En este año que acaba, quiero hacer una reflexión sobre la paz. O más bien, sobre los motivos de la gente para matar.
Se mata por motivos íntimamente personales (venganza, envidia), por motivos económicos, por motivos supuestamente sanitarios, por motivos políticos y por motivos religiosos.
Los motivos personales están inscritos dentro de lo que es un ser humano: un ser pasional.
Tenemos pasiones buenas, y otras no tanto.
Generalmente, se considera buena la ley del Talión. Ojo por ojo, diente por diente. Parece que existe una satisfacción moral en hacer lo mismo que te han hecho. Pero, entonces, nos equiparamos a la persona que ha cometido el delito. Si un asesino ha hecho mal, nosotros también seremos asesinos si lo asesinamos.
Los motivos económicos son el pan nuestro de cada día, y el origen de la mayoría de las guerras actuales (petróleo, gas, minerales etc). Se suele camuflar alegando altos motivos morales, y metiendo a Dios en el ajo.
Los motivos políticos los tenemos en este país a la orden del día. Se asesina por política. Por un trozo de tierra, asesinamos. Por una bandera, asesinamos.
Supongo que es cuestión de perspectiva. No nos damos cuenta de lo ínfimos que somos, en este planeta. Y tampoco nos damos cuenta de que el otro ser tiene una vida, que es lo único y más preciado del mundo.
Y que ninguna razón es lícita para asesinar.
Motivos sanitarios, estoy hablando del aborto. Sé que muchas personas que me leen no estarán para nada de acuerdo conmigo.
Aún no existe un sólo científico o médico que diga cuándo un ser humano empieza a serlo, Y mientras no se demuestre, sigue siendo ser humano, aunque sólo tenga dos células. Y de hecho, el propio cuerpo de la madre lo considera extraño, dando los consabidos problemas.
He visto en la tele que decían que eran los conservadores los que estaban en contra del aborto. Demasiado simple. Conozco gente totalmente de izquierdas que está en contra del aborto. Por la razón que he dado.
Asesinar a quien no tiene ninguna defensa, es lo peor de lo peor.
Los motivos religiosos son los que tienen aún menos defensa. Dios es amor. Somos todos hijos de Dios. Ningún Dios desea la muerte de un solo de sus hijos. Si todos somos hermanos, jamás querremos el mal de ninguno de nosotros.
Sólo lo que parte del hombre es malvado, jamás lo que procede de Dios. Humanizamos a Dios y le damos los vicios y las virtudes humanas. Ese es el problema.
También nos consideramos los ejecutores de Dios. Dios no necesita ayudantes. Ya se ocupará El de decidir quien está a su lado, o quien no lo está.
Por eso, creyentes o no, protejamos a nuestros semejantes. Nadie es suficientemente indigno para no vivir.
Feliz Año
He hecho un intercambio con Catru, del blog Brujita de Lana.
