Hoy es el día de mi santo y el día también en el que recuerdo con cariño a mi madre, que se llamaba igual.
Hace justo un mes nos fuimos a San Nicolás y al Museo de la Seda. Nos faltaba Santos Juanes, y justo hoy hemos ido. La entrada duraba para un mes y es un mes clavadito lo que ha pasado.
Había obras en Valencia. Justo al lado del Mercado Central, está la iglesia
Primero fuimos a la capilla de la comunión, porque pronto se celebraría la misa y no se podría visitar.
Un Cristo precioso nos dio la bienvenida
La capilla, dedicada a la Inmaculada. Muy bonita
Espectaculares frescos y casetones, que son los cuadrados que se ven.
Aquí se ven mejor los casetones
Empezamos la visita oficial con la capilla de Santa Rita, lo que se da no se quita.
Un techo profusamente decorado para una capilla barroca, como casi todo el edificio
Llegamos a los hijos de Jacob, con el patriarca a la cabeza
Esta, si mal no recuerdo es la capilla de San Vicente Ferrer
Llegamos a los frescos del crucero, que están como veis.
La capilla, dedicada a la Inmaculada. Muy bonita
Espectaculares frescos y casetones, que son los cuadrados que se ven.
Aquí se ven mejor los casetones
Empezamos la visita oficial con la capilla de Santa Rita, lo que se da no se quita.
Un techo profusamente decorado para una capilla barroca, como casi todo el edificio
Llegamos a los hijos de Jacob, con el patriarca a la cabeza
Esta, si mal no recuerdo es la capilla de San Vicente Ferrer
Llegamos a los frescos del crucero, que están como veis.
La iglesia está en obras.
Fue quemada durante la guerra civil y ha sufrido o gozado de diferentes reformas y restauraciones, con mejor o peor resultado
Como se ve, el ábside no tiene pintura. Sólo se conoce lo que llevaba por fotos en blanco y negro
Capilla barroca con sus consiguientes columnas salomónicas (las que se retuercen)
Decoración profusa de motivos vegetales
El púlpito, que ha sido totalmente restaurado
Una vista con morcillo de los pies de la iglesia
El púlpito visto de más cerca. Aún quedan restos de trapos que hay que quitar
Yo iba haciendo fotos de diferentes capillas, pero sin saber muy bien qué eran. Las indicaciones por la audioguía eran poéticas pero poco útiles
Una vista del altar, con el retablo barroco
Otra capilla
Íbamos con mascarillas, pero yo me la quité para la foto.
Salimos y esta es la fachada
Otra parte de fachada, con el ojo de San Juan.
La fachada, con obras y ruido
Ya acabada la visita, nos fuimos al centro comercial Arena, al Pomodoro, a comer.Como se ve, el ábside no tiene pintura. Sólo se conoce lo que llevaba por fotos en blanco y negro
Capilla barroca con sus consiguientes columnas salomónicas (las que se retuercen)
Decoración profusa de motivos vegetales
El púlpito, que ha sido totalmente restaurado
Una vista con morcillo de los pies de la iglesia
El púlpito visto de más cerca. Aún quedan restos de trapos que hay que quitar
Yo iba haciendo fotos de diferentes capillas, pero sin saber muy bien qué eran. Las indicaciones por la audioguía eran poéticas pero poco útiles
Una vista del altar, con el retablo barroco
Otra capilla
Íbamos con mascarillas, pero yo me la quité para la foto.
Salimos y esta es la fachada
Otra parte de fachada, con el ojo de San Juan.
La fachada, con obras y ruido
Teníamos hambre feroz, así que pedimos patatas sicilianas, que no eran sino patatas fritas un poco más gruesas de lo normal.
Y yo me pedí ravioli de carne con salsa de trufa negra.
Me sirvieron ravioli de carne con charco de aceite de trufa negra.
Tenía que escurrir los ravioli para no tragar aceite, que por cierto no era de oliva, era muy transparente.
Mi marido se pidió pizza 5 quesos. Y se podían haber ahorrado el quinto. Era un queso azul potente, que, a Dios gracias, lo pusieron en pegotes. Lo digo, porque al final mi marido retiró los pegotes y así se comió felizmente la pizza.
Mi marido se pidió pizza 5 quesos. Y se podían haber ahorrado el quinto. Era un queso azul potente, que, a Dios gracias, lo pusieron en pegotes. Lo digo, porque al final mi marido retiró los pegotes y así se comió felizmente la pizza.
Yo sí comí algo de su pizza, pero luego tenía muchísima sed.
Y llegó la tarde y fui a misa, y encendí una vela a la Virgen del Carmen. Esta va por ti, amatxo.
Un recuerdo para mi ama, a la que siempre recuerdo, y en estas fechas, aún más
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