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Nuestra filosofía de vida, a través de este hermoso texto

La vida es un instante que pasa y no vuelve. Comienza con un fresco amanecer; y como un atardecer sereno se nos va. De nosotros depende que el sol de nuestra vida, cuando se despida del cielo llamado “historia”, coloree con hermosos colores su despedida. Colores que sean los recuerdos bonitos que guarden de nosotros las personas que vivieron a nuestro lado.

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lunes, 21 de septiembre de 2020

Comuniones en Faura

 Por fin llegaron las comuniones a Faura. Teníamos muchas ganas, tanto padres, sacerdote, catequistas y, por supuesto, los niños.

Hemos tenido que aguantar una situación histórica, que lamentablemente no hemos podido evitar. Pero la verdad es que con buen humor todo ha pasado razonablemente bien.

Ayer amaneció un día estupendo de finales de verano. A las ocho menos cuarto, ya estaba la banda de música preparada y los padres de la despertà listos. A las ocho, puntuales, empezó la despertà. Mi gato huyó. No le gustan los petardos. Mi perro ya, pasa bastante.

Había quedado en la iglesia a las 11 y cuarto. Cantaba la misa la hija de mi amiga Ada, Elia Casanova. Y claro, no tenía llave de la iglesia. Elia vino a mi casa, y le di la susodicha llave.

Había mucho bullicio en la calle. Y antes de las once, vi que si me iba más tarde, no podría pasar. Ya estaba la traca del comunionero vecino preparada. Y, yo salí lista y elegante.


 Para la comunión, me había comprado unos pantalones de 5euritos (barato barato) en color rojo. Los conjunté con una camiseta roja y blanca. Una camiseta chula que me había dado Ade hace tiempo y que había sido de su hija Elia. Esta se dio cuenta. Una anécdota divertida.

Me puse el collar negro con brillantes y los pendientes a juego. Mis sandalias también brillantes y mi mascarilla de lentejuelas. Iba ideal de la muerte.



Mi amiga Ade y yo casi llegamos a la misma hora. Y empezó nuestro trabajo: colocar las dos bandejas de las ofrendas, y ayudar a la gente a encontrar su sitio.


Este año, por las medidas de seguridad, los niños están bajo el altar. Separados y con los padres, en sillas, detrás.

Los abuelos y demás familia en bancos alternados. Claro que esto ocasionó que a algún abuelo le tocara el final de la iglesia. Pero es lo que hay.

Bastante gente se tuvo que quedar fuera de la iglesia, porque se sobrepasaba el aforo, y no era cuestión de que le multaran al sacerdote.

En general hubo mucha comprensión. Algún amago de bronca, posiblemente por los nervios y todo bien.

Los niños entran, se colocan bien, y arreando, ya empiezan las comuniones.

Sale a leer Mireia y muy tranquila. Es una niña preciosa, que tiene su punto de rebelde que me encanta.

Luego salen los padres a leer: Laura, que se me anima a un bombardero, Loli, muy profesional, y Maggi, que lo hizo divinamente.

Y mis niños, que llega la hora de las peticiones. Me los comía yo a todos. Guapísimos, correctos, y encantadores.

La ofrenda la hicieron mis mellizos favoritos: Izan e Iker, muy guapos los dos. Paseíllo por mitad de la iglesia y fueron los protagonistas. Xavi y Miguel Angel leyeron las ofrendas. Xavi, un chaval inquieto y alegre. Se le ve que va a ser alto como su padre. Yo le llamo, papaíto piernas largas. Y Miguel Angel que es un crío muy tranquilo, pausado y que tiene su punto tierno.

Llega la hora de la comunión, que es un momento de nervios. Los niños tenían que subir al altar y tomar la comunión en la mano. Importante colocar las manos como se tienen que colocar. Lo hicieron de lujo, las catequistas estábamos encantadas.

Me dice un niño: no me gusta el sabor. Habrá que hablar con las monjas que hacen las formas para que las hagan con sabor a fresa.

El último niño en salir, para los agradecimientos, es Valeria, una niña preciosa, muy tímida y que salió encantada. Yo le había dicho que ella era el postre, que es lo más dulce y lo que mejor sabe.

Aplausos finales, y fotos. 

Yo de charla con mi amiga Ade, y me dice el cura: ven a las fotos, que no van a salir tus lentejuelas, jajajajjajaa.

Toca recoger sillas, colocar bancos en su sitio y sudar la gota gorda. El cámara, se había dejado parte de sus trastos en la iglesia y me había pedido que esperara. Pasó el tiempo, y apareció el cura y nos dijo que nos fuéramos, que el cámara le llamara a él. 

Hicimos trampita y aprovechando que no había nadie en la calle, nos quitamos la mascarilla y respiramos. ¡uff, qué calor!

Un año más de comuniones, y estas serán recordadas siempre. Por eso me hice foto.

Otros años, pssha, unas comuniones más.

Esta ha sido muy especial y muy emocionante.

