
Por eso, decidió que era mejor irse a la playa que a la ermita. Decisión muy acertada, desde luego, para los que les gusta la playa. Ahí no hace el calor que aquí.

Y como me dijo el otro día mi compañero de coral Edu, todos buscan el fresco, pero éste no se deja encontrar. Al que lo encuentre, que envíe un whatsap.
El trayecto a la ermita se puede hacer de varias maneras: directamente subir escaleras, y luego, bajarlas. Yo de escaleras, todavía estoy empachada. Sólo de pensar en subirlas, me entran sudores.
Se puede también subir escaleras y bajar dando un rodeo por camino y carretera de huertos.

Feliz viernes, ya es finde
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