Gora nos ha salido una perra cochinota. Se hace pis y caca por las noches.
Pensamos que cuando fuera adulta se le quitarían esos vicios, y no aceptamos que nos dejaran una jaula. Error. Fuimos a un sitio que entrenan perros, y lo que yo sospechaba se hizo realidad. La perra por las noches, ve que tiene campo libre, y ancha es Castilla, y mea y caga donde quiere. Por eso hay que acotarle el espacio.
Miramos las jaulas y estaban carísimas. Así que fuimos a Internet y encontramos en una tienda especializada una jaula muy buena. Tuvimos que esperar unos días, pero, ya con la esperanza de tenerla no nos molestaban los regalos matutinos de Gora.
La jaula la trajimos el viernes y fue Coco el que la estrenó. Como el domingo nos íbamos de excursión y no queríamos una noche toledana, no ha sido hasta ayer cuando ha dormido en ella.
Es una jaula espaciosa, donde cabe perfectamente y está la mar de cómoda.
Ayer por la noche, le señalé la jaula y se fue como un corderito. La recompensé con una chuche.
Mi marido me ha dicho que ha llorado a la 1 y media de la noche. Él se ha levantado y le ha soltado un rapapolvo acústico y ha cerrado la puerta del comedor.
Hoy la hemos felicitado, le hemos dado una chuche y rápidamente la hemos colocado el arnés y ha salido.
Por otra parte, ayer quitamos la butaca donde dormía y que estaba destrozada. Hemos puesto otra, pero en ésta tiene prohibido subir. Tiene dos opciones: o su cama, o la jaula (que tiene la puerta abierta).
Ahora nos toca aguantar los lloros porque ha cambiado todo. Está muy pesada pero es lo que toca
Dejaremos la jaula 3 meses o así y probaremos entonces a abrir la puerta. Si por entonces se contiene, venderemos la jaula en tiendas de segunda mano
No hay comentarios:
Publicar un comentario