuando me he levantado, me he acordado de grabar mis mañanas, con los pájaros cantando.
También oís a mi gato, que me ha saludado

Mientras,  el pueblo está callado, sin el griterío  ni el bullicio infantil. Y por eso parece más muerto todavía.
Cierto, que cuando paso por las casas, se oye el jaleo. Pero es un niño o dos (es raro que las familias tengan más hijos) y después el adulto de turno.
Las cometas, los arco iris, me hacen pensar que los niños están detrás. Yo debo de ser muy niña porque tengo mi arco iris, mi cometa y todo lo habido y por haber.

Hoy he leído los periódicos : el País, ABC, el Levante, Las provincias, El periódico de aquí. Y todos dicen lo mismo: que los niños hasta 14 años pueden salir a pasear. Estupendo.
¿Y los adolescentes entre 14 y 18? Porque un adolescente da mucha guerra, más que un niño que se entretiene con cualquier cosa.
Mi hijo está que trina, tanto, que se ha montado un saco de boxeo con un saco de dormir que no le vale. Y le da al boxeo con estruendo vario. Dice que le relaja. Que si me apunto.  Yo uso la almohada cuando estoy hasta las narices.

Claro, mi hijo no tiene móvil, de resulta de sus suspensos y de sus mentiras, y como sólo tiene 2 horas de tele, está mucho más confinado que nosotros. Pero, como yo le digo: cada uno es dueño de sus actos. Y él ya sabía lo que había, o sea, que aguajo.(aguantarse y jorobarse...y aprender de una santa vez)

Y hasta aquí mi reflexión de hoy




jueves, 23 de abril de 2020

El desconfinamiento


Parece ser que la semana que viene, empezamos el desconfinamiento. Una palabra que me sale subrayada en rojo, porque no existe.

Y aquí empieza la parte que no me gusta mucho.

¿Por qué empezarán a poder salir los corredores? Dicen que son deportistas. Innegable, desde luego.

Pero lo que no me parece bien, y lo estoy padeciendo yo en carnes propias, es el paseo de perros. 10 minutos nada más. Si tienes un chihuahua pues, estupendo, seguro que le sobran los 10 minutos.
Pero los que tenemos otro tipo de perros, y yo tengo un teckel standar, con 10 minutos de quedan muy cortos.

Yo entiendo que pasear perros en multitud de gente, es peligroso. Pero donde vivo yo, puedes pasear tu perro por caminos de huertos, y no encontrarte a nadie en media hora. Bueno: puedes encontrarte al guardia civil toca huevos, para indicarte que no puede ser ¿A quién voy a contagiar? ¿A un naranjo o a un aguacate?


Mi gato disfruta siempre. No sale pero cotillea el que más. El riesgo que hay es que aproximes demasiado las sillas y se suba a la barandilla del balcón. (que por cierto, yo siempre le he llamado terraza, pero me han dicho que no es lo mismo: terraza es más grande). Mi cerebro lógico dice que no se va a caer, pero mi cerebro reptil dice que si: así que cuidadin

Y vamos con el deporte. Esto del deporte no lo entiendo. Porque caminar es un deporte estupendo, que no oxida (el correr oxida mucho) y es mejor para el cuerpo.Y si encima, lo haces con un perro, mucho mejor. Que pregunten a los psicólogos.

El tema  de los psicólogos hace gracia. Siempre tienen algún consejo para todos. Y así, todos contentos.

Aparte: uno se pone un chándal y ya dice que hace deporte. ¿Hay que correr para hacer deporte? Yo recuerdo en Francia, todo el mundo en chándal paseando por los Campos Elíseos. Se nota que son deportistas los franceses. Y en Italia, tres cuartos de lo mismo.
Y os digo: el coronavirus ha hecho que la gente se ponga el chándal, y a hacer deporte, que es muy sano.

Dicen que los adolescentes se agobian de estar en casa. A mi, que salgan los adolescentes. me viene bien. Porque así mi hijo saca el perro por la noche. Tengo un perro que se intenta tirar a todas las hembras del parque. Y con los machos, se lleva a matar. Un incordio muy grande. Teníamos planeado castrarlo, y lo haremos a no más tardar acabe la cuarentena. Está en el cuarto o quinto lugar de la lista.

Y por cierto, me he enterado que estoy en un grupo de riesgo. Cierto: tengo alergia al polvo y alguna vez he tenido crisis de asma. Poquitas veces, la verdad. Hace falta que se monte una polvareda de aúpa para que me den los males. Pero como sí es cierto que tengo una rinitis alergia brutal (los vascos o lo hacemos bien o no lo hacemos), puedo ir a la farmacia a que me den mascarillas gratis.

