El mundo en mis manos

Nuestra filosofía de vida, a través de este hermoso texto

La vida es un instante que pasa y no vuelve. Comienza con un fresco amanecer; y como un atardecer sereno se nos va. De nosotros depende que el sol de nuestra vida, cuando se despida del cielo llamado “historia”, coloree con hermosos colores su despedida. Colores que sean los recuerdos bonitos que guarden de nosotros las personas que vivieron a nuestro lado.

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lunes, 2 de noviembre de 2020

Celebración de mi cumpleaños: Geldo, un pueblo donde el Arte Urbano es protagonista

Por fin llegó mi cumple. Pasé la semana un poco inquieta por la incertidumbre de la confinación.
Teníamos pensado ir a Cuenca, pero, como no se pudo, el plan B era precioso: irnos a Geldo, un pueblo del interior cerca de Faura, donde el arte urbano es el protagonista.

Mi marido, me regaló este collar, que en realidad son 3. Como hacía calor me puse una camiseta que no hacía honor a la belleza del collar.
Amparo nos dio la alegría de poder venir. La lástima es que Toni aún está enfermo. Rezaremos por él. Seguro que se recupera y le vemos en nuestras reuniones.

Juanra, el marido de Ade, nos guió por Geldo (se conoce todos los pueblos, es un chollo) y nos llevó a esta área recreativa tan bonita.
Allí nos zampanos los txoripanes que había hecho y que me habían quedado muy ricos
Amparo llevaba la tortilla que le hizo su madre, y que también nos la zampamos (yo no, porque no me gustan las tortillas hechas, soy así de pijotera, y, aparte, con el txoripan ya estaba yo hasta arriba)
Un lugar precioso y una foto que recuerdo. Mi facultad tenía un parque donde, en otoño, había parecidos árboles. E hice una foto similar a esta. Con los colores del otoño.
Para alegría de mi hijo, esta área recreativa tenía frontón. Y bien chulo

 Y en la pared del frontón, como veis, este retrato de, pensamos, Bernstein, el compositor y director de música.
Aceptamos sugerencias.
Una obra de arte en blanco y negro.

Seguimos a la caza del Arte Urbano. No confundir con la guarrada urbana, que es lo que se ve mucho por paredes varias.

En este caso, un águila con unas manos, en policromía. 
Llamativa a más no poder.
Siguiente obra muy poética. Una ninfa, náyade o lo que pongáis. Con su cabello transformado en planta.

Muy original.
Mis dos hombres favoritos, en una obra abstracta. Parece una calle con su árbol.
La Naturaleza también hace obras de arte. Y en un rincón de Geldo esta flor de la pasión (o maracuyá, o passiflora)

Seguimos admirando tanto obras del hombre como obras de Dios.

Este señor había que mirarlo desde aquí, porque de cerca perdía mucho.

Aprovechando un saliente del muro, hicieron su nariz.


Como podéis apreciar, de cerca pierde un poco.
En un rincón de Geldo, una casa con infinidad de plantas.
Llegamos a otra obra del mismo autor que la del frontón.
Está representado un hombre, del cual ignoramos su nombre, no sabemos si es ficticio o real.



De cerca se ve el virtuosismo del autor.


A mi marido le encantó.

Y a mí también, la verdad. Una auténtica pasada
Cerquita de esta última estaba esta, pero la tapaban un poco los coches.
Dos mujeres. Y los pinchos no pertenecen a la pintura, sino a una valla.
Aquí podéis ver las dos obras, separadas por una calle.
Esta foto es curiosa. Y es la primera vez que, poniendo la mano en la cámara, queda una foto chula.

Un búho. Colorista a más no poder
Mi hijo la disfrutó  mucho, mi marido me mira con su cara de joker
Siguiente parada, Navajas, un pueblo precioso. Hacía mucho que no iba yo por ahí. Y mucho menos de día. Mi coral y la de Navajas han colaborado muchas veces. 

Pero íbamos al salto de la novia. Que no es natural, es artificial. El chorro lo sueltan cuando lo consideran.
Este árbol tan rojo me llamó la atención.
Primera sorpresa: hay que pagar. 2 euros por persona.
Segunda: no tienen trípticos y el papel que nos dan es una cutrez.
En el camino asfaltado, indicaban un mirador del paraíso y allí subimos. Y según subíamos empezó a caer agua por las escaleras en plan río. Esta foto está hecha en el último momento, antes de salir a escape. Se les ocurrió abrir el chorro justo cuando subíamos.
Nos empapamos. Lo mío es llenarme de agua.
Un poco más abajo se ven las consecuencias de soltar el chorro. Mirad qué cascada más chula. No se ven los bajos del pantalón empapados.
Llegamos al Salto de la Novia. Tiene una historia muy bonita. Hicieron saltar a una novia y cayó mal. El novio saltó y aún les están buscando.