Quiero dar las gracias a los padres, por ser tan colaboradores y tan encantadores. Han sido 3 años estupendos.

Ahora nos tocan los pezqueñines de Primero de cate. Otra aventura comienza

viernes, 18 de septiembre de 2020

Ya llegan las comuniones en Faura y alguna cosilla más

 Hoy os quiero contar un poco de todo, para no aburriros.

Esta semana está siendo ocupada, porque las comuniones son el domingo y ha habido ensayos. Y hoy tenemos que colocar las sillas y los bancos, y mañana tenemos que colocar los nombres de los niños y de las familias. 

El sábado pasado, después de misa, y en medio del lío de padres y demás, nos dijeron que nos acercáramos. Y nos dieron un regalo estupendo. Muchas gracias.

Este año, dos niños han hecho la comunión por separado.

Luis, un niño estupendo, y su madre me sorprendió regalándonos a las catequistas una cesta de comida. Y que no tengo foto, pero nos la hemos zampado muy alegremente

La comunión fue una misa normal, que yo toqué. El niño iba muy guapo, con ropa sencilla y que vale para todo. No era el clásico comunionero. Estaba muy nervioso. Leyó lo primero que tenía que leer, pero el resto, no. Lloró bastante, estaba emocionado. Al final, el cura le acercó el micro para la última lectura: un agradecimiento a la gente. Lloró mucho

La siguiente fue Sofia, un encanto de niña, a la que queremos muchísimo. Y claro, ya no me pilló de sorpresa, cuando ella en persona me dio un regalo precioso: un chal en coral con hilos de plata. Cuando haga más frío, seguro que lo luciré.


La misa fue una misa de comunión, con la encantadora Silvia Queralt cantando. Cuando canta Silvia, pienso que un ángel está cantando.

La niña, comunionera total, llorando toda la misa. Pero muy profesional, porque leyó perfectamente todo lo que tenía que leer. Una preciosidad.

El resto de los niños, pues los queremos mucho. Y me han regalado un gorro de


invierno muy invierno, unos pendientes preciosos y un saco muy chulo. De todo esto lo que estoy usando de verdad es el saco. Los pendientes, tengo miedo de que se me caigan. La mascarilla y los pendientes, no suelen ser muy amigos. Y el gorro, cuando haga mucho frío, seguro que me lo pongo. Como véis, todo muy amarillo. Y me dijeron que habían pensado en mí para el regalo. A mi amiga Ade, le regalaron un bolso y un chal en tonos beiges.

La verdad, es que este grupo de comunión que ha estado con nosotros 3 años, ha sido uno de los mejores que recuerdo. Unos niños estupendos, que siempre querían leer, unos padres que han colaborado siempre que se lo hemos pedido, y han sabido tener paciencia en esta crisis del coronavirus. Y tendrán una comunión preciosa e histórica. Para recordar siempre

El caso es que yo no quería ir a la comunión con la mascarilla de la risa. Había


echado a lavar la otra. La busqué por todas partes y no apareció. Compré una en joom, de un gato. Esta es más bonita estéticamente hablando. Pero no iba a llegar a la comunión. Así que, el martes, aprovechando que era mercado en Faura, fuimos a por una mascarilla. Y encontré una de lentejuelas negras, que me vienen de cine para ir elegante a eventos varios.





La semana que viene también está completa. Ensayo el lunes, y el sábado nos vamos a una visita guiada a San Miguel de los Reyes. Actualmente es una biblioteca pero antes fue monasterio cisterciense, monasterio de San Jerónimo y cárcel. El domingo, nos vamos a Chera, a ver unas icnitas. Y celebraremos el cumple de mi marido. Ese mismo día a las 19h tengo misa en Quart.

El lunes, iremos por el regalo de Juan, que es un reloj inteligente. Mi señor marido, ve poco de cerca y el reloj inteligente que tiene es tamaño standar y no ve bien.


Hemos visto uno grande e iremos por él. 

Otra cosa que me preocupa es mi perro, que sale de una diarrea y se mete en la siguiente. Otra vez está dejando marca por la noche. Y no quiere comer. Está adelgazando mucho. Le hemos dado lo mismo que nos dio la veterinaria la otra vez y que le funcionó bien. Esperaremos unos días a ver qué tal.  

Modifico  porque ayer si fuimos a la veterinaria. Y nos dijo que los perros de raza tienen más problemas que los callejeros. Y cada uno tiene una tecla distinta. Y curioso, porque los teckels son normalmente muy gordos. El nuestro no, y siempre ha tenido la barriga delicada.

A partir de ahora, sólo pienso para perros con problemas gastrointestinales. Fuimos ayer a Tienda Animal y le compramos uno. Y también un paté.

Y claro, la jeringa con un preparado para la diarrea y también antibiótico.

Como dijo la veterinaria. Ahora sólo tiene que seguir una aburrida dieta de pienso


Está lloviendo y han bajado las temperaturas. Mejor, que ya estamos hastiados de calor. 

Un beso a todos los que me leéis