Hoy quiero hablaros de estos anuncios que vemos cada día y que son realmente sorprendentes.
Lo primero, el asunto de las celulitis. Se ve una jovencita saliendo de la piscina, con una minibraga verde. Delgada y atlética. Es un anuncio de anticelulítico. Y por mucho que me empeñe en mirar bien, lo único que no veo son sus uñas. Ahí podría
tener celulitis, claro.
Siguiendo con el muestrario de tías buenas, macizas y sin ningún tipo de defecto aparente (ya se sabe que el interior se lo principal, pero eso no se ve), sigamos con anuncios de cremas que te prometen tener la piel como el culito de un bebé.
Y aquí hay dos posibilidades:
Que nos saquen a una jovencita de 18 años, sin una arruga en su piel.
Que nos saquen a una actriz tipo Jane Fonda, con un pedazo de photoshop del carajo. Lo que buenamente se llama planchado de piel.
Ni las unas, ni las otras, tienen una arruga, con lo cual, es complicado ver el antes y el después.
Claro, que a veces se ve eso mismo: una jovencita sin apenas maquillaje, y luego,
maquillada. Que, obviamente, con una de chapa y pintura, hasta Matusalén mejora. Y si el lienzo es joven, pues, apaga y vámonos.
Respecto a maquillajes, te ofrecen una mirada de escándalo, pero no con pestañas postizas sino vía rimmel. Cuentos chinos que se dice. Lo mismo para pintalabios y demás alifafes que las mujeres nos ponemos para estar guapas un rato. Lo que ocurre, que todas las niñas que salen están delgadísimas, guapísimas, y no hay del gremio más gordas, y menos guapas.
Vamos con los anuncios de cereales de estos integrales y que saben a corcho. Salen unas niñas, que igual van bien al baño, que no lo sé si tenían antes problemas de tránsito. Pero seguro que lo que es adelgazar no necesitan. Y desde luego, su cuerpazo no tiene nada que ver con los cereales.
Luego, tenemos los manidos anuncios de madres e hijas.
Está ese de una cremita por si te pica "ahí abajo", como dicen en el anuncio. Yo digo vagina a pelo que no suena tan bien, pero bueno. El caso es que las hijas podrían ser las nietas o las madres, las hermanas, que todo es cuestión. Al margen de que si a una le pica mucho la vagina, mejor que vaya al médico, digo yo, no sea que tenga ladillas o algo peor (eso también depende de con quien se haya acostado la interfecta).
También hay casos de jovencitas madres con tropecientos hijos ¡Viva la maternidad!, donde explican lo contentas que están porque no toman lactosa o porque sus nanos comen galletas de dinosaurios. En este caso, también ocurre jovencitas que en lugar de hijos, parece que tienen hermanos. Y por cierto ¿Qué tiene que ver la lactosa para que una se encuentre pegando botes? La lactosa no es cafeína, que yo sepa. Y aparte, que es rara la intolerancia a la lactosa. Lo que puede ocurrir es que, al tomar esta leche, luego nuestro organismo ya no admita la lactosa. Que qué bien para las marcas, y qué mal para el bolsillo.
Me voy del tema, que era las fantasías animadas.
¡Vaya pelazo! recuerda mi marido en el anuncio de un champú en el que la interfecta luce una casho melena de narices. Ya, con cuatro pelos, me gustaría yo ver el efecto de este champú. Al margen de que estas melenas llevan un kilo de
cera y un focón impresionante que hace que en lugar de pelo, parezca que tuviera el sol en la cabeza.
Y ya que hablamos de cosas capilares, hablamos de las pildoritas para que te crezca el pelo o se te haga más fuerte. Sale gente con un pelo, terso, fuerte sin asomo de alopecia. Y muy preocupados, claro. Seguro que no es por eso, pero ponen cara de muy preocupados.
Siguiendo con temas de salud, continuemos con las clínicas dentales, donde la gente luce unas dentaduras que parecen de mentira. No existe gente con el esmalte averiado, no señor. Todos con la dentadura blanca nuclear y recta sin fisuras. ¿Para qué necesitan dentista, entonces?
En fin: está claro que yo, con 52 años, con arrugas, pelín gorda, o gorda a pelo, no entro en este mundo de anuncios de yupi. Será que lo que ellos consideran que no es bonito, no se tiene que enseñar.
Gracias a Dios, tengo un marido, y supongo que hay muchos hombres más, que no quiere una muñeca que jamás envejezca, sino una mujer de verdad. Una mujer, que envejece, que engorda, que ya no tiene 18 años. Igualmente, mi marido ya no tiene 18 años, y está pelín fondón. Y calvito. Pero nos queremos mucho mucho mucho, Y no lo cambio por nadie.
Mi marido no tiene un pelazo, tomamos leche normal, tenemos la dentadura complicada . Por cierto, que Idental, promete ponerte la dentadura gratis si no tienes dinero. Mentira gorda.
