Ayer, 15 de Junio fue nuestro 12 aniversario de boda. ¡Cómo ha pasado el tiempo!. Cuando nos conocimos por internet y nos casamos, fue todo un revuelo. Había poca gente y nuestros conocidos estaban desconcertados.
Ahora, que hasta hay agencias de contactos online, es todo más normal y hasta mi hermano conoció a la que es ahora su mujer, en un chat.Para celebrarlo, nos fuimos a la Ciudad de las Ciencias, donde había unas esculturas que estaban inspiradas en los planetas. Yo, ciertamente, a esto, le llamo (copiando a Olmo) carajos. Porque, básicamente cuando uno las ve dice ¿Qué carajo es esto?
Eso sí: las fotos de los hierros con el fondo de la Ciudad de las Ciencias son preciosas. En esta parece que yo estuviera tocando un órgano inmenso de iglesia espacial
Para la ocasión me puse el mismo vestido verde que usé en la Comunión de Rafa, pero añadí una cinta para el pelo y una pulsera de perlé, haciendo juego.
Esta foto me encanta. Rafa acababa de descubrir lo duro que es el hierro cuando uno le pega con la cabeza. Se reía y mi marido también. ¡Qué gustazo!
Esta otra foto es también original. Reflejados en un espejo.
Somos una familia feliz y estamos enamorados. Tal y como decía San Pablo: el amor no pasa nunca
Esta foto, al verla me dí cuenta que Rafa tiene dos cabezas encima de la propia. Otra recreación de un planeta, del cual no tengo ni la menor idea.
Seguimos paseando y fuimos al paseo que está paralelo al Umbracle. Al final había unos instrumentos para saber más de astronomía: equinoccios, reloj solar, reloj lunar....etc
Somos los amos del mundo, como veis
Nos enteramos de que no siempre el sol sale por el Este y se pone por el Oeste. Sólo en los equinoccios. Luego, va variando.
En esta postura que parece una cámara de tortura se ve por donde sale el sol. Que digo yo que no hace falta ponerse así, que yo lo veo todos los días de buena mañana
La luna, y al fondo la bola con las constelaciones. Mis dos hombres en la luna de Valencia.. Os quiero
A la vuelta, foto en las escaleras, con un fondo azul precioso.
Nos dirigimos al Aqua, porque yo tenía unas ampollas potentes en los pies y necesitaba tiritas urgentemente.
Compramos unas tiritas y aprovechamos para sacar las últimas fotos.
Me gusta el Aqua, pega siempre un aire fresquito que da gusto.
Así pasamos la mañana. Luego nos fuimos a casa.
Lo que pasó después, os lo podéis imaginar. Rafa se quedó jugando a la wii, y nosotros nos fuimos a echar la siesta.
Feliz Anirversario, Amor mío. Nunca Valencia fue tan bonita hasta que yo te vi.
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