Ayer me llegó de Joom el trípode nuevo. El otro se había roto.
Este es de acero y tiene muchas posibilidades de hacerse súper alto. Eso sí: es mucho más trasto que el otro, menos básico
Con el trípode nuevo en el saco, fuimos a nuestra salida de los miércoles. Un gran paseo con Gora, que se mostró inquieta como siempre. Nos turnamos en la correa.
Llegó la hora del bocata y pusimos el trípode, que va de lujo total. Ya le pondré yo pegatinas chulas para que no haya tanto negro.
Continuamos el paseo, pero ya Gora estaba muy cansada. Por fin hizo un pis que celebramos como si fuera lo mejor del mundo.
El camino es el mejor de todos los recorridos.
Había infinidad de bicis y también gente corriendo, gente paseando, gente paseando con perro...
Es el camino que más nos gusta hacer, con el que mi reloj marca los 10.000 pasos y me da una copa de ganadora.
La única lástima es que Ade no ha podido venir.
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