El ayuntamiento de Faura , nos ha enviado un whatssap diciendo que no es necesario que vaya el titular. Tenemos un chollo con el ayuntamiento de Faura. Nos envía videos preciosos, nos manda el tiempo meteorológico, nos da consejos de mascarillas y varias cosas, nos da ánimos. El alcalde se pasea por el pueblo sacando fotos a los balcones, con sus cometas y sus pendones de vírgenes y santos varios, y con sus arco iris. Esto lo digo sin acritud. Me parece estupendísima la labor  del ayuntamiento






El domingo pasado, día de duelo, nos envió este video, veréis qué chulo







Lo de no tener que ir yo a por mascarillas, es mejor, porque no tengo ganas de ponerme yo una para salir. Los que llevamos gafas es un incordio, porque se te empañan los cristales. Con lo cual, mi esposo mantecoso es el que irá.
Obviamente las mascarillas serán para él. A no ser que yo empiece a moverme por el pueblo, que lo pongo en duda, paso de mascarillas. El parque para perros me pilla a la vuelta de la manzana.

Por cierto, que la ignorancia hizo que mi marido y yo criticáramos a los que iban con mascarilla en el coche. Y ahora es mi marido el que lo hace. Es que las mascarillas que se atan en el cogote son más difíciles de poner y quitar. Con lo cual, hemos rectificado y sabemos que la gente que va con mascarilla en el coche es para ahorrarse un incordio. Aparte, mi marido, por ejemplo, no sabe atársela. Seguro que porque no se ha puesto demasiados delantales. Acabas con un callo de atarte las cosas por detrás estupendo.

De lo que tengo realmente ganas, es de ir a la iglesia. Todas las mañanas, cuando me levanto, voy al balcón y veo la iglesia y me da morriña. Porque ver la misa desde el ordenador, aunque la oficie Guillermo, el cura de la parroquia, es muy descafeinado.No me gusta nada, y sé que al párroco tampoco. A ver si pronto podemos  vernos. Estoy hasta dispuesta a ir a misa con mascarilla.

Y hasta aquí la entrada de hoy. Que paséis buen día


miércoles, 22 de abril de 2020

Mi minimundo confinado

Para mi, el salón es lo que dice más de las personas que viven en una casa.

Mi salón es distinto, porque dentro de él, está el cuarto del ordenador.
Por tanto, tiene forma de L, el cuadrado
que falta es el cuarto del ordenador. La pared de la tele, es la pared del cuarto del ordenador. Tenemos el equipo de música con su ecualizador. Encima, las cajas con los recuerdos de Colombia. La ropa con la que le vimos por  primera vez, sus primeros juguetes, papeleo vario...

En los siguientes videos, veis el resto del comedor y el cuarto del ordenador.





El comedor, tiene una estantería que va por temas. Empezamos abajo del todo, donde tengo los libros que no me caben en las estanterías. También los álbumes Hoffman con la estancia en Colombia, el bautizo y la Comunión.
Pasamos a la primera estantería: Rafa Comunión

Siguiente: Necrológica: las dos abuelas con la de Covadonga protegiéndolas. Antes estaba el Cristo de Limpias, pero se cayó y se rompió.

Siguiente: nuestra boda

Cuarta: Icono que nos regaló Oleg, un chico ucraniano de Taizé al que alojamos.
Yo digo que si al icono  se le notaran las cosas que le cuento: mis problemas, mis alegrías, mis dudas...le pasaría como al retrato de Dorian Gray: no se vería.
Más rosarios,  porque tengo unos cuantos.

Abajo, la súper amatista que fue regalo de boda. Y que parece un tiburón. Para limpiarla es muy difícil. Y cada vez que miro por internet, me salen limpiezas de auras y varias chorradas.

Siguiente: Recuerdos de Colombia y el marco digital donde están las fotos que hicimos en Colombia

Última: Fósiles, y también el ozonizador, colocado tan alto, para evitar travesuras gatunas.

Estas estanterías son móviles. Cuando llega Navidad colocamos el Belén ahí, y las tengo que quitar.
Cuando acaba la Navidad, las vuelvo a colocar de manera distinta. Imaginación al poder.

Aquí , el resto del comedor. Como véis, no está pulcro. Cada vez que veo un comedor impoluto, ya sé que la gente no vive. Un comedor tiene que tener un poco de desorden.
En este caso, pues cosas en la mesa, el tendero puesto. Con lo que está cayendo hay que extender la ropa en el comedor. Y mi balcón, que no es grande, pero como da a la calle Mayor, puedo cotillear, que me gusta mucho. Ahora entre el arco iris y Santa Bárbara, apenas tengo vista cuando me siento a trabajar. Pero queda muy chulo desde fuera, que es lo principal




Cuarto del ordenador. Pequeñito y bien surtido:
Empezamos con mi ordenador. El salvapantallas es de la Ciudad de las Ciencias. Es mi leonera particular. Y normalmente está llena de lanas. Pero he ordenado porque estoy en un impass entre los muñecos coronavirus, y el top coronavirus. También tengo la caja de zapatos de la multifunción. La pared, con el cuadro de San Valentín que hice en Leroy Merlín

Pasamos a mi estantería, que la pobre ya está como la Torre de Pisa,inclinada,  y hasta arriba de libros.
Las cajas, contienen los muñecos coronavirus.

La guitarra y la bolsa del miraguano. La pobre guitarra, menos mal que tiene una gran funda, muy acolchada. Porque mi gato se empeña en meterse por todos lados y la mueve.

En la columna, un mapa de Valencia de 1693.

Estantería de mi marido, mucho más ordenada.

