El sábado pasado, tuvimos quedada en Almassera, y con Malena, una de nuestras nuevas incorporaciones, me di cuenta de que compartíamos otra afición: los cactus.
Ella me ha hablado de sus cactus y yo de los míos. Me ha prometido cactus chulos, porque sabe que los cuido. Y ayer me envió unas fotos preciosas.
Así que hoy, os pongo otra vez mis cactus, un
poco más crecidos.
El primero, el asiento de suegra, que es el más jovencito en mi terraza
La chumbera blanca, que ha quedado en esta esquina, porque pincha muchísimo y es traidora. Pero le salva que es una preciosidad de planta
En orden de colocación, está este Alóe Vera, que parecía chuchurrío, hasta que cayó una tromba de agua, y, en lugar de ahogarse, revivió.
De paso, mis chanclas azules, que ya es primavera en mi blog
Este es el Abuelo, de nombre técnico, pelo de viejo o similar.
Venía con 3 hermanos, y han sobrevivido 2.
Es muy bonito y fácil de manejar.
Esta otra foto, con dedo incorporado también, es un cactus agradecido. Era de estos que regalan, de ordenador, chiquitito y esmirriado.
Y con cambio de maceta, esta hecho un chaval.
Este es otro alóe, el Cristata. Muy estético, y, seguramente, con menos propiedades que el vera, pero mucho más bonito. Está creciendo poco a poco, sin prisa pero sin pausa.
Este es el Alien, llamado así porque cuando lo compramos, parecía eso, un alien. Y ahora crece y crece y se retuerce en sí mismo, y es un pasada.
Este es el Señor Espinoso, un cactus tubular muy bonito y cuyo nombre no es ese, claro está.
Lo malo de los cactus tubulares, es que no se ve tan claro que crezcan. Sólo por las fotos del año pasado se ve bien
Esta es la Debbie (su nombre en latín es "nosequé Debbie").
Rosa rosae, y que vive feliz con sus nuevos hermanitos. Preciosa.
Cactus piedra. Están a punto de florecer, y pasan de ser esta especie de pezuña de bicho a tener unas flores espectaculares amarillas. Todos los días los miro.
Esta maceta es multiplanta. Por una parte esta planta gris, que, ya tiene flores este año
Luego, el Matto Grosso verde, que crece y se expande, para alegría nuestra
Y por último, la Kiwi (kiwinorum), que es la rosa y verde, y que crece y crece pero de manera menos llamativa que el Matto Grosso.
El kalankoe tormentoso. Precioso, veteado de marrón, aterciopelado. Una pasada, vamos
Arrinconada contra la pared, aprisionada por la mesa plegada, la otra chumbera, la roja. Posiblemente, la podemos, y le añadiremos más plantones para que coja fuerza en su base. Porque crece a lo alto y se vence por el peso. Y esto, en una planta que pincha como ella sola, es mal negocio.
Y estas son mis plantas, a falta de que Malena me regale más compañeros.
Mi marido me dice que no vamos a tener sitio. Yo ya se lo haré, faltaría menos.
Y ahora, a mandarle las fotos a Malena.
El mundo en mis manos
Nuestra filosofía de vida, a través de este hermoso texto
La vida es un instante que pasa y no vuelve. Comienza con un fresco amanecer; y como un atardecer sereno se nos va. De nosotros depende que el sol de nuestra vida, cuando se despida del cielo llamado “historia”, coloree con hermosos colores su despedida. Colores que sean los recuerdos bonitos que guarden de nosotros las personas que vivieron a nuestro lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario