El tenis es uno de mis deportes favoritos, por no decir el que más me gusta.
De toda la vida recuerdo ver partidos de tenis en la tele, en la 2. Y con tanta insistencia, involucré a mi familia. Y todos pegados a la tele viendo a Wilander,
que era uno de mis favoritos, a Lendl, que se quitaba las pestañas. Llegaron los cañoneros, Jim Courier y Pete Sampras.
Antes estaba el broncas Mcenroe, y Borj (Ice Borj) , Jimmi Connors, jugando con raquetas de madera.
Las chicas también , como no: Steffi Graft, Monica Seles.
También he jugado al tenis. Improvisamos una pista poniendo una red en una cancha olvidada. Y ahí jugábamos. Soy muy mala, la verdad. El revés nunca ha sido mi fuerte. De derecha y voleando, sí. Pero nada del otro jueves.
En verano, en Laredo, había una pista de tierra batida. Y ahí descubrí yo lo que puede enguarrinar este tipo de pista. Resbalé, me caí, y parecía que habían matado a un cerdo. Todo rojo, no se podía quitar.
La persona que más ha jugado conmigo y que ha seguido siendo fan, ha sido mi hermano Patxi. No podía ser otro. Menudas tardes de tenis nos hemos pegado, en el sofá de casa.
Tengo que hablar de los españoles, como no: Primero, los Sánchez Vicario, en especial Arantza. Una campeona de aúpa, junto con Conchita Martínez. Abrieron la brecha para que otras mujeres se animaran a jugar al tenis.
Y llega mi jugador favorito, porque estaba y está como un tren: Alex Corretja: me encantaba. Moreno con ojos verdes. Había una marquesina anunciando una colonia, o algo así. La cara de Alex con sus ojazos, yo alucinaba.
Luego, el vasco, Berasategui, que tuvo su mérito porque no era demasiado alto, y porque se entrenaba en una pista que le hizo su padre en Arrigorriaga.
Sigo en el tiempo, con Carlos Moyá, Ferrero, Boris Becker (que le he visto en
Eurosport en alemán), André Agassi,
Me gustan las pistas lentas, sobre todo las de tierra batida. Ver los puntos largos, estratégicos, lucha de titanes, es lo que me encanta. La pista rápida tipo moqueta o hierba no tiene tanta miga. Los puntos de saque y volea, no dan para nada. Favorecen a los cañoneros, o sea a los grandes sacadores.
Y llegamos a Nadal. Empezó con pantalón pirata y pelos largos. Los pelos, según avanzaban los años se clarearon, y la calva asomó. Y se fue cortando el cabello (que con la pasta que tiene ya podrá hacerse un implante capilar, digo yo), y los pantalones se acortaron a la vez. Las camisetas sin mangas, para variar, crecieron y se le añadieron mangas.
Me he casado y he enganchado a mi marido al tenis. El Roland Garrós, excepto las semifinales y finales, las hemos visto en Eurosport Alemania. Muy graciosos los anuncios en alemán. Y los comentarios de Boris Becker.
El partido:
Pensaba que iba a ser muy largo, porque eran dos tanques de igual potencia. Así que nos fuimos a la siesta. Cuando desperté, ya iba Nadal aplastando a Djokovic. Le había hecho un donuts. Esa para que espabiles, ole.
Llega el tercer ser. Yo con los nervios, me levantaba, me sentaba. Rompe el saque Nadal, le hace un contrabreak Djokovic. Y por fin, para ponerse 5-6 vuelve a romperle el servicio a Djokovic. Saca Rafa, 15-0. Y a mi marido se le ocurre la peregrina idea de mover el mando de la tele. Este mando es muy sensible. A nada que lo muevas la tele cambia. Y la tele cambió a negro. Desesperado, empezó a tocar teclas, a encender y a apagar la tele. Y a acordarse de todo: lo divino y lo humano. Yo por dentro me estaba corroyendo la mala uva. Pero no quise echar más leña al fuego. Ocho minutos más tarde, funciona la tele. Pero ya Nadal ha ganado.
Intentamos ver los dos puntos que nos comimos, pero sólo vimos el último. Nadal ganando de un ace, como un campeón.
Le he dicho a mi marido, que esta se la recordaré hasta el fin de sus días. Y que en el cielo aún se lo seguiré recordando, jajajajajaja
Enhorabuena, Rafa, eres un campeón, y va luciendo España sin problemas. Que no hace falta llenarse la boca con España para lucir país.
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