Como tenía que comprar más algodón a una tienda y ésta se encuentra al lado de la Lonja, pues entramos en ella.
Habían abierto otra sala, y en la puerta se veían estas figuras.
La Lonja es uno de los poquísimos ejemplos de arquitectura civil gótica.
Era un sitio donde se comerciaba con seda.
Vimos la mascletà que estuvo muy chula, con un terremoto final muy bien combinado con fuego alto y bajo.
También es de destacar la originalidad de los colores del humo.
Como siempre, nos fuimos a comer el bocata en al Antiguo Hospital
Es un parque lleno de columnas rotas, como si fueran ruinas, pero no es así.
Las columnas rotas están puestas a posta, y son ideales como bancos.
También tiene una ermita y una iglesia. En los soportales de la ermita fuimos a comer, a la sombra. Lorenzo pegaba con alegría y mi marido estaba cangrejo perdido
El día 2, quería ir a misa en la catedral. Pero aparcar resultó más complicado de lo que parecía y llegué un poco tarde.
Misa cantada por un coro que ponía los pelos como escarpias.
Y niña detrás llorando y metiendo ruido y yo que me acordaba de Herodes.
Al final, después de acordarme seriamente de los padres, éstos,
decidieron llevarse la niña a otro lado de la catedral
La mascletà estuvo fantástica. El terremoto final tuvo dos pequeños instantes en los que mis pies querían huir.
Fuego muy alto para empezar. El viento iba hacia nosotros, y nos comimos la primera parte de la mascletà.
Como el viento era muy democrático, al final cambió de dirección y se comieron el resto de la mascletà otros
Papeo en un sitio muy majo del Antiguo Hospital y que el sábado estaba ocupado.
Cambiamos de sitio religioso, y esta vez nos pusimos a la sombra de la iglesia, en unas columnas muy bien puestas.
Por la tarde, ya en Faura, fue la cabalgata de Fallas.
Tendría que haber sido el domingo pasado, pero llovió a mares y no pudo celebrarse
Véis los falleros disfrazados de toreros y flamencas
Aquí, la carroza de la fallera infantil
Y la carroza de la fallera mayor de Faura
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