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La vida es un instante que pasa y no vuelve. Comienza con un fresco amanecer; y como un atardecer sereno se nos va. De nosotros depende que el sol de nuestra vida, cuando se despida del cielo llamado “historia”, coloree con hermosos colores su despedida. Colores que sean los recuerdos bonitos que guarden de nosotros las personas que vivieron a nuestro lado.

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martes, 2 de noviembre de 2021

Celebración de mi cumpleaños: Excursión a Moixent, un poblado ibero

Ya tengo 58 añazos y tocaba ir de excursión. Esta vez mi marido y yo. Que también apetece ir juntos.

El pronóstico daba lluvia. Y tuvo razón. Hubo lluvia, frío, viento, sol y calor. No se puede pedir más cambio de tiempo en tan poco tiempo.

Llegamos al aparcamiento y los pinares fantásticos.
 

Un sitio precioso, acondicionado con baños y contendedores.

Almorzamos allí en compañía de una avispa que quería colaborar.

La perra del guardia, también olió la empanada del coche.

Nos dirigimos a la entrada del yacimiento, que venía marcada.
Un gráfico del poblado
Había un camino cortito hasta llegar a la casa ibera.
Íbamos como las cebollas, por capas.
Más árboles y más pinos
Llegamos a la casa ibera, y había una reproducción extra grande del guerrero de Moixent.
Lloviznaba.
Hicimos unas cuantas fotos, entre las patas del caballo.
Era lluvia intermitente. Ahora llovía, ahora paraba. Por eso en fotos sucesivas estamos con la capucha o sin capucha.
Es la mar de graciosa la figura. En este tamaño se aprecia mucho mejor toda su fisonomía
Otra foto bajo la lluvia, con la casa ibera al fondo.
Esta es una reproducción de una casa ibera
Bajo los árboles, en los bancos, autofoto bajo la lluvia.


Llegó la hora de la visita a la casa ibera.
El techo con romero.
Se ha hecho esta casa siguiendo todos los datos del yacimiento.
Este poblado tuvo duración corta, un siglo más o menos. Luego fue invadido y quemado y no quedó rastro.
Pero los carbones y las semillas nos dan muchas pistas.
Esto es un molino.

Obviamente, es un yacimiento vivo, en el que aún se está excavando.

Se ha encontrado muchísimo material metálico y lítico, y también semillas.
La zona de cocina, aunque no hay rastro de chimenea. No se sabe bien cómo cocinaban.

Podía ser que hicieran el fuego fuera, y luego metieran las ascuas dentro y cocinaran.
Las casas de bien, tenían cerradura de seguridad, con una llave, que tiene su gracia, la verdad. Nos lo enseñó la guía. Una pasada, con sus muescas. Parece una llave actual a lo bruto.

La guía (por cierto las visitas guiadas son gratis) nos lo explicaba súper bien, con una puerta transparente.
La zona de los telares, tejían lino.
Aquí han dejado la pared sin terminar para que se vea cómo se hacia. Llevaba una capa final de cal

Un odre
Llegamos al yacimiento, y había una maqueta de las características del poblado.

Tuvo dos murallas de barro una y de piedra otra. Luego las encalaban y debía de brillar muchísimo.
Por lo que decían la muralla era más para que la gente supiera dónde estaba el pueblo que para defender.
Aquí la muralla de piedra.
Detalle de la muralla. A partir del trozo de madera, está restaurada.
Otra entrada, con su puesto de guardia.
Otra ronda, con un mirador estupendo
Salió el sol y empezaba a calentar.
Las vistas eran espectaculares
El día era precioso, la guía explicaba todo de categoría, estábamos encantados.
Desde aquí se tienen vistas  infinitas
Había casas de varios tamaños. Desde las pequeñitas a las grandes.
Las casas formaban manzanas, con muros medianeros
Mi marido, despojado del chubasquero, y con el sol en la cara (las gafas de sol estaban en el coche)
Más detalle de las casas
Esto es un horno metalúrgico.

El poblado se ordenaba por gremios. La zona metalúrgica estaba aquí.
Los iberos eran grandes metalúrgicos. Sabían separar metales. Esto tiene una palabra técnica que se me ha olvidado.
No tenían las materias primas, las conseguían y luego elaboraban herramientas y las vendían.

Esta era la zona de lonja. Acogían a las mercancías.
La misma zona.

Aquí se acogía a la gente que llegaba con sus mercancías.
Seguían las explicaciones
Juan está delante del casoplón ibero. Que también había diferencias en este pueblo.

Este pueblo alcanzaría los 800 habitantes
Yo en la misma zona, con la casona a la izquierda

Tardamos casi dos horas en acabar el recorrido y se nos hizo corto.

La excursión más chula de todas las que hemos hecho.



Y sin casi tiempo, nos dirigimos al museo
Moixent tiene un bonito museo. Aquí con la cerámica
Y el famoso Guerrero de Moixent. Esto es una reproducción, porque el original está en el museo de Valencia.
Haciendo el cuadro
Como veis el original es pequeñito.

No se sabe bien qué es. Lo último que se ha dicho es que es el asa de algo.











Juan haciendo lo mismo que yo











Aquí de nuevo para que veáis la diferencia entre el el guerrero que hay en el yacimiento, y el original.


Acabamos el museo con Juan en la olla.
Nos fuimos a comer a la Solana, un área recreativa.
nos la comimos ricamente

Llegó la hora de cortar la tarta. Que era una tarta de queso con caqui.
La ración.
Y la tarta. Para una historiadora como yo, ha sido el mejor día.
Más tarde fuimos al Bosquet, un  embalse del SXVIII, que era muy bonito
A Juan le hace mucha gracia la camiseta de jirafa.
Mirando al embalse



Foto con árbol y embalse
Nos dirigimos al pueblo y la iglesia tenía un bonito campanario
Y una torre morisca.


De paso, había un socavón inmenso y estaba la calle cortada. Parte de ella se había ido abajo a un barranco.
Llegó a casa y sorpresa: Mi hijo me había hecho una panacota de fresa
Tengo cara de cansancio y de sonreír sin ganas. Estaba muy cansada.

Me ha hecho llorar mi hijo, con el detallazo este. Es un amor inmenso. Le di un gran beso de agradecimiento.

Pero me dolía hasta el aliento. Me había levantado a las 5 de la mañana, por culpa del cambio de hora. y a esas alturas, pagaba las consecuencias del madrugón.

Se acaba el día y ha sido un gran cumpleaños. Que continua mañana.cum