Hoy tenía que cantar en Valencia en la iglesia de San Agustín.
Aprovechando la visita, he visto por segunda vez esta iglesia tan bonita.
Cuando hay órgano, de seguro que siempre hago foto. Una preciosidad, que me han dicho que funciona. Habrá que escucharlo.
Me gusta el estilo sobrio.
La boda, como todas, muy bonita. La novia muy nerviosa tuvo que respirar 3 veces antes de entrar.
La homilía del padre, preciosa, que me hizo recordar mi propia boda.
Dijo una cosa que me llegó al alma: con el tiempo el amor aumenta pero no es igual que al principio.
Por eso yo quiero cada día más a mi marido. Y no es el amor de novios, es un amor maduro, bregado por los años que llevamos juntos.
En fin, una mañana muy chula que ha acabado con la vuelta a casa.
Me estaba esperando mi perra Gora pegando botes. El resto, no tan efusivos, claro, pero ya sabían que iba a llegar. ¡Bendito whatssap!
No hay comentarios:
Publicar un comentario