Aquí de nuevo, y después de una nochecita toledana, os presento a Gora.
Con mascarilla y en brazos fuimos a la tienda, donde coincidimos con Ade y Juanra y así fueron los primeros en conocerla.
En la tienda, la perrita fue sensación, porque al ser tan cachorro y tan rebonica, se nota.
Llegó la hora de entrar en casa. Y el gato, cuando la vio, tiró para atrás y se le hinchó la cola.Más tarde pudo la curiosidad que el miedo (mi gato es muy miedoso) y se acercó poco a poco.
La perrita seguía la gato y el gato le huía. Y así ha estado todo el día
Poco a poco se irán acostumbrando el uno a la otra y la otra al uno.
Desde luego fue la protagonista de todas las fotos de ayer, y, supongo, que de muchos días.
Es una monada que tiene pinta de crecer bastante,
Le gustan los bracitos mucho, pero no queremos acostumbrarla.
Pero, como veis, con toda confianza, panza para arriba
Mi hijo, que estaba encantado con la perra
Felicitación navideña con perrita y pelo alborotado
La perrita seguía la gato y el gato le huía. Y así ha estado todo el día
Poco a poco se irán acostumbrando el uno a la otra y la otra al uno.
Desde luego fue la protagonista de todas las fotos de ayer, y, supongo, que de muchos días.
Es una monada que tiene pinta de crecer bastante,
Le gustan los bracitos mucho, pero no queremos acostumbrarla.
Pero, como veis, con toda confianza, panza para arriba
Mi hijo, que estaba encantado con la perra
Felicitación navideña con perrita y pelo alborotado
Mi marido, con la chuchi en brazos, que también le tocaba foto.
Por la noche, más brazos
Y el gato, muy cauteloso.
Y llegó la hora de dormir. Llevamos la camita a nuestro cuarto y nos dispusimos a dormir. La perra tenía otras ideas y empezó a llorar y a tratar de subir a la cama. Acercamos su cama a la nuestra a ver. Nada, y los aullidos seguían in crescendo.
Total, que ha acabado durmiendo en nuestra cama. Moviéndose sin cesar y sin dejarnos dormir.
Ya son las 6 de la mañana y me despierto, mi marido se ha ido a tomar un analgésico porque le dolía la cabeza. Al volver, el sueño le vence y empieza a roncar (yo también ronco, que conste). Ya de no poder dormir, pienso yo, que no duerma yo.
Me levanto, me llevo a la perra.
Y aquí la tengo llorando continuamente porque quiere bracitos.
Hoy toca siesta gorda sin perro lastimero
2 comentarios:
Esperemos que sólo sea el primer día...
Si, porque sin dormir dos días, no llegaremos a Nochevieja
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