Ayer fue nuestro aniversario de boda, que coincidió con la Trobada d'Escoles en Valencià, a la que estaba invitada con Nudos, un dueto formado por mi amiga Norberta y yo. Al final, mi amiga no pudo venir, así que estuve yo sola.
Pegaba una solana importante, que no cesó hasta que el sol se fue.
Al enterarme de que no venía mi amiga, tuve que recolocar cosas, y poner cosas nuevas.
Enseñé a hacer i.cordes a la gente y a los niños.
También tenía una muestra de las diferentes agujas y técnicas de punto.
Y , claro, un ejemplo de lo que yo hago: chales, vestidos, etc.
Vendí dos pañuelos, el marrón y el amarillo que veís.
Llegó la cena, con un imprevisto. Habíamos recogido todo, y fuimos a dejarlo a casa de mi suegra. El acceso es una escalera estrecha. Y ahí aprovechó mi pierna para tener una subida de bola. Me la comí con patatas fritas, porque no hubo manera de estirar la pierna para evitarlo. Los gritos se oyeron en toda España, imagino.
Para colmo, un dolorcete en el brazo derecho, de resultas de algún esfuerzo tonto, me estuvieron dando guerra toda la tarde, para agudizarse según iba pasando la noche.
La cena:
Cestitas de sobrasada con queso de cabra. Se mezcla sobrasada con miel. Ponemos en una oblea de empanadilla (de las grandes), un trozo de queso de cabra; encima, la sobrasada, y plegamos a gusto. En nuestro caso, en forma de saquito.
De postre la copa de Alejandra: un tiramisú de fresa, que estaba de muerte.
Por supuesto que ha sobrado de todo, pero tengo a un tragoncete en casa que va a agotarlo.
La noche ha sido bastante infernal. El dolor (contractura, seguro) del brazo no me ha dejado pegar ojo.
Al final, me he ido a tomar un Antalgín, que ha conseguido mitigar el dolorazo.
Me he levantado a las siete de la mañana, y estaba mejor. Me pone Radiosalil mi esposo mantecoso, y poco a poco voy mejorando.
Esta semana toca zafarrancho de limpieza, y me temo que hoy no voy a poder hacer apenas nada, snifff. Soy diestra, diestra, diestra.
Como véis, aparte de que parezco el burro del trapero, aún me río de mí misma. Olé yo
El mundo en mis manos
Nuestra filosofía de vida, a través de este hermoso texto
La vida es un instante que pasa y no vuelve. Comienza con un fresco amanecer; y como un atardecer sereno se nos va. De nosotros depende que el sol de nuestra vida, cuando se despida del cielo llamado “historia”, coloree con hermosos colores su despedida. Colores que sean los recuerdos bonitos que guarden de nosotros las personas que vivieron a nuestro lado.
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1 comentario:
Lo primero felicidades atrasadas, que pinta todo, ay como duele eso, cuídate mucho. Yo estoy de cambios de decoración en la habitación de la nena, le he comprado una cama de princesa total, en dos tonos crudo y roble, una cama mas grande la que tenía es nido y la llevamos para la casa del pueblo, estoy tb decapando una silla para su escritorio y le compre una lámpara tipo araña a la que le estoy poniendo cristales de swarosky. La otra era más de bebé.
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