El mundo en mis manos

Nuestra filosofía de vida, a través de este hermoso texto

La vida es un instante que pasa y no vuelve. Comienza con un fresco amanecer; y como un atardecer sereno se nos va. De nosotros depende que el sol de nuestra vida, cuando se despida del cielo llamado “historia”, coloree con hermosos colores su despedida. Colores que sean los recuerdos bonitos que guarden de nosotros las personas que vivieron a nuestro lado.

Libro de visitas

Cumple de nuestro amor colombianito

Lilypie - Personal pictureLilypie Kids Birthday tickers

Nuestro tesoro llanerito está con nosotros

Lilypie - Personal pictureLilypie Waiting to Adopt tickers

Nuestro aniversario de boda: El más feliz lo hemos celebrado con Rafa en Bogotá

Daisypath - Personal pictureDaisypath Anniversary tickers

lunes, 19 de octubre de 2020

Parte III: paseo otoñal por Donarque

 Como colofón nos decidimos ir al Centro de Interpretación del Rodeno. Ya lo habíamos visto antes, y nos pareció un sitio muy chulo.

Me encanta el otoño, y el crujir de las hojas. El color de los árboles: rojo, amarillo, naranja, marrón, verde.

Es mi estación favorita.
Caminos bordeados de árboles, con todos los colores, especialmente el amarillo y el verde.

 Y el Centro de interpretación, que está en la antigua casa del guardia forestal. Es de época moderna, después de la Guerra civil.
Una preciosidad 

Hacía calor y yo iba con la camiseta térmica. Ade, también en camiseta. El fondo, espectacular
Llegamos al Centro, había variadas explicaciones y me llamó la atención esta formación de nombre impronunciable. Se nota la geología la hicieron los alemanes, porque cuesta la pronunciación.
Este hombre, que parece congelado, es el cazador recolector que pintó los abrigos. El extintor no pega mucho, pero no lo han camuflado, jaja.
Habiamos visto un caminito, y lo seguimos
Llegamos a una zona recreativa y aprovechamos para sentarnos, mirar cosas y demás
A la vuelta, precioso camino, preciosos árboles, precioso morcillo.
Un plano de cerca de los colores otoñales
Camino, árboles, cielos jaspeados. Temperatura estupenda. No hay mejor cosa en el mundo
Este árbol parece plateado o verde según le pegue la luz del sol. Una preciosidad y un colofón a un día precioso

La lástima es que no nos acompañaron Amparo y Toni. Ya dura demasiado la convalecencia de Toni, y es una lástima perder la compañía de esta pareja tan bonita.

Parte II:Paseo por camino con arte levantino y colofón de vista panorámica

 Nos dirigimos al destino II. Puse en GPS arte levantino arquero. Y nos dirigió por un camino forestal perfectamente asfaltado.

Llegamos al Centro de Interpretación del Rodeno, pero a mi no me sonaba mucho.
Pero bueno, vimos señalizadas unas pinturas, y nos dirigimos allí. Pero me di cuenta que no era el sitio.
Fui al Centro, y pregunté al chico por dónde andaba lo que buscábamos.
Puse GPS, y en una de estas, nos lleva por un camino de gravilla que yo no recordaba. Pensaba que era un atajo. Pero aparte de paisaje precioso, tampoco era el camino. Media vuelta y seguimos por la carretera hasta que vimos muchos coches y ¡Bingo! era lo que yo recordaba.
Nos recibió este árbol otoñal.

Un camino precioso, bien pavimentado y bien limpio. Ideal para todos, especialmente para mi amiga Ade, que había optado por sandalias.
Llegamos a las primeras pinturas: unos uros. Como había gente, había que usar mascarilla.
Aquí, el panel, en el que se ven unos cuantos uros (toros del neolítico).

El arte levantino es del Neolítico, de sociedades cazadoras recolectoras.
Se caracteriza por usar mucho la figura humana, que suele estar mayor o menormente vestida.
La fauna que aparece, lógicamente, es la de la época (5000 antes de Cristo)
En otro panel, más uros. En este caso están en beige sobre el fondo rojizo. 
También hay figuras en rojo y en negro.

El camino, precioso, como veis. Y perfectamente señalizado. Picaba ligeramente hacia arriba pero sin mayor problema.


