El mundo en mis manos

Nuestra filosofía de vida, a través de este hermoso texto

La vida es un instante que pasa y no vuelve. Comienza con un fresco amanecer; y como un atardecer sereno se nos va. De nosotros depende que el sol de nuestra vida, cuando se despida del cielo llamado “historia”, coloree con hermosos colores su despedida. Colores que sean los recuerdos bonitos que guarden de nosotros las personas que vivieron a nuestro lado.

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Nuestro aniversario de boda: El más feliz lo hemos celebrado con Rafa en Bogotá

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domingo, 13 de marzo de 2022

Nos han robado

 Ayer  día 12 de marzo fue un día que empezó muy bien. Fuimos a la compra semanal, luego a almorzar y a ver sandwicheras. Y más tarde, al mercado, en busca de unas sandalias negras para mí. Y encontré unas por 10 euros súper chulas, con perlitas decorativas.

Más tarde fui a Leroy Merlín, a hacer el taller del día del Padre. Hice un portalápices muy bonito. Cuando cuelguen las fotos las pondré.

Por la tarde, decidí que quería acompañar a Juan a hablar con un amigo al Puerto de Sagunto. 

Eran las 6 de la tarde, y una vez acabada la charla con el amigo, nos fuimos a comprar la sandwichera y a hacernos un tentempie

Llegamos a las ocho, subimos en el ascensor y al llegar, pensé que me había


equivocado de piso. No había bombín en la puerta. Miro, y sí, era mi casa.

Llamamos a la Guardia Civil. Mientras, preguntamos a una vecina si había oído algo, pero nada de nada. Avisamos a nuestro hijo.

Por la mirilla se veía el pasillo encendido. Yo estaba atacada porque mi perra estaba en su jaula y tenía miedo por ella.

La Guardia Civil vino pronto, e intentaron abrir la puerta. Ya había llegado mi hijo


y dijo que había luz en el dormitorio: Estaba claro, habían entrado a nuestra casa.

Un agente consiguió abrir la casa y entraron los dos primero para ver si había gente.

Yo casi le doy un beso al agente, puro estrés que tenía. Se portaron de lujo y da gusto tener alguien a mano.

Yo llamaba a mi perra, que ladraba la pobre.

Por fin entramos y estaba todo mangas por hombro, o patas para arriba. Cajones abiertos, desparramado todo su contenido, toda la ropa sacada, cajones tirados por todos los sitios....

Juan llamó a un cerrajero que le propuso el seguro. Mientras, empezamos a recoger las cosas que había encima de la cama. Mi quincalla esparramada. Y vi que se habían llevado mi alianza y mi anillo de compromiso. Y algún anillo de plata que


les había gustado.

Fuimos recogiendo cosas para despejar la cama y dejamos el resto para hoy por la mañana.

Vino el cerrajero y nos dijo lo mismo que la Guardia Civil: que compremos una puerta blindada. 

De momento, estamos en caliente y estas cosas se tienen que pensar en frío. Cuando nos calmemos, miraremos y ya veremos qué hacemos.

Tengo una sensación de que me han violado mi vida. Han entrado en nuestra casa, sin permiso. Es una sensación de susto, asco, enfado y un poco de todo más.

Hoy  13 de marzo me he levantado con dolor de cabeza. He organizado la balda de camisetas y jerseys. Cuando venga de misa, seguiré con el resto.

La verdad, es que, los ladrones, al tirar todo, han conseguido que veamos papeles, ropa y demás que no usamos y que se han ido directamente a la basura. Que algo les tenemos que agradecer a esos hijos de puta.

Lo malo es la sensación de inseguridad que se nos ha metido en el cuerpo. Ya


tenemos miedo de dejar sola la casa cuando nos vamos. Cuando montamos en el ascensor, nos acordamos de la subida a nuestra casa y el ver el bombín fuera.

El daño psicológico va a tardar en irse. El daño material no es nada.

Ayer día 14 de marzo fue el peor día. Mi cerebro estaba en modo peligro. Al estar en casa sola, me agobiaba el hecho de salir de casa y que, al volver, la hubieran atracado. Lo mismo cuando he salido a la compra, y lo mismo cuando he ido al médico.

