La lástima es que Ade y Juanra no podían ir porque tenían que trabajar.
El sitio para almorzar, y, después comer era una pinada con bancos.
Descubrimos que había un concurso de bolos enfrente de nosotros. Birlachas, se llamaba
Descubrimos que el castillo estaba muy cerca del parque. No había que mover el coche.
Había un parque que tenía un nombre raro: parque Kenguro de calestenia.
Esto era el parque y fuimos a hacer ejercicio, jejeje, o sea a divertirnos un poco haciendo el ganso.
Me pidieron que me colgara. Hacía fresquito, así que yo me puse una sudadera finita. Y me colgué. No tengo yo edad para hacer tanto el ganso, pero me puede .
Trepando por las escalas
Mi marido, también haciendo el Tarzán.
Como éramos tres, nos intercambiamos en las fotos.
La misma puerta desde el otro lado, con la muralla del castillo.
Parece que intento ser top model. No. Me picaba la cabeza. Yo, por cierto, llevaba mis gatitos: gatito camiseta, gatito pendientes, gatito colgante, gatito mascarilla. No me gustan los gatos, se nota, jajajaj.
Volvimos, y había una pareja haciéndose fotos. Yo me ofrecí a hacer una foto. Aceptaron, claro. Y ellos se ofrecieron para hacernos más fotos.
Un sitio muy bonito. Se acercaban las 11 de la mañana cuando abrían el castillo. Fuimos al coche a coger cosas y volvimos.
Un guía muy bueno, nos explicó el castillo. Un chico la mar de majo, que dio todas las explicaciones y luego nos dejó ir a nuestra bola.
Siguiente puerta. El pueblo precioso, muy bien asfaltado. No había aceras, sino lo que veis.
Otra puerta. Es una gozada pasear, ver las casas, y las puertas de este pueblo tan medieval.
Esto es la cocina medieval.
Despensa
En este sitio había cuadros con diferentes juegos
Y eso pasó con las caballerizas. No se usaban y el espacio se usó para una escuela de canteros.
Los alumnos y profesores usaban las paredes para hacer sus dibujos. En blanco no se notan tanto.
Pero en gris, más. El gris es por la iluminación de velas varias.
Dos caballero
Un comedor, con un suelo muy bonito y la puerta gótica
Los techos son mi pasión. Una pasada
Más techos coloridos de madera
Esto es el friso de la sala de los reyes.
La pareja que vimos antes, y que casi se hacen amigos, nos hizo fotos. Nosotros también claro.
Aquí hay dos con mascarilla
Aquí los tres sin ella, en este sitio más bonito.
Hay una leyenda que dice que Francisco I quiso bailar con las hijas del Señor del castillo. Estas se negaron, y el Señor las cogió de los pelos y las obligó a bailar y luego, a lo que fuera.
Pero en realidad, este señor no tuvo hijas sino hijos. Y supuestamente, estos tuvieron que bailar con el rey. Y después no se sabe ni quiero saberlo.
Las puertas góticas. El suelo precioso
Tomando el te, como reyes y reinas que somos. Juan es Carlos I y nosotras las infantas, jajajajaj
Son fotos de familia real, al calor de la chimenea
Ya nos vamos.
Cuando no había gente, nos quitábamos la mascarilla. Por eso, salimos mucho sin ella.
Aquí unos maniquís que representan a Carlos I (de negro, el español)
El estilo español siempre ha sido más sobrio, menos dado a los colorines.
Este es Francisco I, Juan I y M.Carmen I
Francisco I, que fue capturado por Carlos I (o V de Alemania, el hijo de Juana la Loca y Felipe el Hermoso, y también es nieto de los Reyes Católicos).
Amparo también tira para España, es muy elegante el blanco y negro y estiliza mucho
Luego salimos al foso, y había estos arcos.
El foso dejó de usarse y se quitó el puente levadizo.
El foso, con su muralla
Caminito del foso muy chulo
En un sitio había unas escaleras de piedra y se llegaba a un borde irregular, que no me gustó nada. Bajamos rápido, pero dio para esta foto tan bonita.
Pasando el foso por unas escaleras modernas, llegamos a este espacio, en el que había sillas de plástico. Parece que aquí se celebran eventos.
Yo llevaba sandalias, y no son muy útiles en estos lugares
Mi amiga y yo en otro arco
Yo pienso que para bodas civiles, es un sitio precioso.
El mismo espacio. El tiempo era precioso sin demasiado calor
Juan con una prensa de uvas
Aquí más de cerca. Es curiosa
Esta preciosa ventana, que originalmente era la puerta principal, pegadita al puente levadizo.
Nosotros llevamos lo de siempre: ensalada de pasta y macedonia.
Amparo llevó muslitos y picoteo.
Estuvimos de charla, a la fresca.
El único inconveniente era el montón de cotorras que había y que no callaban nunca. Tienen una plaga importante en este pueblo.
Luego, nos fuimos a una cafetería a rematar el día.
Yo me tomé una cerveza tostada que es una cerveza que me chifla. Y disfruté de lo lindo.
Y hasta aquí este reportaje. Espero que os guste
