Fin de semana: nuevas adquisiciones laniles y excursión a la Valltorta

Este finde ha sido estupendísimo.

Mis amigas, las arañitas tejedoras, entendieron muy bien que no era por ellas la entrada anterior. Con ellas soy como soy: melona , pero ya me conocen de sobra.

Susi, de En punto y Alma, me trajo 3 rojos para elegir para hacerme el bolero que acompañará al Vestido Navajas. Elegí el Ravelry Red, que es el que más bonito queda.

Una de las arañitas nuevas, (no recuerdo el nombre), trajo un stock de lanas de una tienda, y no me pude resistira a estos ovillos de algodón en color salmón. Me encanta este color. Ya tengo el top que voy a hacer con él.




Fui a la tienda a cambiar los ovillos que me habían sobrado del vestido Navajas y compré acrílico blanco para otro top para el vestido Navajas. Y como me sobraba, pues compré otro ovillo morado.

Esto es todo, y tengo para rato.




El domingo, fuimos de excursión a la Valltorta, uno de los centros principales de arte rupestre levantino.

Malena, mi amiga, se apuntó a última hora, y nos trajimos las agujas, como buenas arañitas tejedoras que somos.







El Museo de la Valltorta es precioso y muy didáctico. Hay una reproducción de un uro a tamaño real. Hizo las delicias de mayores y niños.















Fuimos primero a ver la Cueva de los Caballos, que es la más representada en todo el arte levantino.

El barranco de la Valltorta (literalmente, valle torcido), es precioso.







Cada vez que veo estas maravillas, más me con venzo de que muchos españoles no damos importancia a la riqueza cultural que tenemos.









La excursión no es sólo para ver unos arqueros y unos ciervos pintados en un abrigo rocoso. Eso, como le dijo Rafa al guía, lo podíamos hacer nosotros, pintando en una pared.








Pero no; estas pinturas fueron hechas hace 6000 años, y son una joya de un valor incalculable. Una joya que no se halla más que en el Levante español. Exclusivamente.










La Cueva de los Caballos, a pesar de su nombre, muestra una cacería de ciervos. Hay que tener el ojo muy avezado para verlos, pero con el guía, se ven de lujo









Si uso el contraste, se ven mejor, pero no son reales.














Sufrieron un expolio importante, que ha dejado unos desconchones muy visibles.

Ahora son patrimonio de la Humanidad y son intocables, a Dios gracias








Mi hijo, disfrutando al ver los arqueros, ciervos, caballos, y demás.










Por la tarde fuimos a ver otra cueva,(se llaman así pero son abrigos rocosos) pero no hice fotos, porque se me olvidó.










Comimos en una pinada, y la primera foto que he puesto es precisamente de este momento.











Había cerca una caseta de pastores, que no recuerdo cómo se llama. Y seguro que no difiere mucho de las casas que hacían los que pintaron los abrigos rocosos.









El problema que tuvimos fue el agua: la fuente tenía este enorme enjambre de abejas. Y hacía falta ser muy valiente para llenar la botella.








Un día muy agradable, en excelente compañía. Nos cansamos pero estamos contentos.

Muchas gracias a todos, a mis lectores, a mis amigos, a mis compañeros y compañeras y a todo el mundo