El tema de hoy es la soledad. La soledad de la que se ha hablado mucho.
Decía Moustaki: Yo no estoy nunca solo con mi soledad
También Emilio José, decía: soledad, es tan tierna como una paloma..
Hay dos tipos de soledades: la buscada y la que no buscas.
La buscada es una soledad agradable, donde te hundes en tus pensamientos, en tus reflexiones o en tus rezos o meditaciones.
En todas las culturas se ha buscado la soledad para encontrarse con Dios. Es algo, por lo que se ve, connatural al ser humano.
Todo el mundo hemos querido alguna vez o varias estar solos. Que nos dejen en paz un rato, vamos a ver. Momentos de desconectar, poner la tele y apagar el móvil.
Pero la soledad también es una mala compañera cuando no se desea. Llega un momento en la vida en que los hijos se han hecho mayores, o la que se ha hecho mayor eres tú. También puede que no estés casada y todo tu entorno sí. Y no tenéis conversaciones afines. Te encuentras aislado y agobiado.
Antes, no había internet. Y te comías el marrón tú solito, poniendo una telenovela y llorando mogollón tus lágrimas solitarias.
Ahora tenemos más oportunidades. Y llega el momento en que tenemos que llenar el vacío que sentimos. Y aquí están las tiendas on-line. Es cuando compramos todo lo habido y por haber, lo necesitemos o no. Y acaba la casa pareciendo un bazar.
No es el síndrome de Diógenes pero tiene un aire. Son personas que no tienen aficiones como leer, cocinar, limpiar, hacer deporte o cualquier otra cosa.
Otra opción es la comida, comer como si no hubiera un mañana. Desayunar, post desayunar, almorzar, comer, merendar, cenar, y postcenar. Y si surge alguna cosa más para llenar la barriga, mejor.
Una manera más sana es ocupar tu tiempo haciendo cursos de lo que sea.
Acumulan titulillos que no valen para nada, pero se han divertido.
O también buscas talleres varios que hacen que te sientas dentro el mundo, porque el mundo normalmente es bastante poco empático. O sea, si estás solo, te jorobas.
Y hay gente que se apunta a todas las asociaciones habidas y por haber. Están en todos los sitios. Con lo cual paran en
casa poco tiempo y así evitan la soledad.
Pero también hay gente que no hace nada de nada y se hunden en su soledad, y cada vez están más solos y puede que cuando mueran, nadie se de cuenta, porque los que ya hace tiempo que no cuentan son ellos.
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