El mundo en mis manos

Nuestra filosofía de vida, a través de este hermoso texto

La vida es un instante que pasa y no vuelve. Comienza con un fresco amanecer; y como un atardecer sereno se nos va. De nosotros depende que el sol de nuestra vida, cuando se despida del cielo llamado “historia”, coloree con hermosos colores su despedida. Colores que sean los recuerdos bonitos que guarden de nosotros las personas que vivieron a nuestro lado.

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jueves, 24 de septiembre de 2020

¿De qué color son tus ojos?

 Pues los míos son verdes. Pero según les pegue la luz, pueden parecer más


oscuros o más claros. Mi marido me dice: ojitos verdes. Y el otro día, mientras nos dábamos un capricho en una pastelería, me lo dijo. Y para confirmarlo, me sacó esta foto tan graciosa.

Recuerdo hace muchos años, una profesora de Educación Física, que me soltó:¡Qué ojos más bonitos tienes! Pasaba lo mismo que en la foto. Venía la luz de perfil, y me iluminaba la mirada. 

No voy a decir que no me haya fijado en el color de mis ojos nunca. Puedo decir que son un poco caledioscopio. El iris está rodeado de marrón y la parte de fuera de verde grisáceo. Y el centro, un poco de todo: azul, verde.

No sé si realmente son bonitos o feos: son ojos. Ojos con gafas desde los 16 años. Y así seguirá porque odio las lentillas. 

Me encantan las gafas. Y ahora las hay súper chulas de colores. En Multiópticas (mi óptica de confianza) me dan todas las facilidades. Y las que llevo ahora, se parecen un poco a mis ojos: marrones, azules y verdes.

Mi madre tenía los ojos grises y mi padre verdes. Mi abuela materna azul celeste. Y el resto, castaños en todos sus tonos.

Entre mis hermanos hay un poco de todo: mi hermana mayor y mi hermana segunda, tienen ojos castaños. Mi hermano mayor, verdes. Mi hermano segundo, grises. Y mi hermana pequeña, parecidos a los míos, pero más castaños.

También es cierto que el amor hace que la gente te parezca más guapa. Por eso mi marido dice que tengo ojitos verdes, y que son preciosos.

Los de mi marido son castaños. Ni bonitos ni feos: normales. Pero como yo le quiero, me encantan cuando brillan de contento que está.


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