Los Bancos no tienen que ser ONGs pero tampoco tienen que ser una banda de ladrones

 Esta frase viene a cuento de una conversación hace mucho tiempo con una persona que, cuando yo le comentaba lo que se estaban pasando los bancos, me dijo: Los bancos no son una ONG. A lo que yo le contesté: Ni tampoco una banda de ladrones.

Pues si, estos bancos, cuya mala gestión hemos pagado todos los españolitos,
siguen intentando robarnos.

Veamos:  una persona con una pensión que no llega a 500 euros, va al banco. Le dice al director que lleva toda la vida en el susodicho banco. Que cuando trabajaba, todas sus nóminas, sus facturas, sus seguros estaban en ese banco.

Ahora, claro, las facturas llegan el día 1 y la pensión más tarde. Esa persona, pongamos Pepe, le pide al director que le adelante dinero, 150 euros para poder pagar esas facturas que llegan antes que la nómina. 

¿Qué hace el director? Le ofrece un seguro de vida. Empieza el interrogatorio, que más pareciera el de la Gestapo en la Alemania nazi. Y resulta que la única
enfermedad que tiene Pepe es haberse prejubilado y tener una pensión de mierda. Obviamente el director va a comisión. Si endilga un seguro al incauto de turno, gana dinero. Que el pobre director está en la indigencia.

Total, al final le dice que tiene un hermoso seguro de vida, que se le junta con el del coche y así puede pagarlo en cómodos plazos de 50 euros. Un chollo, vamos a ver.

Esto me recuerda a la Edad Media. Los siervos tenían que labrar los campos del señor, labrar los suyos y encima pagar por labrarlos.

Lo que se llama en España: Además de puta, pongo la cama.

Es como si yo pido a un lector 50 euros y el lector me dice. Si, pero primero tú me das a mi sesenta y yo te doy a ti los 50. 

Obviamente, Pepe se indigna y le dice al susodicho director unas cuantas cosas. El director, que cobrará más de 1000 euros al mes, tiene empatía 0. Bien apalancado su culo en su asiento, con su traje, y su vida perfecta, ni le interesa y tampoco se plantea lo que Pepe está pasando.

Vamos a ver: 500 euros malamente redondeados: le quitamos el chollo este que
nos ofrece el director. Nos quedan 450 euros. A ver quién es el majo que pasa un mes con 450 euros. O comes, o pagas facturas.

Pero eso sí, cuando lleguen las facturas, el banco, como ve que no tienes saldo, te cobra, claro. 

Pepe se va del banco cabreado, con un cabreo inmenso. Toda su vida trabajando para que luego, sean los demás los que se forran.

Pepe se ha enterado de que los pobres bancos están arruinados y por eso, cuando saque su dinero con la tarjeta, le van a cobrar.

Lo que le viene a la cabeza es meter el dinero debajo del colchón. Como se hacía antes.

Pero....las facturas están domiciliadas y es un auténtico lío tratar de desdomiciliarlas (me he inventado la palabra)

Ahora hay bancos online de esos que se anuncian en la tele. Pepe se lo está planteando, cuando deje de romperse la cabeza haciendo números.