Y mi caja de lanas marrones, negras y alguna blanca que se me ha colado.
Yo tengo las lanas en bolsas por colores.

Ventana con el Resistiré y Tot anirá be (todo irá bien) y la bandera confederada de mi vecino, flameando al viento.

Mi enciclopedia de Historia Universal. Es de la época de la facultad. El profesor de Historia de América nos recomendó uno de los libros. Yo me hice la enciclopedia entera.

Y el portátil de mi marido, donde normalmente trabaja

Siguiendo en la pared: Paneles con el primer encuentro con Rafa en Colombia y los primerísimos días.

Y este es mi minimundo confinado. Lo principal os lo he puesto.
En el comedor hacemos vida. Porque, lógicamente, también hay una mesa de comedor inmensa donde desayunamos, comemos y cenamos. Y jugamos, claro está.
Y hasta aquí, mi entrada de hoy. Besitos a todos



martes, 21 de abril de 2020

Tejer hasta el fin del coronavirus.

Hola de nuevo a todos:

Hace tiempo tenía un top en mente. Y aprovechando el coronavirus, lo he buscado. Me ha costado lo mío, porque no recordaba en qué página lo había visto. Y por fin, en ravlery, buscando tops, lo encontré. Se llama Isabella y es del 2007, ha llovido ya.

Me gustaba mucho el color. Pero cuando he buscado la lana exacta, me salía carísima, así que me he ido a otros sitios. En ovillos.com, he encontrado algodón a buen precio  y majo.
Pero...no había del mismo color. Y claro, para los calados hay que buscar colores oscuros, pero no demasiado. Hay que pensar que en verano, se tiene que notar.
Mi marido optó por el naranja.  Pero a mí no me acababa de convencer. Así que le dije. -¿Y el fucsia? Y también le gustó





















En Ravelry, hay muchísima gente que lo ha hecho. He encontrado una persona, que lo ha  hecho con manga y en rosa. ¿Verdad que es bonito?



Yo si  me llega el algodón, también lo haré con manga. Con la edad, las fofeces se notan mucho y no me apetece enseñarlas.
Ponerme algo debajo, pues no. Que enseñar el canalillo no hace daño a nadie.

Y vosotros ¿Qué opináis?

Es tiempo de tejer, de leer y pasar el rato. Todo va a ir bien

Hoy ya me han llegado. Y claro, los ovillos parecían de 50 gramos por lo pequeños que son. Pero, son de 100 gramos. El color es más suave del que aparecía, cosa que me parece muy bien. Me da que va a quedar precioso.

Yo durante mucho tiempo odiaba el rosa. Básicamente porque se asociaba a la mujer. A mi me reviente que por ser mujer tenga que hacer esto o aquello. Me podéis llamar rebelde. O la que siempre lleva la contraria, que eso ya es menos bonito.

Pero bueno, la edad lo cura todo. Hace 30 o más años, me hice un jersey de verano, todo calados, en rosa y desde entonces lo tengo, tan bonito como calado. Me acuerdo que pensé en mi padre, que era muy estricto. Yo coloqué  los ochos en zonas peligrosas.

Siempre me han gustado los calados. Que insinúan pero no enseñan. Este jersey jamás me lo puse delante de mi padre. Fue mi primer y hasta ahora único jersey rosa de verano. De invierno ya me he hecho algo color salmón y en tonos lilas.

Este será mi segundo y atrevido top en color vivo.

Por supuesto, que ya mis recelos hacia el rosa se me han ido. Creo que los colores no son para un sexo u otro, sino para todo el mundo. Hay colores que a una persona le sientan bien, y otros que le pueden sentar como un tiro. A mi marido le encanta el rosa. Es un color agradecido, que va bien con pieles oscuras y con pieles claras. Y en sus diferentes tonos resulta la mar de resultón.
He cambiado el patrón porque el algodón es más grueso. Ahora haré este:


Que si soy feminista. Mucho más que las que van por ahí en manifestaciones y asaltando iglesias en pelota picada o de esas que dicen: nosotras parimos y nosotras decidimos.
Yo he conocido muchas que bla, bla bla, y luego en casa, le ponían las pantunflas a su marido.
Mi feminismo es casero: en mi casa trabajan todos. Y yo, que no he nacido con una fregona en el culo, pues va a ser que trabajo menos que mi marido. Odio las tareas domésticas (menos la cocina)
Y nada de que mi marido me ayuda. La casa la enguarrinamos todos. Y todos, a trabajar.

Colores: los colores, para todos, sin distinción. El rosa significa alegría. Y mira qué alegría me voy a dar yo haciendo este top.

lunes, 20 de abril de 2020

Y tú ¿A qué juegas?

  

Ya casi me conocéis con tanta historia que os he contado.

Me queda una cosita: me encanta jugar. Sea a lo que sea.

Hemos sido muchos hermanos, y los juegos de mesa eran la manera más divertida de pasar tardes lluviosas. En Reyes, siempre caía un juego, con lo cual, a lo largo de los años, reunimos muchísimos juegos
 Palé, Scatergorix, Risk, Monopoly, Trivial, scrabble, pictionary, absolutas idioteces, Hotel, vuela cuela, Tabú, Laberinto,Master Mind, Hundir la flota Diana. Y claro: parchís y oca.Y tantos otros, que no me acuerdo.

