Pues si, ya estamos en la normalidad.
Que para nosotros, es lo de siempre.
La Comunidad Valenciana es muy grande. Valencia provincia también. El Camp de Morvedre tiene infinitos sitios para ir.
Resumiendo: desde hace tiempo, nos movemos mucho sin salirnos de la provincia.
Está claro, que ahora, por ejemplo, podríamos irnos a Teruel. Hay un pueblo, Valdecuenca, al que tenemos mucho cariño y queremos ir. Y como hace frío, pues ideal para ir en Agosto.
Para estrenar la normalidad, nuestra amiga Antonia, nos había invitado a cenar.
De paso, estrené fotos de trípode. Como me daba problemas el bluetooth, usé el temporizador, que también va bien.
Tenía yo ganas de tener un trípode para el móvil. Y ahora el que tengo, es una pasada, porque cuando se pliega es pequeño, ideal para llevarlo a todos los sitios.
En fin, que tuvimos una cena estupenda, en la mejor compañía posible.
Nos divertimos muchísimo.
Ya eran casi las 12 de la noche, y empezamos todos a mirar la hora. Los mochuelos deseaban volver a su nido.
Al llegar a casa, Rafa nos estaba esperando. Sorpresa, porque normalmente se va a la cama de motu propio a las 9 . Nos dijo que no podía dormir si no estábamos en casa. ¡Qué cosas!
Así, que, pastillitas de la abuela, lavado de dientes, y a dormir. Ya eran las 00'30 y nosotros no somos de trasnochar, sino de madrugar. Mi reloj biológico me ha despertado a las 6'45 de la mañana. No merece la pena perder más el tiempo durmiendo.
Ha hecho calor y parece que va a seguir haciéndolo. Estamos en verano y es lo que toca. Hasta ahora, nos hemos librado de noches tropicales. Pero la de ayer ha sido un poco más cálida de lo que toca. Me he despertado inundada de sudor.
Bueno, chicos, ya estamos bien, en la nueva normalidad. Que no es normalidad, porque aún llevamos la mascarilla. Pero es lo que hay
Que para nosotros, es lo de siempre.
La Comunidad Valenciana es muy grande. Valencia provincia también. El Camp de Morvedre tiene infinitos sitios para ir.
Resumiendo: desde hace tiempo, nos movemos mucho sin salirnos de la provincia.
Está claro, que ahora, por ejemplo, podríamos irnos a Teruel. Hay un pueblo, Valdecuenca, al que tenemos mucho cariño y queremos ir. Y como hace frío, pues ideal para ir en Agosto.
Para estrenar la normalidad, nuestra amiga Antonia, nos había invitado a cenar.
De paso, estrené fotos de trípode. Como me daba problemas el bluetooth, usé el temporizador, que también va bien.
Tenía yo ganas de tener un trípode para el móvil. Y ahora el que tengo, es una pasada, porque cuando se pliega es pequeño, ideal para llevarlo a todos los sitios.
En fin, que tuvimos una cena estupenda, en la mejor compañía posible.
Nos divertimos muchísimo.
Ya eran casi las 12 de la noche, y empezamos todos a mirar la hora. Los mochuelos deseaban volver a su nido.
Al llegar a casa, Rafa nos estaba esperando. Sorpresa, porque normalmente se va a la cama de motu propio a las 9 . Nos dijo que no podía dormir si no estábamos en casa. ¡Qué cosas!
Así, que, pastillitas de la abuela, lavado de dientes, y a dormir. Ya eran las 00'30 y nosotros no somos de trasnochar, sino de madrugar. Mi reloj biológico me ha despertado a las 6'45 de la mañana. No merece la pena perder más el tiempo durmiendo.
Ha hecho calor y parece que va a seguir haciéndolo. Estamos en verano y es lo que toca. Hasta ahora, nos hemos librado de noches tropicales. Pero la de ayer ha sido un poco más cálida de lo que toca. Me he despertado inundada de sudor.
Bueno, chicos, ya estamos bien, en la nueva normalidad. Que no es normalidad, porque aún llevamos la mascarilla. Pero es lo que hay
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