Mi marido me sacó esta foto, pero el sol pegaba en la cascada.
Como veis, llevaba otra mascarilla diferente a la de la risa: la del gato
Había cabras muy bien alimentadas por la gente que paseaba.


Este lugar, hace años, era césped. La gente se sentaba y comía su bocata, mientras había actuaciones en vivo.
Mi coral ha cantado y era espectacular
Digo yo, que ahora, pagando, podían acondicionar el sitio.

Había también un puente, donde se accedía al escenario. Ahora hay piedras.

De todos modos, es un sitio precioso
Empezamos a caminar por un sendero, hasta que vimos que se nos hacía la hora.
Foto de paisaje, con las montañas al fondo.
Ahora, que no teníamos el sol en la cascada, podíamos hacer fotos más bonitas. Repito que la cascada es artificial.
Nuestros muchachos, mientras mirábamos la explicación de la leyenda del Salto de la Novia, estaba hipnotizados mirando el chorro.
Llegó la hora de comer, y sacamos las viandas.
Cada vez venimos más preparados. Ade se trajo el camping gas para hacer torrada.
Yo hice mis patatas bravas, con alicate. El alicate es alioli de aguacate.
También llevé libritos de lomo pilarica, una receta que pondré en el blog.
Y mi ensalada de cumpleaños: tomate, queso de Burgos, aguacate y aliño de aceite con ajos y miel.

Comimos de maravilla. El detalle es que se me olvidó quitar el palillo en los libritos de lomo. Un fallo.
Llegó el postre y hacía falta hacer la mise en place que dicen los técnicos.
Es una tarta Pavlova  (ya pondré la receta en el blog).El origen de la tarta está en Australia, donde se alojó Pavlova, que era una bailarina muy etérea de ballet.

Cuando saqué la tarta el sábado pensé que tenía la base demasiado blanda. Así que ayer le di un toque de horno.
Mi marido la cubrió con mezcla de nata y filadelfia, y mi hijo le puso los frutos rojos
Ahora he leído que es exactamente así cómo se hace. 
Costó encender las velas, porque hacía viento.
Por fin lo conseguí. 57 tacos y estoy estupenda, porque lo digo yo.

Me gusta vivir
Mi marido se reía, porque los números se iban hundiendo en la nata, jajaja Yo con cara de uyuyuy
Lo importante es reír.

Una tarta con riesgo. Porque no sabes si por dentro estará buena, hasta que la partes.
Me puse yo a trocear, o hacer que troceo, porque mi marido lo hace mejor.
Tenía una pinta estupenda, y por dentro engordé de alegría.
Estaba estupenda, crujiente por fuera y blandita por dentro.
Los frutos rojos le daban el toque ácido que le venía de lujo.
Llegó la hora del café. Contesté a mis compañeros de coral, a mi hermano Patxi y a mi hermana Arantza, que me habían felicitado. Muchas gracias.

Para bajar la pitanza fuimos a ver más arte urbano, este de tamaño más reducido.
Este mural tan bonito con mensaje incluido.
Las lindas aves del paraíso, que no nos hemos caído del árbol.

Gracias compañeras
Más murales, con diferentes temas, con diferente resultado y diferente técnica.
El león era el que más me gustaba.
Esta obra tan curiosa hizo que mis hombres y el de Ade posaran para la foto.
Es bonita en tres colores.
Había más gente a la caza de la obra de arte.
Y nosotros les hicimos unas fotos. Y ellos nos hicieron unas cuantas.
Para que mis amigos puedan elegir, las pongo todas.
La última obra es de la pareja de gays besándose. Muy moderna, pero ya no es transgresora. Ya estamos acostumbrados.
Tampoco es que nos gustara demasiado
Aprovecho para decir que todos llevábamos mascarillas. Que sólo nos las quitábamos para las fotos. Somos responsables.
La obra de arte ganadora de esta pared es esta mujer con pelos varios. Parece Medusa, pero no vi yo las serpientes.







Volviendo ya para el coche, nos fijamos en esta otra obra de arte, situada en el lavadero. Es que hasta los de Geldo tienen el lavadero decorado.
De lejos se veían las cerezas, y al acercarnos, esta preciosidad de mujer con cerezas y flor de cereza en al pelo
En esta foto, yo parece que estuviera en un piano, pero es efecto de sombra.
Los pájaros salen volando del pelo, que ya parece un nido.

Una última obra de arte en un pueblo que tan buen gusto nos ha dejado.





Me quedo con que fue un día perfecto, con un calor muy rico. Mi hijo no cuenta, no le hagáis caso, está con la adolescencia y decía que no tenía calor.
El resto, sí lo teníamos.
Volvimos a casa. Y al ver el recibimiento de Faura, con su grafiti .
Como podéis ver, la diferencia es notable. Las caras de estos aldeanos son infantiles sin llegar a ser naïf.
En fin, que llegué a casa y contesté a todas las felicitaciones de facebook. Algunos me habían puesto unos textos preciosos.
Muchas gracias por las felicitaciones y muchas gracias a todos