Y soy relativamente competitiva. Prefiero ganar, pero tampoco me importa perder. Aparte: considero que es infantil enfadarse por perder en un juego. Y si, alguien me saca de mis casillas, disimulo.

Hay un juego que odio: el Risk. Es un juego malévolo en el que puede que te toque destruir el ejército de un compañero. Y, no hay manera, no, y molesta.
Mi hermana mayor era especialista en tocar las narices. Se regodeaba. Y me decía: A tí no te molesta. La procesión iba por dentro, disimulaba yo muy bien las ganas de darle una torta.
Un día, jugábamos con su novio (su marido actual) y ella en su papel: dando por saco, pinchando. Y en una de estas, Alfonso, se levanta, coge el tablero y lo tira. Y mi hermana:¡Ala! A recogerlo todo.
Tengo una hermana que es epiléptica, y le daban ataques cuando jugaba. Ese juego fue desterrado.

Alfonso era y es un tipo tranquilo, pausado, que no es altera tan fácilmente. Mi otro cuñado, Javi, es todo lo contrario. Muy nervioso.
Y cuando jugábamos al parchís, pues la gracia, es picar un poco al contrario: Ala, te como, cuento veinte, te vuelvo a comer y entro en casa, te chinchas. Y mi hermana Paloma me miraba. Javi tiene mal perder. Es el clásico que no le gusta perder ni a las chapas. Y claro, a la mínima se enfada. Pues peor para ti. Así tienes otra faena: desenfadarte.

Otro juego para recordar: el vuela cuela. Es un juego muy simple similar a la diana, pero de mesa. Con las manos (las manos de plástico del juego), se hace palanca para tirar los conos al tablero. Como el tablero está numerado (el centro más puntuación, las esquinas, menos), se trata de conseguir la mayor puntuación. Tirando de boli y papel, anotamos las puntuaciones y quedamos la cifra a la que hay que llegar: 1000, por ejemplo. El que primero llegue, gana.
Es un juego difícil de encontrar y la mar de divertido. En el chalet, recuerdo una anécdota. Se me había quemado un guiso y lo tenía en el suelo, para enfriarlo.
Y estábamos jugando al vuela cuela, y mi hermano mayor, estaba perdiendo infinito. Y con su cara de póker, impertérrito. Y en una de estas se oye: ¡Miau!. Nuestro gato, había intentado comerse el guiso, que estaba frío por fuera, y caliente por dentro. Al meter la zarpa, se había quemado.
Fue maullar, nos entró la risa, y  mi pobre hermano Patxi (al que parte de las risas estaban dedicadas) ahí, plantado con cara de , ya se callarán estos petardos.

Otro juego chulo chulo: absolutas idioteces.
La de risas que no he hecho yo con este juego. Hecho ex profeso para mí. Yo soy payasa de segunda profesión. Y tengo imaginación para inventarme palabras.
Con este juego, nos ha pasado de todo. Una vez, mi hermano era el mano, y tenía que soltar una chorrada sin que se le notara nada. Y de tanto aguantar, se le salieron los mocos. Yo me meaba de risa.
Otro día, ya casada, en una de tantas que fuimos a Basauri, yo apunté: jincamontañas como otra manera de llamar al saltamontes. Y coló. Todos opinaron que era la correcta. Se nos ha quedado el jincamontañas para siempre.

Mi marido es peor jugando: es demasiado inocente. Y soy más astuta y estoy acostumbrada a jugar. Un truco es sonreír siempre: tanto si si, como si no.

El Tabú: otro juego la mar de divertido. Ideal para gente que se pone nerviosilla. Cuando detectas al nervioso, ya sabes a quien tocar las narices con la alarma.

Pictionary: Hay gente que sabe dibujar, pero no sabe concretar. Y las manos, qué grandes son para dibujar, y la gente las usa para explicar (Igual que en el Tabú). Los dibujos cagarrutas de mosca son estupendos.

El Trivial: aunque parezca que no tengo abuela, en mi familia no tenía rival. Cuando venía algún amigo de mis hermanos un poco más ilustrado, ya molaba más. A mi no me gusta ganar sin luchar. No tiene salsita. Me gustan rivales potentes, que me den guerra. En el único tema que fallaba, era el de Cine y Televisión. El mundo rosa me aburre mucho. Y de cine, cortita ando.
Pero, como soy buena en deportes (cosa extraña en una chica, se supone), pues compenso

Los juegos tipo Palé o Hotel o Monopoly, pues ni me gustan ni me disgustan. De más joven me disgustaban. Eso de montar tú tu hotel y que vengan y te lo quiten, molesta mucho, jajajja

Los juegos para dos: hundir la flota, Master Mind, Scatergorix, me gustan mucho. Fijaros que el ajedrez o las damas, me la repampinflan (demasiado lento), pero estos que hay que darle a la neurona me van mogollón.