Por todo eso:¡viva la gente normal! ¿Te apuntas?
Lo primero, el asunto de las celulitis. Se ve una jovencita saliendo de la piscina, con una minibraga verde. Delgada y atlética. Es un anuncio de anticelulítico. Y por mucho que me empeñe en mirar bien, lo único que no veo son sus uñas. Ahí podría
tener celulitis, claro.
Siguiendo con el muestrario de tías buenas, macizas y sin ningún tipo de defecto aparente (ya se sabe que el interior se lo principal, pero eso no se ve), sigamos con anuncios de cremas que te prometen tener la piel como el culito de un bebé.
Y aquí hay dos posibilidades:
Que nos saquen a una jovencita de 18 años, sin una arruga en su piel.
Que nos saquen a una actriz tipo Jane Fonda, con un pedazo de photoshop del carajo. Lo que buenamente se llama planchado de piel.
Ni las unas, ni las otras, tienen una arruga, con lo cual, es complicado ver el antes y el después.
Claro, que a veces se ve eso mismo: una jovencita sin apenas maquillaje, y luego,
maquillada. Que, obviamente, con una de chapa y pintura, hasta Matusalén mejora. Y si el lienzo es joven, pues, apaga y vámonos.
Respecto a maquillajes, te ofrecen una mirada de escándalo, pero no con pestañas postizas sino vía rimmel. Cuentos chinos que se dice. Lo mismo para pintalabios y demás alifafes que las mujeres nos ponemos para estar guapas un rato. Lo que ocurre, que todas las niñas que salen están delgadísimas, guapísimas, y no hay del gremio más gordas, y menos guapas.
Vamos con los anuncios de cereales de estos integrales y que saben a corcho. Salen unas niñas, que igual van bien al baño, que no lo sé si tenían antes problemas de tránsito. Pero seguro que lo que es adelgazar no necesitan. Y desde luego, su cuerpazo no tiene nada que ver con los cereales.
Luego, tenemos los manidos anuncios de madres e hijas.
Está ese de una cremita por si te pica "ahí abajo", como dicen en el anuncio. Yo digo vagina a pelo que no suena tan bien, pero bueno. El caso es que las hijas podrían ser las nietas o las madres, las hermanas, que todo es cuestión. Al margen de que si a una le pica mucho la vagina, mejor que vaya al médico, digo yo, no sea que tenga ladillas o algo peor (eso también depende de con quien se haya acostado la interfecta).
También hay casos de jovencitas madres con tropecientos hijos ¡Viva la maternidad!, donde explican lo contentas que están porque no toman lactosa o porque sus nanos comen galletas de dinosaurios. En este caso, también ocurre jovencitas que en lugar de hijos, parece que tienen hermanos. Y por cierto ¿Qué tiene que ver la lactosa para que una se encuentre pegando botes? La lactosa no es cafeína, que yo sepa. Y aparte, que es rara la intolerancia a la lactosa. Lo que puede ocurrir es que, al tomar esta leche, luego nuestro organismo ya no admita la lactosa. Que qué bien para las marcas, y qué mal para el bolsillo.
Me voy del tema, que era las fantasías animadas.
¡Vaya pelazo! recuerda mi marido en el anuncio de un champú en el que la interfecta luce una casho melena de narices. Ya, con cuatro pelos, me gustaría yo ver el efecto de este champú. Al margen de que estas melenas llevan un kilo de
cera y un focón impresionante que hace que en lugar de pelo, parezca que tuviera el sol en la cabeza.
Y ya que hablamos de cosas capilares, hablamos de las pildoritas para que te crezca el pelo o se te haga más fuerte. Sale gente con un pelo, terso, fuerte sin asomo de alopecia. Y muy preocupados, claro. Seguro que no es por eso, pero ponen cara de muy preocupados.
Siguiendo con temas de salud, continuemos con las clínicas dentales, donde la gente luce unas dentaduras que parecen de mentira. No existe gente con el esmalte averiado, no señor. Todos con la dentadura blanca nuclear y recta sin fisuras. ¿Para qué necesitan dentista, entonces?
En fin: está claro que yo, con 52 años, con arrugas, pelín gorda, o gorda a pelo, no entro en este mundo de anuncios de yupi. Será que lo que ellos consideran que no es bonito, no se tiene que enseñar.
Gracias a Dios, tengo un marido, y supongo que hay muchos hombres más, que no quiere una muñeca que jamás envejezca, sino una mujer de verdad. Una mujer, que envejece, que engorda, que ya no tiene 18 años. Igualmente, mi marido ya no tiene 18 años, y está pelín fondón. Y calvito. Pero nos queremos mucho mucho mucho, Y no lo cambio por nadie.
Mi marido no tiene un pelazo, tomamos leche normal, tenemos la dentadura complicada . Por cierto, que Idental, promete ponerte la dentadura gratis si no tienes dinero. Mentira gorda.
Por todo eso:¡viva la gente normal! ¿Te apuntas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario