Ya ha llegado la primavera y las flores.
Ya os he contado que soy como San Francisco de Asís: me encanta la naturaleza.
Y entre la naturaleza están las plantas; y más ajustadamente, las crasas.
Esta afición mía viene desde que fuimos a Colombia y estuvimos un mes. Lo único que aguantó fue un asiento de suegra.
Más tarde, una conocida del grupo de tejer, me dio un cactus (echinopsis subdenudata) y fue la primera flor que tuve. Nos quedamos mi marido y yo flipados viendo como se montaba el capullo. Desde entonces, y debido a la forma del capullo, se la conoce como Pene peludo.
Esta conocida, que se llamaba y se llama Malena, nos habló de un vivero de cactus, Agroideas, y lo bonito que era.
Quedamos para ir y yo me volví loca.
Fueron mis primeros cactus.
Fui dos veces más y siempre perfecto, porque Luis Bru, el dueño, es un encanto. Y ver el vivero es espectacular.
Más tarde, en un foro de cactus, participé en GH cactus. E hice lo mejor que yo sé: hacer el payaso. Y va y gano. Y me diero de premio un montón de cosas. Entre ellas, cactus y suculentas no cactáceas. Aquí empecé yo a aficionarme a las suculentas no cactáceas.
Un día, en un foro de infojardin, una persona hablaba de sus epífitos. Yo dije que me encantaban. Él dijo que si quería, y dicho y hecho. Ahora tengo unos cuantos, que han crecido divinamente. El único que no lo hizo fue el selenicereus anthonianus.
Más tarde, me regalaron mi cola de mono.
Y el año pasado, en un intercambio, me dieron el selenicereus, y ha crecido que da gloria. Me encanta con sus hojas en forma de hoja de roble.
¿Dónde los tengo?
Pues, hace un tiempo, una mami de cate me avisó de que en Consum estaban retirando expositores. Y allí fui yo y me llevé el de una crema solar. En principio era para las firas, pero mirándolo bien, nos decidimos a ponerlo para los cactus.
Está muy bien y caben muchos cactus
También tengo una estantería de hierro forjado que es esquinera. Y por supuesto, 3 jardineras.
Para evitar saltos innecesarios suicidas de mi gato, tengo barrera de cactus en todo el borde del suelo de mi balcón.
Me encanta tejer y mirar mis plantas. Antes, tenía mi word con todos sus nombres. Lo perdí por cosas del ordenador, y ahora ando vagoncia para volver a hacerlo.
Mi marido, que es un chollo, me dice que cuando acabe el confinamiento, me va a llevar al Oasis, y me comprará un cactus grande. Yo le digo, que lo primero es ir a Leroy Merlín a por un marco para mis láminas de Sorolla. Pero es cierto que tenemos ganas de ir en coche y largarnos por ahí.
Uno de los sitios más bonitos es el Jardín Botánico de Valencia. Una preciosidad, en la que cada vez que vamos hay cosas distintas. Tiene una colección de cactus preciosa. Y todo en su conjunto es una maravilla para disfrutar.
Ya os he contado que soy como San Francisco de Asís: me encanta la naturaleza.
Y entre la naturaleza están las plantas; y más ajustadamente, las crasas.
Esta afición mía viene desde que fuimos a Colombia y estuvimos un mes. Lo único que aguantó fue un asiento de suegra.
Más tarde, una conocida del grupo de tejer, me dio un cactus (echinopsis subdenudata) y fue la primera flor que tuve. Nos quedamos mi marido y yo flipados viendo como se montaba el capullo. Desde entonces, y debido a la forma del capullo, se la conoce como Pene peludo.
Esta conocida, que se llamaba y se llama Malena, nos habló de un vivero de cactus, Agroideas, y lo bonito que era.
Quedamos para ir y yo me volví loca.
Fueron mis primeros cactus.
Fui dos veces más y siempre perfecto, porque Luis Bru, el dueño, es un encanto. Y ver el vivero es espectacular.
Más tarde, en un foro de cactus, participé en GH cactus. E hice lo mejor que yo sé: hacer el payaso. Y va y gano. Y me diero de premio un montón de cosas. Entre ellas, cactus y suculentas no cactáceas. Aquí empecé yo a aficionarme a las suculentas no cactáceas.
Un día, en un foro de infojardin, una persona hablaba de sus epífitos. Yo dije que me encantaban. Él dijo que si quería, y dicho y hecho. Ahora tengo unos cuantos, que han crecido divinamente. El único que no lo hizo fue el selenicereus anthonianus.
Más tarde, me regalaron mi cola de mono.
Y el año pasado, en un intercambio, me dieron el selenicereus, y ha crecido que da gloria. Me encanta con sus hojas en forma de hoja de roble.
¿Dónde los tengo?
Pues, hace un tiempo, una mami de cate me avisó de que en Consum estaban retirando expositores. Y allí fui yo y me llevé el de una crema solar. En principio era para las firas, pero mirándolo bien, nos decidimos a ponerlo para los cactus.
Está muy bien y caben muchos cactus
También tengo una estantería de hierro forjado que es esquinera. Y por supuesto, 3 jardineras.
Para evitar saltos innecesarios suicidas de mi gato, tengo barrera de cactus en todo el borde del suelo de mi balcón.
Me encanta tejer y mirar mis plantas. Antes, tenía mi word con todos sus nombres. Lo perdí por cosas del ordenador, y ahora ando vagoncia para volver a hacerlo.
Mi marido, que es un chollo, me dice que cuando acabe el confinamiento, me va a llevar al Oasis, y me comprará un cactus grande. Yo le digo, que lo primero es ir a Leroy Merlín a por un marco para mis láminas de Sorolla. Pero es cierto que tenemos ganas de ir en coche y largarnos por ahí.
Uno de los sitios más bonitos es el Jardín Botánico de Valencia. Una preciosidad, en la que cada vez que vamos hay cosas distintas. Tiene una colección de cactus preciosa. Y todo en su conjunto es una maravilla para disfrutar.
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