Otro tipo de diversión son los jeroglíficos, los crucigramas y las sopas de letras.
En mi casa, todos los días se traía el PP: pan y periódico. Y con mi padre, tenía yo una competición de a ver quién era el primero en averiguar el jeroglífico.
De esa época me aficioné a los crucigramas y sopas de letras.

¡Cuantos días playeros haciendo crucigramas! Al final, hacía los difíciles: los blancos y los silábicos. Aprendimos palabras nuevas: Ale, que es la cerveza inglesa; go, que un juego chino. Realmente útiles para nuestra vida playera

Cuando me casé, claro, empezamos a comprar juegos. Y un día en una tienda, veo el Vuela Cuela. Desde entonces está con nosotros, y menudas partidas nos echamos. Ahora que Rafa es mayor, juega. Pero le pierden los nervios. Cuando va ganando, se le cruzan los cables y la mano se le pone tonta y manda los conos a tomar por saco. No por enfado, sino por nervios. Le da el tic tonto, jajajaja
Este juego, no lo busquéis, está descatalogado. Y es una lástima. Básico y divertido.

También tenemos el Tabú, pero es para 4 personas.
El laberinto: para pensar mucho, yo soy bastante mala, es Rafa el que suele ganar.
Y el Monopoly edición mundial. Me he reconciliado con este tipo de juegos, y no está mal.

De cartas, he jugado a todo: mus, escoba, tute, brisca, chinchón,. A todos hemos jugado. En mi casa, que éramos tropecientos, pues fácil jugar.

En Valencia, a mi marido no le gustan o sea, que se acabó. Hemos jugado al dominó, que ni le gusta ni le disgusta.

Lo que le gusta es la Diana. Al principio de nuestro noviazgo, le regalé una diana de pared, y nos echamos nuestras partidas. Ahora en confinamiento, tenemos una lucha entre mi marido y yo. Rafa, a veces se apunta. Pero, está en la mierda de la adolescencia y, en lugar de jugar, se va a su cuarto a no hacer nada.
Como veis, es una diana que, cuando se pliega como un tríptico, no parece que sea una diana.
Tenemos el problema de las plumas. Son difíciles de meter y al final, vamos jugando don 4 dardos. Tendremos que comprar más plumas otra vez.

El vuela cuela es la opción, cuando no se quiere uno mover mucho, ni pensar tampoco demasiado. Y mola mucho, mucho mucho.

Y con las nuevas tecnologías, llegó el juego al móvil. Y yo juego mucho: .
Puzzle pets: el clásico de juntar 3 o más del mismo color
Sopa de letras: pues eso, sopa de letras
Brick classic: tipo tetrix
word of wonders: el que me tiene más enganchada: Entre sopa de letras y crucigrama blanco, pero sin letras para ayudar. Y vas pasando por países y te enteras de cosas. Estoy enganchadísima. Porque es difícil, claro. Normalmente pido ayuda a mi marido, porque 4 ojos y dos mentes suman más que una sola. Rafa está descatalogado, por suspender 3 asignaturas y mentirnos.

En el ordenador, juego poco y cada día menos. Antes jugaba a los juegos de cartas clásicos que vienen en el ordenador. Luego, al candy crush saga. Hasta que llegas a un nivel que no hay manera, y no me compensa perder el tiempo en esa tontería.

Hubo uno, muy chulo, que ya no encuentro: El Pandora's box, de tipo puzzles distintos y la mar de entretenido.

Tenemos la wii, regalo de comunión de mi hijo. Al principio, jugábamos mucho al tenis, al golf y a los coches. Luego, se fue enfriando la cosa, y ahora ya está la wii cogiendo polvo.

Me gusta jugar. Creo que la edad no influye para tener un espíritu festivo. Yo sigo igual que cuando era joven, pero con menos perjuicios.

Con tanta entrada de cosas serias que me gustan, se me olvidó una: me gusta reír y hacer bromas.

Prefiero tener arrugas por reír que no por amargarme la existencia.

Soy payasa, y a mucha honra.

He dicho





domingo, 19 de abril de 2020

Desapariciones: Programa de misterio coronavirus.

Es sorprendente lo que este estado excepcional hace con la gente. Yo debo de ser bicho raro porque no he hecho nada del otro jueves.

Al principio, la gente se llevó el papel higiénico como si en lugar de una neumonía, hubiera un caso de mega diarrea total. Y no había dónde encontrar papel higiénico. Y cuando ibas a una tienda, te pegaban unos cañazos de aúpa.

Lo de las mascarillas, es para darles de comer aparte. El gobierno ( y mira que no quiero hablar mal del gobierno) nos han hecho un lío monumental. Al principio y casi hasta ahora, decían que no eran necesarias. Y luego, que sí. Y claro, los que no estamos en el grupo de mascarillas gratis, las tenemos que pagar. Y 2 euros cada mascarilla es un robo. UN ROBO EN MAYÚSCULAS.