Empezaba a hacer calor, la verdad. Nosotros habíamos ido provistos de ropa de frío, pero el tiempo era precioso.
Esta raíz parecía un toro, jajajaja. Una excusa para hacer el ganso.

No os he contado que estrenábamos camisetas térmicas que compramos en el Lidl: la mía en rosa (no había otro color en mi talla) y la de Juan en negro (por la misma razón). Calentitas y molonas.
Llegamos al arquero, que os he señalado con la flecha roja.
Los paneles a lo largo del camino, llevan esta figura. Y piensas que es grande. Pero como veis, es pequeñita. En negro y lleva gorro. Esto último porque el panel informativo lo ponía. Y es un hombre. 
Nos reímos mucho con el asunto de la pichurra del arquero.
En fin, una figura oscura y pequeña.
Las catequistas, al lado del arquero.

En Teruel les gusta poner lo pequeño, grande. El torico famoso  es pequeño. El arquero, también.
Al lado de las pinturas, había una cabaña de la época, de la época moderna, claro. Una representación de las viviendas de la época de las pinturas.
Llegamos al mirador. Un auténtico espectáculo. Es un no parar de mirar y extasiarse con las vistas.
Unos cortados increíbles, con la vegetación abajo.


Nos hicimos fotos, no encontramos a nadie a tiro para hacer la foto de los cuatro, así que las hicimos por trozos.
Fotito de morcillo y morcilla
Y fotito de Juanra y Ade, que también son muy morcillos.
De vuelta, esta roca colocada en equilibrio inestable.

Por cierto, que por la zona había también escaladores, con sus colchonetas a la espalda. Nos persiguen los escaladores.
Llega la hora de comer. Yo llevaba mis patatas bravas con ajoaceite, una ensalada y una tarta.
Ade, picoteo de embutido, gorrinadas, tortilla y otra ensalada.
La tarta, llegó pelín desecha. Cuando la hice, pensé que haría frío. Pero como hizo el día tan bueno, la gelatina y la ganache de chocolate estaban blanditas.
Pero como veis, esto no fue óbice para que nos la zampáramos muy alegremente. Estaba muy buena. Ya pondré el video en el blog ñam ñam
Nueva foto haciendo el ganso. A mi marido no le gusta que le toquen los mofletes. A mi me gusta bromear, dándole tirones y diciéndole como si fuera un niño pequeño:¿A quién quiere la morcilla? ¿Quién es el morcillo más guapo?

Bromas para una mañana estupenda, que acabó con café.

Parte I: Valdecuenca: paseando con los ammonites

Este domingo hicimos nuestra excursión mensual. Y tocaba Teruel, una comunidad con rincones increíbles y muy desconocidos para la mayoría de la gente.

Primero, Valdecuenca, un pueblito precioso que tiene la sorpresa de que en él hay muchos fósiles. Son de cuando esa zona era un arrecife y proliferaban ammonites, moluscos varios (yo les llamo berberechos y mejillones), peces etc.

Al llegar a Valdecuenca, tocó almorzar. Como últimamente hago, había hecho txoripanes (bollos preñados se llaman en otros sitios). Los hago con preparado de pan del Lidl de semillas
 

Nos pusimos a buscar fósiles, y al principio fue árido.

Hacía frío y me había puesto el gorro que me regalaron los comunioneros.

Poco a poco, nos fuimos entonando. Yo no encontraba nada, pero  mis compañeros se pusieron a la faena.

Buscar fósiles es como buscar setas, pero lo primero es más divertido.
Mi marido tuvo mucha suerte y encontró varios, incluso un mejillón.

Esto es un ammonites muy grande, pero no estaba entero y pesaba bastante.
Juanra, también encontró una concha preciosa y restos de escamas de peces.
Al fondo, mis paleontólogos favoritos, entusiasmados con la búsqueda de fósiles.
Este ammonites es de la especie enana. Pero son la mar de bonitos.
Yo saco las fotos y tengo que rogar un poco para salir yo. 

Mi amiga Ade estaba lesionada del dedo pequeño del pie. Usaba un bastón para lidiar con el pedruscal.

Estuvimos tiempo, pero el reloj pasaba y teníamos otro plan mañanero. Así que nos marchamos.

Estábamos muy contentos porque el plan había salido redondo