Lo que hace el fútbol, oye. Increíble. Ya no hay crisis ni asesinatos, ni accidentes de tráfico. Los políticos no se tiran los trastos a la cabeza, y hasta las procesiones se cambian de hora para que no coincida con el partido.
Yo soy muy poco de banderitas y esas cosas.
Soy como la mayoría. Somos españoles sin alharacas.
Pero
reconozco que me sale el sentimiento patrio cuando juega España. Aunque sea a los bolos, oye. No llego a los límites de poner banderitas en la terraza e ir de rojo y amarillo. No. Pero una, se lanza emocionada a decir¡ Campeonessssssssssssssssssssss! Y a pasar muchos nervios oyendo los partidos. Porque sí, soy nerviosa. Y los partidos de fútbol son demasiado lentos para mí. Así que me entretendo leyendo y cuando oigo escándalo me asomo a ver. Y es que en mi vecindario hay mucho futbolero. Y se asoman a la terraza a proclamar los goles a grito pelado, en plan histérico a tope. Y así no hace falta ver el partido. En fin, que el orgullo patrio por ser los reyes del deporte rey, nos va a durar, calculo, el resto del verano. E imagino que acabaré hartísima del fútbol, como todos los años. En fin, Felicidades Selección. Hemos hecho callar muchas bocazas. Que la gente habla mucho mucho mucho. Y Del Bosque, el seleccionador, sinceramente, ¡qué gran persona!. No como el bocazas del seleccionador anterior, que ya tuvo que hablar. Por no hablar de otros seleccionadores, que dijeron barbaridades de la selección Española. O los periódicos que hablaban de Sara Carbonero, que distraía a Iker (qué idiotez más grande) Ahora somos campeones y con todo merecimiento. Ayer los holandeses iban a por el patadón. Mal, mal y muy mal. Y las anteriores selecciones con las que se ha enfrentado España iban al cerrojazo. Excepción honrosísima: Honduras y Alemania. Dos selecciones muy distintas que jugaron al fútbol. Y el balón ese, tan extraño, hizo que algunos se libraran de alguna goleada. Somos campeones, oé oé oé.
reconozco que me sale el sentimiento patrio cuando juega España. Aunque sea a los bolos, oye. No llego a los límites de poner banderitas en la terraza e ir de rojo y amarillo. No. Pero una, se lanza emocionada a decir¡ Campeonessssssssssssssssssssss! Y a pasar muchos nervios oyendo los partidos. Porque sí, soy nerviosa. Y los partidos de fútbol son demasiado lentos para mí. Así que me entretendo leyendo y cuando oigo escándalo me asomo a ver. Y es que en mi vecindario hay mucho futbolero. Y se asoman a la terraza a proclamar los goles a grito pelado, en plan histérico a tope. Y así no hace falta ver el partido. En fin, que el orgullo patrio por ser los reyes del deporte rey, nos va a durar, calculo, el resto del verano. E imagino que acabaré hartísima del fútbol, como todos los años. En fin, Felicidades Selección. Hemos hecho callar muchas bocazas. Que la gente habla mucho mucho mucho. Y Del Bosque, el seleccionador, sinceramente, ¡qué gran persona!. No como el bocazas del seleccionador anterior, que ya tuvo que hablar. Por no hablar de otros seleccionadores, que dijeron barbaridades de la selección Española. O los periódicos que hablaban de Sara Carbonero, que distraía a Iker (qué idiotez más grande) Ahora somos campeones y con todo merecimiento. Ayer los holandeses iban a por el patadón. Mal, mal y muy mal. Y las anteriores selecciones con las que se ha enfrentado España iban al cerrojazo. Excepción honrosísima: Honduras y Alemania. Dos selecciones muy distintas que jugaron al fútbol. Y el balón ese, tan extraño, hizo que algunos se libraran de alguna goleada. Somos campeones, oé oé oé.
1 comentario:
A mi no me gusta el futbol, pero los de la selección si que los he visto, eso si tampoco somos de poner banderitas aunque debo reconocer que los días de partido nos vestimos de rojo jejeje.
Publicar un comentario