Los cielos otoñales ya aparecen, con su variedad de matices.
Ha sido un mes en el que he conocido a dos personas, cada una totalmente distinta:
Martín, un encanto de persona. Un chileno afincado en la Vall d'Uixò, con una gran cultura, polifacético, y con el que se puede hablar de todo.
Por otra parte, Antonio Moya, una persona a la que ofrecimos nuestra ayuda y que ha resultado ser un mentiroso y un timador. Ahora, las piezas del puzzle que no nos encajaban encajan perfectamente. Un indeseable. No me paro a pensar si es por enfermedad mental o porque no tiene moralidad. No soy Dios.
Un mes de vuelta al cole. Rafa es el último año que va a Infantil. El año que viene ya entrará por la puerta de los mayores ¡Cómo pasa el tiempo!
Un mes en el que sé que mucha gente de Faura me lee, y les doy las gracias.
Por supuesto, a esta persona que se interesa por el tema de la adopción, desde aquí, que me diga qué día le viene bien para pasar una tarde en mi casa . Con un café, podemos explicarle mejor el hermoso y gratificante mundo de la adopción.
Bueno, esta entrada es como el otoño: variable. Desde la más espantosa tormenta hasta los más hermosos amanceres.
Un beso a todos
1 comentario:
Ya te digo tienes un poquitín de todo, pero bueno así es la vida... espero que el problema se soluciones. Y ahora a la carga con octubre.
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