El mundo en mis manos

Nuestra filosofía de vida, a través de este hermoso texto

La vida es un instante que pasa y no vuelve. Comienza con un fresco amanecer; y como un atardecer sereno se nos va. De nosotros depende que el sol de nuestra vida, cuando se despida del cielo llamado “historia”, coloree con hermosos colores su despedida. Colores que sean los recuerdos bonitos que guarden de nosotros las personas que vivieron a nuestro lado.

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lunes, 15 de junio de 2020

Aniversario de boda: ya van 18 años



Hoy es el día de nuestro aniversario. Ya van 18 años de amor.


El amor es como una planta: si no se riega, se mustia. Y a lo largo de todos estos años, hemos estado mimando nuestro amor: diciendo muchas veces todos los días : te quiero. Dándonos todos los días muchas veces, besos. Diciendo todos los días muchas veces lo maravillosos que somos el uno para el otro.

Recuerdo el día de mi boda nítidamente. Dormí como una bendita, y, sin nervios, me fui a la pelu. Antes, me despedí del que era mi novio y pronto mi marido.
Después de la pelu, me fui a casa de mi hermana mayor, donde estaba la maquilladora.
Ahí me puse el traje. Mi hermana pequeña me prestó el can.can y unos pendientes. Lo nuevo, era el traje. Y lo azul, se acordaron una vez puesto el traje, y me engancharon a la liga un lazo azul. Toda la tradición al completo.
Mi novio, mientras tanto, se encontró con un problema: La chaqueta no tenía ojal para poner la flor. Fueron rápido a una tienda (Hilo y Dedal, creo que se llamaba) y rápidamente le hicieron un ojal y listo.

Llegaron los fotógrafos y empezó el movimiento. De la Ceca a la Meca trajinando.

A la iglesia en el coche de mi primo Carmelo. Las flores, preciosas. Elegimos el ramo en una floristería no principal de mi pueblo. Me dijeron que si quería en rosas marrones y acepté. Yo quería un ramo en cascada. Algo que se viera, nada de mínimos ramos. Ramo tradicional.
Y llamó la atención muchísimo, porque era precioso. Ya lo véis por las fotos.


Llegamos pronto a la iglesia, y mi primo dijo que no, que la novia tenía que llegar más tarde. Así que hicimos tiempo escuchando a la Oreja de Van Gogh.

Por fin llego a la iglesia, fotos por doquier, saludos al cura, que era amigo, y entramos.
Teníamos que hacer la monición de entrada. Y me dijo el fotógrafo que me echara el velo para atrás. Yo lo hice, pero se me quedó en plan cofia. Que también quedaba chulo. Juan y yo hicimos la monición de entrada, tranquilos, seremos, y felices.
Luego, me tocó a mi leer la Primera carta a los Corintios: El amor es comprensivo...... Me la sabía de memoria de tanto repasarla. Y tuve más nervios al ensayarla que en la boda. Estuve tranquila

Las peticiones, las hizo mi cuñado Javi, muy bien.

Los votos, en el altar, cara a la gente. Mikel, el cura, decía que las bodas son de los novios y son ellos los protagonistas.
Pues, ala, al altar y de cara a todos.
Anécdotas 2:
Las arras: Juan puso la mitad de las arras en mi mano, pero, al hacer yo lo mismo de vuelta, se cayó una rodando por las escaleras. Mi mano no da para más.
A la hora de los votos, Mikel dijo en voz baja a Juan: No digas Yo M.Carmen.  Y yo me eché a reir. La gente pensó que por los nervios. Pero no, era por el comentario del cura.
En los ensayos, Juan se equivocó y dijo Yo, M.Carmen.
Una anécdota divertida.

Acaba la misa, salimos, y arroz. El cura me dijo que por favor no se tirara arroz, que costaba mucho quitarlo. Pero la tradición manda, y arroz que te crió.

Reportaje de boda: el reportaje lo hicimos en los jardines del Erdiko Etxe, el hotel rural donde ibamos a pasar la noche de bodas.







 El Erdiko Etxe,  soy seguidora actual en facebook. Tenía un premio europeo de mejor hotel rural. Y el entorno era precioso.
Mucha gente en Euskadi, se iba a Begoña a sacar fotos de novios. Pero si no me caso en Begoña, no necesito fotos en Begoña.
Mucho más bonito el reportaje que nos hicieron en el Erdiko Etxe.

Me dice el fotógrafo: tú tranquila, siéntate. Me siento en el árbol y se  me posa un bicho con cuernos negro. Berrido al canto. El ayudante, coge al bicho de los cuernos y a fuera.






















La comida, en el Politena, un restaurante pequeño, porque la boda era pequeña, familiar y poco más.
En mitad de la comida, mi hermano Patxi, que era el padrino, se acuerda del detalle que hay que dar a los invitados. Rápido sale del restaurante a casa por ello. En fin. Es lo que pasa por ser padrino.
La tarta, preciosa, con caramelo haciendo virguerías. Y muy rica
El baile, en poco espacio, pero perfecto.

Yo me casé por la Iglesia porque soy católica. Y le dije a Juan que si quería, me casaba en la sacristía y ya está. Pero Juan dijo que ya de casarse por la Iglesia, se casaba con todo el kit de boda.

Y de esto, hace 18 años. Hubo agoreros que no nos dieron ni un año. Pero, algunas de estas personas, ya están separadas. Es lo que hay.

18 años en que nos ha pasado de todo. El buen Dios nos hace la vida movidita. Pero todo lo superamos con mucho amor, mucho humor y mucho compañerismo.
El humor es básico en nuestras vidas. Si no nos reímos de lo que nos pasa, nos amargaríamos la existencia.
Ahora toca mascarilla. Y tenemos una pinta bárbara. Con los calores que vienen, me están dando a mi, las urticarias de Santa Urtica.


Han pasado 18 años. He engordado, también mi marido. Pero yo le encuentro el hombre más guapo del mundo, el mejor hombre que jamás hubiera podido soñar. Pienso que he tenido una gran suerte porque ha sido mi primer novio y último. Y he acertado de lleno y me he llevado lo mejor de Faura.
El también piensa algo parecido. Es más parco en palabras (menos mal, porque conmigo no hubiera podido hablar, jajaj) pero no es parco en sentimientos, ni en decirme que soy muy guapa y lo mucho que me quiere.

En esto consiste el amor. A veces la gente se fija en el envoltorio, que es precioso, y no en lo que va dentro
El envoltorio, se estropea con el tiempo, y si no hay nada dentro, el amor se va.
Pasa el tiempo, y los años, y cosas de la edad, tempus fugit.

Nos queremos, y es lo importante. Y disfrutar del día a día. Despertarse por la mañana sonriendo al nuevo día. Abrir los ojos y ver a la persona amada todos los días.
Esto es lo mejor.
Feliz anversario amor