Otro misterio: la harina : la gente se ha vuelto repostera y falta harina. Y como yo si la uso para mis masas, me he encontrado con que falta. Hasta aquí, normal, porque es lógico que si tenemos tiempo nos dediquemos a la repostería. Los bizcochos, de todos modos, es mejor con harina de repostería, que tiene más aire. Pero, da igual, son facilitos, y el único problema que dan es de temperatura, que tiene que ser baja (180 grados) porque si no, suben rápido y bajan igualmente rápido.
El complemento no necesario de la harina es la levadura de panadería. Esa que venden en taquitos amarillos.
Esto son palabras mayores: no es para noveles en las artes amasorias. Este tipo de levadura se usa para hacer pan, empanada, pizza, brioches varios (panquemados, roscones, bollos suizos), y son más difíciles (iba a decir jodidas pero no se dicen palabrotas) de usar. El desastre, si es la primera vez que la usas, está asegurado.

Ante la imposibilidad de usar levadura, porque no hay existencias, le he dado a la cerveza. Y no porque me haya emborrachado de pura frustración, no. La cerveza contiene levadura y gas carbónico, que ayuda a leudar la masa (subir).

Así que, ya sabéis, expertos cocineros, si no encontráis, como yo, levadura de panadería, seguro que encontráis cerveza que, os va a venir muy bien.

Los que tejemos, también nos hemos puesto al curro. Pero creo que no tenemos problemas de existencias. Las tiendas online de ovillos, van muy bien.

También los buscadores de chollos (yo lo soy) miramos y remiramos, y ya sabéis que Sprinter tiene unos precios buenos. Y si miráis rebajas del 50 % en zapatillas, es golosón, golosón. Tampoco hay miedo de agotamiento de zapatillas, no hay problemas

Seguiremos en la nave del misterio en busca de más desapariciones muy muy misteriosas


sábado, 18 de abril de 2020

Mis aficiones 9: la cultura

De nuevo y como todos los días, siempre que tenga que contar algo, os cuento que me considero una persona del Renacimiento: no soy monotemática. Me gusta la cultura en general.
Esto no quiere decir que sea yo la típica rata de biblioteca, empinada y redicha.

Yo tengo ansia por saber. Lo quiero saber todo, todo y todo.

Hay temas que me interesan: La paleontología: De toda la vida me han entusiasmado los dinosaurios.
La vulcanología : Fijaros que no soy muy aficionada a la astronomía, porque pienso que es más interesante la vulcanología. Creo que si aún no conocemos del todo bien cómo es nuestro mundo, para qué andar mirando otros mundos.

La astronomía me gusta en plan poético: mirar a las estrellas, los planetas, saber su nombre. No me planteo si van a chocar las galaxias, o si algún sol va a colapsar. Tampoco es que me interese mucho Marte o Júpiter. Si ponen un docu, y en honor a mi marido que si que le gusta, me quedo. El problema es que si el docu lo hacen por la noche, me quedo torrada. Hace tiempo pusieron Cosmos, y yo me desperté con Fobos y Deimos. Pensé: ya estamos cerca de la Tierra, hemos llegado a Marte.

Espelología: Me gustan las cuevas y todo lo relacionado con ellas. Nunca me he planteado hacer espeleología. Tengo una claustrofobia bastante hermosa. Sólo de pensar en meterme por esas gateras, me produce sudores. Pero me gustan los documentales de gente escurriéndose por sitios imposibles, para ver alguna estalactita.
Cuando son cuevas accesibles, me encantan. En Carranza (Vizcaya) hay una cueva súper chula con estalactitas excéntricas. Estas son un tipo de estalactitas que crecen como si fueran raíces de árbol.
En Castellón, en la Vall d'Uixò está las cuevas de San José, a las que vas en barca y es espectacular.

Castillos: Nos gustan mucho. Nos encanta ir a cuantos más mejor. Aquí no hacemos ascos a si son castillos o ciudadelas.
Cierto que a mi, la época que más me gusta de la historia es la Historia Medieval. Me van los castillos, los caballeros y las damas en las torres. Pero, bromas aparte, la época que más me gusta es la transición de la Edad Antigua a la Medieval, sobre todo en Euskadi. Euskadi tuvo una romanización escasa. Y se pasó directamente del Neolítico a la Edad Media. Entre medio es lo que me interesa.

De los egipcios estoy hasta el pirri. Pero reconozco que ver sus objetos me gusta. Cuando hace años hicieron una exposición de Akenaton (Amenofis IV) hicimos una gran cola (y eso que yo soy anti colas)

Igual para los guerreros de Xian. Otra gran cola, y encima por duplicado. Como soy historiadora, se cree la gente que yo sé mucho de estos.
A base de tropecientos documentales, ya casi soy una experta

La historia contemporánea, no me gusta nada. Y últimamente en el canal Historia no paran con la 2 guerra mundial.

Y relacionada con la Historia, está la arqueología. Yo fui a 2 excavaciones durante 3 años. Acabé la carrera, y lo dejé. Antes no había whassap y cosas de estas para estar en contacto.
Me gusta ir a excavaciones y ver lo que han encontrado. En Valencia hay mucho romano, y es una pasada.

Los Museos: toditos todos. En Valencia nos quedan pocos por ver. Cito: el del Ninot, el de la Almoina (con la Valencia romana a tus pies), la Ciudad de las Ciencias, Museo de historia, Museo paleontológico y de malacología (qué chulas las conchas)

Ver cuadros.....depende y también depende de la cantidad. Unos cuantos si. Me pasa como con la poesía. Cuando se ven muchos de la misma clase, aburre.

