Este sábado era la primera misa presencial desde el confinamiento.
Ya tenía yo ganas de ir a mi segunda casa.
Esta semana pasada el miércoles fui al consejo pastoral. El corazón me latía fuerte, porque no había ido desde el confinamiento.
Es como volver a casa después de las vacaciones. Estaba muy a gusto
El jueves, justo el día en que fui a la peluquería, fui a la reunión de padres de niños de comunión. Mi compañera y amiga Ade y yo habíamos quedado antes para organizar el reparto de catecismos y libros de actividades.
La reunión pues fue como fue, vamos a ver. No tienen claro si hacer la comunión en Septiembre y con posibilidad de mascarillas o en Abril y con menos posibilidad de mascarillas.
Como el asunto de las mascarillas no lo sabe nadie, menos Dios, pues a ver cómo quedan.
Cuando me vieron las madres, se fijaron en el corte de pelo. Y yo señalé a la culpable: una de ellas, la peluquera, jaja. Y le había dicho a Carmiña que si había malos comentarios, la mataba, jajajajajaja.
En fin, que el sábado fue mi primera misa. Tenía que tocar cosas que no se supiera la gente.
Y ahí fui yo con el Agur Jaunak, que es un canto religioso en euskara que se canta muchas veces. Obviamente, la gente no lo conoce.
Y otro canto para la comunión y finito se acabó. Más que cantos eran sonidos, porque no se puede cantar.
Ayer vinieron los de Les Valls tv a grabar la última misa. Una lástima, porque hay mucha gente que sigue la misa por el ordenador o por la tele.
Yo sabía que estaban, la cámara estaba a mi izquierda. Pero no pensaba que me iban a grabar directamente. Si lo llego a saber me dan los siete males.
Al llegar a casa, tenía curiosidad por ver cómo sonaba el órgano. Y me veo a todo plan. Me veo gorda, y fofa, vamos a ver. Los años no pasan en balde.
Pero también me veo favorecida con el nuevo corte de pelo.
Hoy mi marido me ha enseñado a hacer capturas de pantalla y he capturado dos momentos de mi actuación estelar ayer. Os los pongo
La verdad es que la mascarilla daba un calor horrible. Y menos mal que no se me ocurrió quitármela, porque quedaría fatal. Aunque, la verdad, es que había más de 2 metros entre la siguiente persona y yo. Cuando toco, normalmente estoy más pendiente de lo que hago de de lo que llevo.
Ya tenía yo ganas de ir a mi segunda casa.
Esta semana pasada el miércoles fui al consejo pastoral. El corazón me latía fuerte, porque no había ido desde el confinamiento.
Es como volver a casa después de las vacaciones. Estaba muy a gusto
El jueves, justo el día en que fui a la peluquería, fui a la reunión de padres de niños de comunión. Mi compañera y amiga Ade y yo habíamos quedado antes para organizar el reparto de catecismos y libros de actividades.
La reunión pues fue como fue, vamos a ver. No tienen claro si hacer la comunión en Septiembre y con posibilidad de mascarillas o en Abril y con menos posibilidad de mascarillas.
Como el asunto de las mascarillas no lo sabe nadie, menos Dios, pues a ver cómo quedan.
Cuando me vieron las madres, se fijaron en el corte de pelo. Y yo señalé a la culpable: una de ellas, la peluquera, jaja. Y le había dicho a Carmiña que si había malos comentarios, la mataba, jajajajajaja.
En fin, que el sábado fue mi primera misa. Tenía que tocar cosas que no se supiera la gente.
Y ahí fui yo con el Agur Jaunak, que es un canto religioso en euskara que se canta muchas veces. Obviamente, la gente no lo conoce.
Y otro canto para la comunión y finito se acabó. Más que cantos eran sonidos, porque no se puede cantar.
Ayer vinieron los de Les Valls tv a grabar la última misa. Una lástima, porque hay mucha gente que sigue la misa por el ordenador o por la tele.
Yo sabía que estaban, la cámara estaba a mi izquierda. Pero no pensaba que me iban a grabar directamente. Si lo llego a saber me dan los siete males.
Al llegar a casa, tenía curiosidad por ver cómo sonaba el órgano. Y me veo a todo plan. Me veo gorda, y fofa, vamos a ver. Los años no pasan en balde.
Pero también me veo favorecida con el nuevo corte de pelo.
Hoy mi marido me ha enseñado a hacer capturas de pantalla y he capturado dos momentos de mi actuación estelar ayer. Os los pongo
La verdad es que la mascarilla daba un calor horrible. Y menos mal que no se me ocurrió quitármela, porque quedaría fatal. Aunque, la verdad, es que había más de 2 metros entre la siguiente persona y yo. Cuando toco, normalmente estoy más pendiente de lo que hago de de lo que llevo.
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