Es sorprendente lo que este estado excepcional hace con la gente. Yo debo de ser bicho raro porque no he hecho nada del otro jueves.
Al principio, la gente se llevó el papel higiénico como si en lugar de una neumonía, hubiera un caso de mega diarrea total. Y no había dónde encontrar papel higiénico. Y cuando ibas a una tienda, te pegaban unos cañazos de aúpa.
Lo de las mascarillas, es para darles de comer aparte. El gobierno ( y mira que no quiero hablar mal del gobierno) nos han hecho un lío monumental. Al principio y casi hasta ahora, decían que no eran necesarias. Y luego, que sí. Y claro, los que no estamos en el grupo de mascarillas gratis, las tenemos que pagar. Y 2 euros cada mascarilla es un robo. UN ROBO EN MAYÚSCULAS.
Otro misterio: la harina : la gente se ha vuelto repostera y falta harina. Y como yo si la uso para mis masas, me he encontrado con que falta. Hasta aquí, normal, porque es lógico que si tenemos tiempo nos dediquemos a la repostería. Los bizcochos, de todos modos, es mejor con harina de repostería, que tiene más aire. Pero, da igual, son facilitos, y el único problema que dan es de temperatura, que tiene que ser baja (180 grados) porque si no, suben rápido y bajan igualmente rápido.
El complemento no necesario de la harina es la levadura de panadería. Esa que venden en taquitos amarillos.
Esto son palabras mayores: no es para noveles en las artes amasorias. Este tipo de levadura se usa para hacer pan, empanada, pizza, brioches varios (panquemados, roscones, bollos suizos), y son más difíciles (iba a decir jodidas pero no se dicen palabrotas) de usar. El desastre, si es la primera vez que la usas, está asegurado.
Ante la imposibilidad de usar levadura, porque no hay existencias, le he dado a la cerveza. Y no porque me haya emborrachado de pura frustración, no. La cerveza contiene levadura y gas carbónico, que ayuda a leudar la masa (subir).
Así que, ya sabéis, expertos cocineros, si no encontráis, como yo, levadura de panadería, seguro que encontráis cerveza que, os va a venir muy bien.
Los que tejemos, también nos hemos puesto al curro. Pero creo que no tenemos problemas de existencias. Las tiendas online de ovillos, van muy bien.
También los buscadores de chollos (yo lo soy) miramos y remiramos, y ya sabéis que Sprinter tiene unos precios buenos. Y si miráis rebajas del 50 % en zapatillas, es golosón, golosón. Tampoco hay miedo de agotamiento de zapatillas, no hay problemas
Seguiremos en la nave del misterio en busca de más desapariciones muy muy misteriosas
Al principio, la gente se llevó el papel higiénico como si en lugar de una neumonía, hubiera un caso de mega diarrea total. Y no había dónde encontrar papel higiénico. Y cuando ibas a una tienda, te pegaban unos cañazos de aúpa.
Lo de las mascarillas, es para darles de comer aparte. El gobierno ( y mira que no quiero hablar mal del gobierno) nos han hecho un lío monumental. Al principio y casi hasta ahora, decían que no eran necesarias. Y luego, que sí. Y claro, los que no estamos en el grupo de mascarillas gratis, las tenemos que pagar. Y 2 euros cada mascarilla es un robo. UN ROBO EN MAYÚSCULAS.
Otro misterio: la harina : la gente se ha vuelto repostera y falta harina. Y como yo si la uso para mis masas, me he encontrado con que falta. Hasta aquí, normal, porque es lógico que si tenemos tiempo nos dediquemos a la repostería. Los bizcochos, de todos modos, es mejor con harina de repostería, que tiene más aire. Pero, da igual, son facilitos, y el único problema que dan es de temperatura, que tiene que ser baja (180 grados) porque si no, suben rápido y bajan igualmente rápido.
El complemento no necesario de la harina es la levadura de panadería. Esa que venden en taquitos amarillos.
Esto son palabras mayores: no es para noveles en las artes amasorias. Este tipo de levadura se usa para hacer pan, empanada, pizza, brioches varios (panquemados, roscones, bollos suizos), y son más difíciles (iba a decir jodidas pero no se dicen palabrotas) de usar. El desastre, si es la primera vez que la usas, está asegurado.
Ante la imposibilidad de usar levadura, porque no hay existencias, le he dado a la cerveza. Y no porque me haya emborrachado de pura frustración, no. La cerveza contiene levadura y gas carbónico, que ayuda a leudar la masa (subir).
Así que, ya sabéis, expertos cocineros, si no encontráis, como yo, levadura de panadería, seguro que encontráis cerveza que, os va a venir muy bien.
Los que tejemos, también nos hemos puesto al curro. Pero creo que no tenemos problemas de existencias. Las tiendas online de ovillos, van muy bien.
También los buscadores de chollos (yo lo soy) miramos y remiramos, y ya sabéis que Sprinter tiene unos precios buenos. Y si miráis rebajas del 50 % en zapatillas, es golosón, golosón. Tampoco hay miedo de agotamiento de zapatillas, no hay problemas
Seguiremos en la nave del misterio en busca de más desapariciones muy muy misteriosas
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