Pero, la llamada de mi marido me ha calmado. Ha ido a Leroy Merlín a preguntar por puertas blindadas. Y había una puerta acorazada de oferta a precio de blindada. Es un chollo. Esa puerta la habían encargado y luego la devolvieron porque no les gustaba el color. Asimismo, otra persona no la quiso comprar porque tenía la cerradura a la derecha en lugar de a la izquierda. 

Le dije a mi marido que la comprara ya. Luego, ya veremos cómo la pagamos.

Ayer por la tarde seguía yo con dolor de pecho y angustia, y nos fuimos al Puerto de Sagunto a relajarnos. Quería ver yo la puerta, tocarla, sentir seguridad.

Muy amablemente, el encargado de la sección nos sacó la puerta (que ya habían


retirado porque está reservada para nosotros) y la pude ver. Nos dijo que esa puerta no la abrían jamás: tendrían que tirar la pared, y eso hace ruido.

Volvimos a casa y teníamos los vecinos en el portal, acongojados. Un telefonillo estaba atrancado y pensaban que era el nuestro. Estaban comentando el asunto del robo. Y lo de siempre: que estaban en casa y no oyeron nada. Está claro que los ladrones son silenciosos. Que si nos estaban vigilando que si esto, que si aquello.

Volvimos al asunto de las puertas blindadas, que sí se pueden abrir, y de las acorazadas, que no. El más sensato, es el que vio las orejas al lobo y sí se quiere poner una puerta acorazada. El resto, pues no lo sé.

Lo que si es verdad es que tenemos que cambiarnos el telefonillo. Y justo Rafa ha estudiado eso, así que ya tenemos instalador. A mi todo lo que suene a electricidad,


me da calambre.

El caso es que son fallas y hasta la semana que viene no vendrán a tomar medidas y a poner la puerta. Pero hoy 15 de marzo ya me he levantado más animada y sin angustia. Ya veremos cuando tenga que salir y dejar la casa sola.

Poco a poco, imagino que se me irá el susto. Y cuando tenga la puerta montada, borrón y cuenta nueva.

Hoy, 16 de Marzo, hemos dejado sola la casa, sin perra. Y mi móvil dentro. Sólo de pensarlo estaba inquieta. Luego, se me ha pasado porque hemos ido al parque de perros y luego a almorzar.

Al volver a casa, y llegar a la puerta, he cambiado la cara: Aún recuerdo el susto de


encontrar  la puerta sin bombín.

Ya queda menos para tener puerta nueva.

He quedado con mis amigas, para el te o café (como gustéis) y hemos hablado del tema: la inseguridad, el hecho de que te hayan invadido tu casa, tu nido, tu posesión sin avisarte. Que hayan pisado por


donde tú caminas, que hayan tocado tus cosas. Da repelús. Y esa sensación no se va tan pronto.

Yo hoy ya no tengo opresión en el pecho ni ansiedad. El nudo en el estómago, ese no se va ni a tiros.
He dicho en Facebook, que esto es como un catarro, se va yendo poco a poco, pero que la vacuna es la puerta acorazada.
Esta entrada no se cerrará hasta que la tengamos. La última foto será la de la puerta acorazada puesta.
Día 17 de Marzo: sigue el tiempo malo, lluvioso, ventoso y frío. El tiempo pasa, y el tiempo poco a poco lo cura todo. 
Aún ando deprimida y pago el pato con mi familia, cosa que felizmente entiende mi marido y trata de consolarme.
Me apoyo en mi marido, al que quiero mucho.
Una cosa que me he dado cuenta, es que mi casa es mi hogar, el sitio que es mío
, que es inviolable, el sitio en el que estamos mi marido, mi hijo, yo, mi perra Gora  y mi gato Coco. Y el sitio al que sólo se accede con permiso
Hoy hemos ido a Leroy Merlín a comprar una led para la entrada. Cuando vengan a poner la puerta, necesitarán luz, y con la que teníamos halógena, nos iba a salir un pastizal. Así que hemos ido, y, como siempre, nos han tratado de lujo total y nos han informado de la luz que necesitábamos
Luego hemos ido a ver las puertas. Quería ver yo el grosor de las puertas

acorazadas, sentirme a gustito.
He leído sobre puertas acorazadas:
Cuando nos referimos a una puerta acorazada hablamos de una puerta con una estructura en hoja y cerco de acero. Con una cerradura y pestillos intermedios, normalmente de seguridad. La hoja y el cerco de acero son condición necesaria




