Es el típico pueblo que gusta callejear. Después del café nos pusimos a ello. Cuando nos tomamos el café, hablamos de Amparo y Toni, que no habían venido.
A ver si pronto os unís a las excursiones
Aparte, habían decorado el pueblo con hexágonos de ganchillo. Algunos, como en la foto, estaban sueltos.
Sabéis que me pirro por los callejones con plantas. Y es tan precioso, tan recogido, que da gusto mirar.
Nos dirigimos al río, y había mucho que ver. Paisajes preciosos y vistas fantásticas
Ya en el río, había dos puentes, y mi amiga Ade no se resistió a hacerse una foto en la que parecía que estuviera en la Tailandia profunda
Los compañeros y amigos siempre juntos
Me gustan mucho los puentes, el río que murmura bajo ellos y los secretos que te cuentan.
Sin autofoto no hay reportaje, y esta está muy graciosa
Esta foto tiene todo lo que me gusta: perspectiva y hexágonos de ganchillo.
Subimos al castillo, que estaba cerrado. Y al bajar, más hexágonos de ganchillo. Como véis, los había de todos los tamaños y colores
Sot de Chera, es precioso, pero se tiene que aparcar fuera del pueblo. Así que, nos pusimos de vuelta.
Mi marido nos hizo estas fotos y cuando las vi, vi que tenía la mascarilla al revés. Tenía cara de mala leche, pero también estaba gracioso
La última foto con más hexágonos, pero éstos, de pachwork, una novedad.
Lástima que no hubiera ninguno de calceta, que yo sí se hacer.
Por cierto, que mi amiga Ade llevaba su mascarilla africana la mar de chula.
Un día perfecto, y sin demasiado tiempo, volvimos a casa.
La misa de Quart empezaba a las 19'30 y no me gusta llegar justa. Así que apenas hubo tiempo para ducharnos, cambiarnos y a Quart.
Dejé los pantalones en la lavadora. Ya se habían secado y quedaban sólo restos de barro. Mis zapatillas rosas y negras estaban polvorientas, pero eso se soluciona rápido: un trapo con agua, y ya está.
Me vestí de negro funeral, con un colgante de luna que me regaló mi marido en el anterior cumpleaños, y con unos pendientes azules de otro cumpleaños. A misa fui en el coche de Juan.
Una misa preciosa, un día precioso y un cansancio precioso.
Pero lo mejor, los amigos y mi marido.
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