Por no hablar del arte moderno. De ese que pone un hierro oxidado y te dice que es arte.
Me gusta el Barroco, el impresionismo, el puntillismo, el realismo. Y algunos ismos que seguro que no están en mi memoria. El arte naïf, también me gusta.
El hiperealismo, pues me asombra, pero no es eso lo que yo quiero en un cuadro. Porque para eso está la foto. La pintura tiene que hacer intuir, hacer pensar.

Me gusta el folklore y las tradiciones antiguas. Tiene un amigo mi marido, Bea, que tiene en su casa cantidad de trastos antiguos: pesas, objetos de botica, herramientas antiguas de campo.... una pasada

La música ya sabéis que me gusta. La danza, también, aunque no acabo de acostumbrarme a las mallas. La danza contemporánea me gusta mucho también. Pero reconozco que no tengo suficiente cultura al respecto.

Las artes menores, que para mi son mayores son preciosas: la orfebrería, la cerámica, la joyería. Cuando hay exposiciones, ahí vamos de cabeza

Cine: pues no soy yo muy cinéfila. Tengo algunas películas que son tesoros: La Misión, La lista de Schlinder, Los chicos del Coro, Crash, Memorias de Africa, El club de los poetas muertos, Los otros.
Tengo previsto ver alguna más de Queen y de los Beattles, que me ha dicho mi  hijo que seguro que me gustarán. A mi me encanta Queen, que es de mi época, y me encantan los Beattles, que no son de mi época.

Ahora os cuento lo que odio, odio y reodio. La Física. Mira que ha pasado tiempo, y el tiempo lo cura todo, y se ven las cosas de diferente modo. Pero, imposible.
En el insti, odiaba las mates y la filosofía. De esos odios ya me he curado.
Recuerdo que tenía un profesor de filosofía en COU , Arri le llamábamos, que dijo un día que la filosofía se comprendía cuando uno ya era adulto.
Y cuando estudiaba Ciencias Religiosas, dimos filosofía, y me gustó. Y me acordé del comentario de Arri.
La Química tiene su acullá. Porque es como cocinar, pero con riesgo de explosión. Me gusta, sí, yo soy explosiva. Y quiero saber qué pasa.
Las matemáticas, pues pienso que no me gustaban por dos razones: cabezonería pura y porque , 2, le gustaban a mi hermana mayor. Y yo, todo lo que hacía mi hermana mayor, hacía lo contrario. Le tenía celos, porque era doña perfecta.

También, cierto es, que se me ha pasado todo, y quiero mucho a mi hermana, y nos reímos juntas. Las matemáticas, reconozco que tienen también un poco de todo: hay cosas que me gustan ¡Aleluya!y cosas que nada de nada, ni con omeoprazol

Se nos critica a los de letras, porque no nos gustan las Ciencias. A mi, sí: la Biología me chifla: el origen de la vida y todo eso.
Y la Geología, que me explica el origen de la tierra. Nosotros dimos en la Facultad un poco de Geología y me gustaba mucho.

La meteorología es mi profesión frustrada. Es súper interesante la formación de las nubes, los frentes, las borrascas.

La fotografía  me gusta mucho. Me encanta hacer fotos bonitas. Los cielos con sus arreboles son preciosos. Desde mi balcón veo salir el sol, y  desde mi dormitorio se pone. Cuando hay viento se ven espectáculos preciosos.


Lo que echo más de menos en este confinamiento, es pasear por mi pueblo. Que es lo más bonito del mundo.
Me asomo a mi balcón y veo al fondo, el mar; giro la vista y veo la montaña al otro lado. No podía ser mejor

Cuando hay día nublado es precioso



Cuando hay cielo azul, aún es más bonito. Es por eso que yo amo a la vida. Despertar con estas vistas es de lo mejor.













Y si estoy leyendo, que es una de mis pasiones, mejor que mejor









Podría estar hasta el infinito contado cosas hasta aburriros. Paleografía (me gusta descifrar textos antiguos), ortografía (soy muy estricta y me gusta la belleza de un texto bien escrito, sin faltas).....

En definitiva, soy mujer del Renacimiento en el SXXI

viernes, 17 de abril de 2020

Mis aficiones 8: tejer. Tejer en coronavirus

En Faura se me conoce por mis trabajos de punto. Dicen que soy una artista, pero yo sólo me considero artesana.

Mi afición por tejer viene de los tiempos de la Facultad. Cerca de la Facultad, había una tienda de lanas, y recuerdo que había expuesto un jersey blanco con florecitas de colores. Me encantó, pero el precio era par mí excesivo.

En mi casa siempre hemos tenido una señora que se ocupaba de la limpieza. A mi madre su padre le dijo que no tenía que aprender semejantes tareas. Así que, asistenta al canto.
Una de ellas, Isabel, fue la primera que me enseñó a tejer. Y lo primero que me hice fue un jersey de rayas que se empezaba por una manga y acababa en la otra. Con un material muy caro, por cierto, que brillaba mucho. En rosa y verde

Luego, vinieron los calados, y me hice una chaqueta en rojo y blanco.