Las blindadas no tienen eso. Y al tener más madera, son más fáciles de abrir.
Obviamente hay un grado de dificultad para abrir puertas: las más fáciles son las que no tienen seguridad; luego, las blindadas, y por último, las acorazadas. Para abrirlas hace falta tirar la pared

Hemos rematado yendo al Chino a por un anillo. Así sé la medida que tengo. En

Mayo compraremos las alianzas de titanio en Ali Express, que irán grabadas. Haremos 20 años casados y renovaremos votos

Estas alianzas son lo más parecido a las que teníamos. ¿Verdad que son preciosas?





Hoy 18 de marzo, ha sido un día igual que otros: lluvioso y frío. Un tiempo inusual para estas alturas del año.
Hemos ido a la compra semanal, porque mañana es fiesta aquí. Al llegar me he

puesto con el bizcocho de Juan, que es un bizcocho de polvorones. Ya lo pondré mañana en el blog de cocina.
Ayer llamó el instalador de puertas para decir que venía hoy. Y eso ha hecho: ha venido y ha medido.
Nos ha dicho que hoy mismo enviaba los papeles a Leroy Merlín. Nos ha comentado que, al abrirse la puerta al revés, dará con el conmutador de la luz. Como bien ha dicho Juan, pondremos pegatina fosfi y así arreglado el problema. Aparte, yo cuando entro en casa, primero cierro la puerta,  y luego le doy a la luz. 
Ya casi está todo y el  Lunes irá Juan a acabar con el papeleo.
Seguimos aún con la resaca del susto que nos dieron. Aparte, la humedad me está afectando y me duele todo. 
Hoy 19 de Marzo y es el día grande de las Fallas: lluvioso, frío, desapacible. 

Parece mentira pero hace una semana estábamos la mar de contentos, pensando en proyectos. 





Por la tarde teníamos ganas de salir a la calle, a

disfrutar de la vida. ¡Quién nos iba a decir que la vuelta nos dejaría tanta huella, tanto que voy a recordar siempre ese día nefasto.

Hoy en el paseo matinal con la perra, hemos hablado del tema de las luces. Yo he propuesto una de led de las que se pegan. Y Juan, retomando la idea, una luz que se activa con el movimiento. Hemos entrado en Leroy Merlín y hemos visto justo la que queremos.

El lunes irá Juan y la cogerá, previa consulta con los encargados.

Por causas meteorológicas, hemos pospuesto la excursión planeada para otra semana. Está haciendo muy mal tiempo.

Estoy deprimida, no sé si por el tiempo, por el susto o por las dos cosas. Llevo con dolor de cabeza desde hace una semana, por idénticas causas.
A ver si sale el sol y nos animamos
Día 20 de marzo domingo. El tiempo sigue igual, llueve menos pero hace frío. De nuevo hemos tenido que salir pero no queremos dejar la casa sola. Nos da miedo.

Como bien hemos dicho: nos queda una semana de padecer
Hoy es el aniversario de la muerte de mi suegra. ¡Hay que ver cómo pasa el tiempo!






Día 11 de marzo: sigue lloviendo y esto es un no parar. Siguen las pesadillas nocturnas, y el agobio cuando salgo y dejo la casa a solas.
Esta semana va a ser mejor, porque nos pondrán la puerta. Supongo que cuando

nos la pongan, respiraré, mi cerebro se tranquilizará, y dejaré de tener dolor de cabeza e inquietud

La mente es una cosa que no podemos controlar, y cuando descansamos se pone en modo activo y nos da por saco. 

