Otro año que empieza y sin el Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena no existe como tal.
Me extasía tanto la música, como la danza, como las imágenes de castillos románticos, jardines....¡Cómo me gustaría ir a Austria!
También me recuerda a mi madre, a la que tanto agradaba. Eramos las dos únicas de la familia que lo veíamos. Y a veces, yo recuerdo hacer huevos rellenos mirando el concierto. ¡Qué tiempos!
Cuando acabó nos fuimos a casa de mi suegra a comer con la familia. Es la unica vez al año que nos juntamos y lo aprovechamos. El resto de las festividades navideñas las celebran con la familia de mi cuñada.
Y por eso, es una fiesta especial. Nos vemos las caras y vemos cómo crece la gente: unos a lo ancho y otros a lo largo, que así es la vida.
Lo importante es estar juntos y recordar trastadas que hicieron los mayores cuando fueron nano, para diversión de los más jóvenes que no imaginan que los padres también fueron niños traviesos.
2 comentarios:
Yo también soy otra de las que madrugan el día de Año Nuevo para poder ver el concierto tranquilamente. ¡Una tradición que ya lleva años en mi familia! Da gusto empezar el año así...
:-)
http://www.es.josemariaescriva.info/opus_dei/novenadeltrabajo.pdf
Hacedla, incluso Juan, y si me pones, Rafa...No hay nada que perder..
Un beso!. Uva9.
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