Y poco a poco fui avanzando hasta que superé a mi maestra. Yo ya entendía los gráficos de las revistas.

Y seguí tejiendo para mi, para mis hermanos, para mi madre. Jamás cobraba nada.
Ya en el piso, después del tiempo en el chalet, tuve un encargo y me lo quisieron pagar, y yo no me lo creía.

Me caso, llego a Faura y sigo tejiendo. Contacto con Ana, y montamos el grupo de Valencia Knits. Al principio, ibamos una a la casa de la otra y así.

Más tarde, se añadió más gente, y al final quedábamos en el Starbucks del carrer Valencia para tejer. Cada vez éramos más gente y me lo pasaba en grande.

En verano, quedábamos para tejer en el río (en el antiguo cauce del río Turia) y nos lo pasábamos bien. En el cauce del río hace mucho menos calor que a pie de calle.
Ya en esta época nos cambiamos de sitio y fuimos a una tetería.
















Por entonces, ya empezaban las acciones urbanas o urban knitting. Se trata de decorar la calle, el mobiliario urbano, con tejido.
Forramos unos bancos, decoramos una plaza, montamos una mascletà de petardos de punto... Salimos en la tele y todo.




Y un día, Ana, en Navidad, nos propone montar parada en una Fira en la tienda de su hermana: La alegre Conchita. Era un sexshop para mujeres, calculad.
Y yo, encantada, para sacarme un plus de navidad. Hice muchos gorros con flor.


La alegre Conchita está en Benimaclet, un barrio con muchos extranjeros (no sé si ahora, con el virus de las narices) y un poco bohemio.
Vendí muchos gorros.
Esta fira navideña continuó y se unió a otra que se llamaba Asociación del árbol. Y no era ecológica. Tan poco ecológica que a los dos años o así, quisieron cobrar.

Fui a unos cuantos mercadillos más: en Burjassot, en Bunyol, y otros sitios. Y también a diferentes bares que montaban mercadillos. El resultado era diverso.

Y llegó la crisis, mi marido se fue al paro. Y había que hacer números: si yo me gastaba  más de lo que vendía, no podía ser.

Llegó la fira de Faura. Yo no creía que tuviera tanto nivel. Pero me dijeron que era muy barato y me apunté. El primer año me cobraron, el resto, por ser yo de Faura, no. Desde entonces voy y me lo paso muy bien. El gasto es 0 y el resto beneficio. Cierto que no tengo muchas perspectivas, si no, me deprimiría. Ver pasar gente y más gente y más gente y que ni te miren, es para deprimirse.
Los primeros años, la parada estaba un poco fuera del meollo de la fira. Lo que más me comía yo es el frío y el viento.
Luego me pusieron donde estoy ahora, en mitad mitad, y pasa mucha gente, pero no compran casi ninguno.
No me puedo quejar, siempre cae algo. Y ese algo es beneficio.




En estas fotos me veis con mi amiga Antonia.
Ella tiene mesas grandes de sobra, y me las presta. Solemos ir juntas a las ferias y nos lo pasamos bomba




Mi amiga Norberta me habló de la fira de Quartell, y allí he estado hasta el año pasado que dejó de hacerse. Empezó muy bien, pero se fue desinflando. Pienso que es porque la organizan los festeros

 y no el ayuntamiento.


Hace 3 años me enteré de que había fira en Benavites, y también me apunté. Y es la fira más molona de todas. En su placita, con su torre, y un ambiente estupendo.Te dan las mesas que quieras, te ponen la luz y el toldo. Y luego, paella a 10 euros. Es la mejor con diferencia.
También tengo que decir que Benavites es un pueblo muy pequeño. Esto, así, en Faura es imposible. La Fira de Faura es muchísimo más grande


Hace 3 años también empecé a hacer cosas distintas: Los reversibles: tejidos que tienen dos caras.








Esto es un ejemplo. Si le das la vuelta al tejido sale igual pero al revés de los colores








Y la illusion art: Cuadros que, son arte. El alcalde de Faura me propuso hacer una exposición y en Agosto del año pasado la hice.





Y también hice la misma en Benavites






Y después de este recorrido, os cuento que lo que he tejido para el coronavirus:
Primero, medios de locomoción.
Segundo: arco iris.

Tren destino al final de coronavirus




Caravana rosa alegría del coronavirus. Va feliz de vacaciones porque ya se acabó el coronavirus


Avión destino al final, vuela muy alto, vuela hasta el fin del coronavirus



El tractor que fumiga muy bien y esteriliza las calles

Cohete espacial y español, destino a mandar al coronavirus muy muy lejos













Los 3 barcos del coronavirus: España, Fuerza y alegría
Todas mis creaciones. En el blog de labores y en facebook pondré precios. Esto es meramente informativo


Y Arco Iris: He hecho el grande, que es el de la esperanza. Está al revés. Supongo que es porque eso es lo que queremos: que la situación por la que estamos pasando se vuelva del revés. Es lo que pienso




 En la cometa hay dos tipos de arco iris: pequeños y más pequeños. Los de la cola son más pequeños que los de la estructura