Aún estamos arreglando desastres. Ayer acabé de ordenar una balda de mi armario. 
Hoy ordenaré mi quincalla y tiraré lo que no uso

Día 22 de Marzo: Alerta amarilla por lluvias. Y suma y sigue. No recuerdo jamás un marzo tan lluvioso. Echo de menos el sol.
La lluvia cansa. Es ideal para dormir cuando repiquetea en las casetas metálicas de los vecinos de abajo.
Pero cuando miras el pronóstico y no ves más que lluvia y nubes, es desolador. Aparte hace frío. Increíble cuando piensas que esta semana cambian la hora (que a ver si ya es la última vez, caramba).
Ayer dejé mis dos joyeros limpitos. Eliminé muchos pendientes, collares y pulseras, que, o bien era impares (los pendientes), o estaban rotos, o descoloridos,

o no me los ponía nunca. He dejado la quincalla de Al Exprés, la quincalla que me regala mi marido (alta bisutería) o la quincalla que me ha regalado mi amiga Antonia y mi amiga Norberta. El resto, ha ido a la basura. Que pesaba ya un rato.

Hoy toca organizar los calcetines. Como sabéis, los ladrones me los desmontaron todos. Voy a quitar pantys que no me pongo (sólo me pongo pantys una vez al año, en el concierto de Navidad, y esas pantys las guardaré), calcetines impares. Y todo bien enrollado.


Hoy también mi marido irá a firmar los papeles de la puerta. Ayer fue y le pasaron los datos a la de facturación. Ella le llamó por la tarde, y han quedado para hoy. También le comentó a la de Leroy la idea de poner una luz de posición y le dijo que era muy buena idea. En Amazon hemos visto unas que tienen muy buena pinta. Pero esperaremos a tener la puerta.

Aún estoy inquieta. Salgo con el móvil apagado en el bolsillo de la chamarra. Y llego y miro la puerta. Aburrida estoy del boicoteo de mi mente. Tengo mi cerebro

racional que me dice que en veinte años no me han robado, pero luego, mi cerebro reptiliano me repite: pero te han entrado.  Y joroba mucho

Este tiempo me recuerda cuando nos confinaron, que no salíamos, ni aunque no estuviéramos confinados. Recuerdo que yo sólo salía a sacar al perro. Y la canción esa de: "Días tristes.....""Pero son las ocho y has salido, a aplaudir a tu ventana"

He visto el blog de Joaquín. Me encanta la gente que escribe bien, con arte. Un arte que se está perdiendo entre tanta abreviación y emoticono

Día 23 de Marzo y sigue lloviendo. Ayer compró mi marido la puerta y nos la traerán el fin de semana. Un día la traen y otro día la montan. Supongo que para el lunes ya viviremos tranquilos.
Ayer dejé los cajones limpios y hoy toca fregar la casa. Pero como no ha parado de
llover, cada vez que entramos la enguarrinamos. Para librarnos de las huellas de los invasores tendremos que esperar a que escampe. Que parece ser que en un futuro cercano no va a pasar. 
Otro día más y la semana avanza. Ya estamos a miércoles

Jueves 24 de Marzo: Hoy nos ponen la puerta acorazada. Ayer le llamó el  instalador y dijo que la pondría. Pero la huelga de transportistas hizo que Leroy Merlín dijera a mi marido que se retrasaría. Pero, a grandes males, grandes remedios. El instalador de la puerta dijo que la recogería él mismo y que hoy nos la pondría.
Hoy va a ser un buen día. Sigue haciendo un tiempo repelente: lluvia, viento y frío.
Pero en casa se estará bien, seguros y tranquilos.
Ahora toca pensar en otras cosas: la venida de mi hermano en Semana Santa, que

está a la vuelta de la esquina, las excursiones que haremos próximamente (si el tiempo no lo impide), los menús que voy a hacer....cosas chulas. 
A ver si cuando vea la puerta por fin se me quita el dolor de cabeza que llevo todos los días desde aquel sábado funesto.