Nos recibió un día muy gris, con frío.
Mi hermano es un enamorado de Valencia. Y, por cierto, está soltero, así que ya sabéis, mozas de España (jaja)
El viernes por la mañana, fuimos a la playa, para así desmontar el mito de que en Valencia hace un tiempo fantástico
El sábado, después de descubrir que estaba viva, (había cantado la procesión de viernes santo de Sagunto y estaba molida), nos dirigimos a ver el acueducto romano de Chelva.
Y aquí os tengo que contar que tenía una fobia a caerme en cualquier altura. Y la vista del acueducto sobre el barranco hizo que me temblaran las piernas.
Pero, decidí curar la fobia, pasando por el acueducto, que gracias a un camino muy bueno, era perfectamente practicable.
Con un chute de adrenalina estupendo, seguimos por las galerías que abrieron los romanos para que fluyera el agua
Este es el cortado que da nombre al acueducto: Acueducto de Peña Cortada. Un inmenso tajo en vertical, que deja pasmados a todos.
Pasados los primeros túneles, los siguientes estaban inundados, con piedras más inestables que estables, para poder pasar.
Había que hacer un esfuerzo, apoyándose en las paredes y haciendo variados equilibrios, para poder pasar.
Yo, entre unas y otras, acabé con las zapatillas de trekking inundadas y los calcetines en idéntica situación.
El regreso hacia el acueducto, estaba yo pletórica. Tanto, que incluso me asomé a ver qué había en el fondo del precipicio.
Esto parece más de lo que es. Incluso parece que mi hijo estuviera en peligro. No es así, es un lugar completamente seguro (a no ser que estés borracho y vayas de lado a lado, claro)
De regreso, nos dirigimos al acueducto de Alcotas, este que ya puse un día en este blog, pensando que era el de verdad, y, que, un amable lector me corrigió.
Una vez visitado Chelva, nos fuimos a Alpuente, a comer. Y en Alpuente, de camino a el yacimiento de huellas de la Corcolilla, hay un acueducto medieval
El domingo de Resurrección, lo dedicamos a comer en Sant Espèrit, en Gilet, un merendero en un convento de esta localidad. Un lugar al que todos habían pensado ir. De milagro, conseguimos mesa.
Y desde aquí, quisiera saber si alguien sabe cómo ir a la cruz del monte de Sant Espérit.
Y ahora, a seguir.
Te esperamos, tío Patxi, en Agosto. Tenemos nuevas excursiones.
Un beso muy grande de tu hermana, de tu cuñado y de tu sobrino que te quiere enormemente
1 comentario:
Bueno, bueno, vosotros sí que sabéis cómo pasarlo bien ¿eh? Menudos valientes, a buena hora me subo yo a un acueducto o paso por unos túneles tan estrechos... Me ha encantado la ruta de los acueductos romanos, no sabía que hubiera tantos y en tan buen estado.
Un beso.
Publicar un comentario