El mundo en mis manos

Nuestra filosofía de vida, a través de este hermoso texto

La vida es un instante que pasa y no vuelve. Comienza con un fresco amanecer; y como un atardecer sereno se nos va. De nosotros depende que el sol de nuestra vida, cuando se despida del cielo llamado “historia”, coloree con hermosos colores su despedida. Colores que sean los recuerdos bonitos que guarden de nosotros las personas que vivieron a nuestro lado.

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Nuestro aniversario de boda: El más feliz lo hemos celebrado con Rafa en Bogotá

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miércoles, 23 de febrero de 2022

La soledad

 El tema de hoy es la soledad. La soledad de la que se ha hablado mucho.

Decía Moustaki: Yo no estoy nunca solo con mi soledad

También Emilio José, decía: soledad, es tan tierna como una paloma..

Hay dos tipos de soledades: la buscada y la que no buscas.

La buscada es una soledad agradable, donde te hundes en tus pensamientos, en tus reflexiones o en tus rezos o meditaciones.

En todas las culturas se ha buscado la soledad para encontrarse con Dios. Es algo, por lo que se ve, connatural al ser humano.

Todo el mundo hemos querido alguna vez o varias estar solos. Que nos dejen en paz un rato, vamos a ver. Momentos de desconectar, poner la tele y apagar el móvil. 

Pero la soledad también es una mala compañera cuando no se desea. Llega un momento en la vida en que los hijos se han hecho mayores, o la que se ha hecho mayor eres tú. También puede que no estés casada y todo tu entorno sí. Y no tenéis conversaciones afines. Te encuentras aislado y agobiado.

Antes, no había internet. Y te comías el marrón tú solito, poniendo una telenovela y llorando mogollón tus lágrimas solitarias.

Ahora tenemos más oportunidades. Y llega el momento en que tenemos que llenar el vacío que sentimos. Y aquí están las tiendas on-line. Es cuando compramos todo lo habido y por haber, lo necesitemos o no. Y acaba la casa pareciendo un bazar.

No es el síndrome de Diógenes pero tiene un aire. Son personas que no tienen aficiones como leer, cocinar, limpiar, hacer deporte o cualquier otra cosa.

Otra opción es la comida, comer como si no hubiera un mañana. Desayunar, post desayunar, almorzar, comer, merendar, cenar, y postcenar. Y si surge alguna cosa más para llenar la barriga, mejor.

Una manera más sana es ocupar tu tiempo haciendo cursos de lo que sea.



Acumulan titulillos que no valen para nada, pero se han divertido.

O también buscas talleres varios que hacen que te sientas dentro el mundo, porque el mundo normalmente es bastante poco empático. O sea, si estás solo, te jorobas.

Y hay gente que se apunta a todas las asociaciones habidas y por haber. Están en todos los sitios. Con lo cual paran en


casa poco tiempo y así evitan la soledad.

Pero también hay gente que no hace nada de nada y se hunden en su soledad, y cada vez están más solos y puede que cuando mueran, nadie se de cuenta, porque los que ya hace tiempo que no cuentan son ellos.



lunes, 21 de febrero de 2022

Día de excursiones culturales: Exposición de Sorolla, Palacio Cervelló y Ateneo Mercantil

 Ayer fuimos de excursión cultural a Valencia. 

La exposición de Sorolla no admitía fotos. El resto sí y por eso he montado el video



jueves, 17 de febrero de 2022

El apretón


 Hoy quiero hablar de un tema escatológico y no voy a hablar del fin de los tiempos.

Se trata del famoso apretón, o sea, cuando las tripas bailan flamenco y no hay baño cerca donde desahogarse. No es lo mismo el apretón casero, en el que vas al baño y te da para recitar el Mio Cid, mientras tu barriga se ocupa del resto, que el apretón fuera de casa.

Tengo apretones memorables en mi historia en Faura. De estos que recuerdas con risa ahora, pero que entonces no fueron tan graciosos.

Me condecoré como faurera un día que fuimos a la montaña con mi hijo Rafa, que aún era pequeño.

Ya casi estábamos en la cumbre cuando se me produjo un corte de digestión y vomité todo lo que tenía en el estómago. Mientras pensaba horrorizada que estaba donde Cristo perdió el gorro y que me estaba muriendo y no había nadie  para rescatarme.

Mi marido me dijo que en cuanto vaciara, me encontraría mejor. Y así fue. Coroné la cima y seguimos en camino, hasta que mi barriga opinó lo contrario. Me dio un apretón de campeonato. Mi marido me dijo: pues, ala, para ser buen valenciano hay que cagar al menos una vez en los huertos o montañas. Como mi marido es previsor, siempre tiene pañuelos o servilletas de papel. Así que procedí al hecho, y me quedé limpísima. Nada por ningún sitio: ni en la barriga ni en el estómago. Pude continuar ligera como gacela en el Serengeti.

Después de ser ya valenciana de pro, he ido abonando de cuando en cuando mi entorno. A veces, la barriga se pone juguetona. Mi marido ya sabe que cuando le digo: me duele la barriga, es síntoma de que Obama está a punto de caramelo. Esto de Obama es una cosa que oímos en Aída y nos hizo mucha gracia.


Cuando estoy con amigos, digo a veces: no tengo hambre, me duele la barriga. Y Juan me mira, y me da servilletas.

