En este día de la mujer trabajadora, y, por ende, el día de la mujer, voy a expresar una serie de reflexiones de lo que yo, a título muy personal y subjetivo, pienso.
Yo divido al mundo mujer en:
Feminismo católico: yo soy una feminista acérrima católica.
Pienso que ambos sexos tenemos los mismos derechos y deberes.
Como católica, trato a todo el mundo igual, sacerdotes, obispos o seglares.
Respeto a todo el mundo y exijo igual tratamiento.
No por ser mujer tengo que tener unos roles ni tampoco evadirme de otros trabajos.
En la parroquia hago de todo y no pasa nada. Junto al sacerdote y el resto de la parroquia, remamos todos en una misma dirección.
Al sacerdote sólo le debo sumisión cuando oficia misa, porque es entonces cuando hace de Jesucristo.
El resto es opinable, como todos los seres humanos.
Como católica y mujer estoy en contra del aborto, porque se ceba con los más débiles y que no pueden defenderse. Y hasta que algún sesudo científico me explique cuándo empieza la vida y cuando no, sigo estando en contra del aborto.
También estoy a favor de los métodos anticonceptivos. Es la solución menos mala a los embarazos no deseados.
Reconozco que no puedo pedir castidad, que es el mejor método anticonceptivo. Y ,que también, existe la paternidad responsable, que consiste en tener los hijos que una pueda mantener. Y dentro de un matrimonio, el anticonceptivo es básico. El resto es utopía.
La castidad, de la que siempre somos objeto las mujeres, a lo largo de la historia.
Tenemos que ser como la Virgen María: Vírgenes, abnegadas, enfermeras y demás.
Pues se os acabó el chollo, hermanos. Como la Virgen María, tenemos que ser todos: hombres y mujeres.
Feminismo:
Consideran que tanto hombres como mujeres tenemos que tener los mismos derechos. Luchan para que la desigualdad se mitigue. Igualdad salarial, igualdad de representación política, igualdad de derechos y deberes.
Tenemos los mismos derechos pero no somos iguales. El cerebro del hombre y el de la mujer no son iguales. Pero ahí radica la igualdad: nos complementamos.
Las feministas también están a favor del aborto, y en eso yo no coincido
Machismo:
Consideran que las mujeres son de su posesión y que tienen el derecho de machacarlas y que ellas no digan nada.
Descargan sus frustraciones en las mujeres, y luego, cuando ellas se rebelan, viene la violencia.
Piensan que las mujeres tenemos un gen que hace que seamos enfermeras de todo bicho viviente en diferente grado de parentesco. También creen que tenemos otro gen llamado el gen del trapo. Somos criadas sin horario ni sueldo.
Tienen una enfermedad y es que los brazos y las piernas se les anquilosan cuando tienen que hacer labores domésticas.
Van como los gallos del corral. Pero ya las gallinas hace tiempo que pasan del tema. Aún quedan algunas a las que llamo mujeres machistas.
Las mujeres machistas son lo peor. Porque inculcan en sus hijos esta desigualdad: los hijos varones no hacen nada en casa y las mujeres sí.
Piensan que los hombres son más listos e inteligentes y que ellas son su apoyo.
Machistas católicos: los hay y dan mucho miedo. Creen que nuestro papel en la Iglesia es cero patatero. No podemos dar la comunión, ni leer. Como mucho ser
catequistas y limpiar la iglesia.
Tenemos que ser como la Virgen María: castas. Con ellos no va el tema. Ellos se pueden ir de putas, porque no pasa nada. Eso sí, la mujer nanay.
Los hay que piden a las mujeres que nos cubramos en la iglesia: Aún a estas alturas del patio he visto mujeres jóvenes con velo.
Son de la misa tridentina, en latín y farfollando, todo rito, mucho incienso.
Feminazis
Estas son de lo peor. Consideran que la mujer es superior al hombre. Todas pertenecen a un determinado partido político, del que no quiero hablar.
Se empeñan en despreciar al género masculino. Van en contra de los hombres. Y he leído que muchas los consideran prescindibles. Claro, con la tecnología se pueden tener hijos sin hombres. (Ignoran que el semen procede de un hombre, aún no se puede producir semen artificial)
Y lo que nos faltaba: el vocabulario: intentan cambiar nuestro idioma, metiendo la "e" cuando un adjetivo o sustantivo tiene la o. Pero, si el interfecto vocablo tiene la "a" eso no lo cambian: por ejemplo, no hay taxistas y taxistos.
Es el radicalismo. Son anticatólicas. Con el resto de las religiones no se meten. Pero con la católica se ceban. Montan manifestaciones, van en tetas a una celebración religiosa, hacen procesiones blasfemas y demás alegrías de la huerta.
Consideran diferentes géneros. Confunden la orientación sexual con el género.
Que yo sepa sólo hay hombre o mujer. Luego ya puedes tener orientaciones sexuales variadas. Que hay tantas como personas aburridas hay.
Pero no, estas van a saco. Todo lo que huela a feminidad les repulsa.
Consideran que tienen todo el derecho a abortar porque es su cuerpo.
Y con esto, acabo.
Feliz día de la mujer trabajadora
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