1er aniversario de la llegada a España de Rafa

Este mes está siendo de celebraciones. Y esta vez toca el aniversario de la llegada de Rafa a España.

Estuvimos 4 semanas justas en Colombia.

Los recuerdos más llamativos fueron (no en orden cronológico, sino en orden de memoria)

1. El primer encuentro con Rafa, que ya lo he comentado
2. El vaso de café que tiré al psicólogo y que me manchó el pantalón desmontable (a Dios gracias)
3. La remojada que nos pegamos y que me dejó con otitis y sorda de rebote durante 3 semanas
4. 

1. El aplauso que pidió el cura de la iglesia a donde ibamos.

El padre Alejandro hizo que toda la parroquia se girara y nos aplaudiera. Tuve una sensación de vergüenza y de emoción al mismo tiempo.
5 . La llegada a Bogotá y a la Casa de Encuentros de las Hermanitas de los pobres de San Pedro Clavet. Un sitio precioso.
6 . Zipaquirá, donde celebramos nuestro aniversario de boda. La catedral es el sitio más espectacular en el que hemos estado.
7 . La última comida con nuestros amigos del alma

Raquel, Antonio y David. Nos trajimos de recuerdo las escobas que véis, que son los palillos con que pinchaban los entrantes.

Del viaje de vuelta, recuerdo las prisas. Rafa se montó por primera vez en la silla, y fue más fácil

No nos dejaron facturar conjuntamente, y tuvimos que comprar una bolsa, que nos cobraron excesivamente, pero no estábamos para quejas

Recuerdo que vi un espectacular atardecer desde la ventanilla del avión

El viaje fue eterno. Rafa durmió todo el viaje, girándose y dándonos patadas continuamente

El avión iba con retraso y llegamos a Barajas muy tarde.
Pensábamos que habíamos perdido el enlace con Valencia.
No he corrido tanto en mi vida, y además, con Rafa en la silla.

En una de estas, Juan se deja la bolsa de documentos en un puesto de control. Vuelta a bajar por las escaleras mecánicas que casualmente no bajaban sino subían.
La terminal era la última.

Llegó un momento en que no pude más, y ya me daba igual si perdíamos el avión como si no.
Pero, Iberia nunca falla, y el avión salía con un retraso más que notable. Nos dio tiempo de ir al baño y todo.

Yo estaba agotada y me mareé en al avión. Y eso que yo soy dura para estas cosas. Agotamiento por no dormir y por la inmensa carrera por Barajas.

Llegamos a Manises. Y por supuesto, nuestra maleta que no sale. Esperamos 15 minutos, y por fin salió.

Mientras, nuestro amigo Cristino pensaba que nos había pasado algo.
Pero nada, el siguiente trámite fue pasar por Aduana. Un amabilísimo guardia civil, abrió una de las maletas y nos gastó unas bromas
Por fin salimos.

Por un problema con el teléfono, nuestros amigos Yolanda, Juanma y su hija Ariadna, no habían venido a recibirnos.

Rafa cuando vio a Cristino, le dio la mano y ala, para el coche.
Pensábamos que no querría ir en sus silla de coche, pero no fue así y fue tan contento.

Al llegar a casa, se echó a llorar, pero en cuanto vio su cuarto y sus juguetes, se quedó tan feliz

Fuimos a comprar provisiones, y por el camino, Rafa recibió sus primeros halagos. Fue un continuo pararse hasta que llegamos al Consum

Por la tarde, fuimos a casa de Yolanda, Juanma y Ariadna. Le habían preparado una fiesta de bienvenida.

Llegó la noche y estábamos agotados. Había sido un día, verdaderamente muy largo