El último apretón que me trajo a muy mal traer fue un viernes. Había hecho ensalada templada de gulas. Y me zampé graciosamente 2 platos. Todo iba bien, hasta que cuando fui a dar catecismo, mis tripas empezaron a cantar por soleares.

Fue el catecismo más original y sufrido del mundo. Mientras los niños hacían el cate, yo me paseaba de derecha a izquierda.

Acabamos el cate y le digo a mi compañera que me encuentro mal. Aprovechó una mami de cate para darme conversación y hacerme subir por un papel. Yo creía que me moría.


La cuesta para ir a casa se me hizo eterna. Culo apretado. Y con el culo apretado no se puede correr. Así que hice marcha atlética. 

Cuando llego al portal veo cables colgando: nos estaban poniendo la fibra. ¡Horror!

Subí a casa (menos mal que el ascensor estaba en la planta baja). Cuando llegué, me deshice de la chamarra y me fui al baño a velocidad de rayo. Y entonces empezó el festival de ruidos de mi barriga mientras soltaba una diarrea explosiva.

Me acordé de la madre que parió a los veganos, que se pasan el día pastando como las vacas y no les pasa nada. Y yo, por dos platos de ensalada estaba pegada a roca
.

Empecé a sudar, luego tenía frío, un destemple que para qué. Mi marido me dijo


que era normal, que me había vaciado. Siempre tiene mi marido el comentario técnico.

Cuando se cuentan estas cosas, hacen mucha gracia. Pero en vivo y en directo se pasa muy malamente.

No es lo mismo irse meando. Una puede ir a cualquier sitio y mear. Pero la caca es distinta: engorrosa e incapacitante

Pero recuerdo una excepción. Fuimos a la catedral de Valencia y los que


cantábamos nos hicieron ir a una parte, uno de los brazos de la cruz. Todo iba bien  hasta que me empecé a mear. Yo sabía que no iba a llegar al final de la misa ni de broma.

Así que aprovechando la homilía, me fui rauda y veloz por la catedral, con la intención de ir a una cafetería cercana y tomarme un café y echar un meo. Pero, en mitad de la nave, me encontré con un fraile y me dijo: ¿Quiere ir al baño? Y yo: si. Y el fraile me indicó dónde están los baños en la catedral. Yo hasta entonces no sabía que hubieran baños en la catedral. Nunca es tarde para aprender. 

Esta entrada viene porque he leído que un ganador de Master chef celebrity,  Miguel Ángel Muñoz, que es actor y también buen deportista, dijo en el Hormiguero que le dio un apretón cuando corría la maratón. Y que se fue a un parque, y se limpió con una hoja. Este no era previsor y no tenía toallitas, jajajaa.


Bueno gente variada, espero que hayáis disfrutado con la entrada. Besitos



martes, 15 de febrero de 2022

San Valentín 2022

 

Ya ha llegado San Valentín y nos han inundado de corazones.

Yo soy muy partidaria del amor. El amor siempre es bonito.

Nosotros lo celebramos siempre, yendo a sitios, regalándonos algo sencillito y cenando a gusto en casa.

Este año nos hemos regalado estas zapatillas tan discretas. Las mías en rosa fosfi y las de Juan en naranja igualmente fosfi. Se nos va a ver de lejos.

De cenita, pues un solomillo en salsa de cerveza y unos minibizcochos de naranja
Como cayó en lunes, posponemos la celebración al domingo. Este domingo nos iremos a ver una exposición de Sorolla y también a ver una acuarela gigante. Las dos cosas en Valencia. Luego iremos a un sitio que me he recomendado mi hermano: Subway, que es de bocatas.

Si el tiempo acompaña (que últimamente los fines de semana llueve) daremos un paseo romántico por los jardines del Turia.

Amar es eso, acoplarse a lo que haya. Si hace sol, muy bien; si llueve, ya veremos qué hacemos.

Te quiero, cariño

lunes, 14 de febrero de 2022

Excursión mensual: Alpuente. La lluvia se empeño a asistir

 Ayer domingo, nos fuimos de excursión semanal. Toca Alpuente, un pueblo precioso en el que hay infinidad de cosas que ver.

Hay visitas guiadas, en las que se pueden ver numerosos sitios. 

La guía, estupenda, y eso que no era historiadora, según dijo. Substituía a un compañero que no pudo ir.

El día era fantástico, fresquito y bueno.

Pero ya sobre las dos de la tarde, cuando salíamos del último museo, empezó a llover. Cogimos los coches y empezó a granizar.

Aún así, nos lo pasamos bomba y ahora a esperar la próxima excursión y que la lluvia no nos la chafe



martes, 1 de febrero de 2022

De pasaportes varios

Pues si: ya es necesario el pasaporte covid si quieres hacer cualquier cosa ahora.

Yo ayer se me olvidó el móvil y me lo pidieron. Menos mal que mi señor marido sí lo tenía.

Está bajando la incidencia del bicho chino. ¡Menos mal!


Últimamente me siento como si estuviera en una guerra y estuviera esquivando balas. Conozco a mucha gente que está con el covid, el 99% en su casita confinados y sin nada del otro jueves que contar.


Lo malo son los que, como mi hermana Arantza les lleva al hospital y están en la UCI hasta que se curen. Que suele ser un tiempo largo.

En fin, que parece ser que para primavera ya todos estaremos felices y sin covid.

De momento, mi marido, mi hijo y yo estamos libres del covid. Pero en cate, ya se confinó una clase entera. Lo que digo: qué peligro lleva