Llevamos un tiempo en el que todos los domingos tenemos una rutina.
Cuando vengo de misa, nos damos un paseo sin perra por los huertos.
Y, después de la siesta, toca paseo por el mar.
El día estaba bueno, con algo de aire fresco que hizo que nos pusiéramos las chaquetas.El mar es precioso y con el aire había olas
Autofoto, que siempre nos hacemos.
Yo me había puesto unos pantalones cortos para que se me empezaran a poner las piernas algo morenas.
Mi atuendo superior es de mi propia cosecha, made in M.Carmen.
Hace unos meses, íbamos a una cafetería y estaba llena, así que nos fuimos a otra, y pedimos un vienés. Nos dijeron que no había, pero sí que había capuchino.
Hace unos meses, íbamos a una cafetería y estaba llena, así que nos fuimos a otra, y pedimos un vienés. Nos dijeron que no había, pero sí que había capuchino.
Y nos sirvieron este capuchino tan bonito, con tanta crema que nos sorprendió.
Y tanto nos gustó, que a partir de entonces, todos los domingos, toca capuchino. Cuando vino mi hermano, aunque no era domingo, se lo enseñamos y disfrutó de lo lindo.
Este capuchino lo hacen en una franquicia, horno Domingo, en el Puerto de Sagunto.
Este capuchino lo hacen en una franquicia, horno Domingo, en el Puerto de Sagunto.
No sé si en el resto de las franquicias lo harán tan bueno, pero sí sé que volveremos todos los domingos si podemos.
Besitos cafeteros
2 comentarios:
La verdad que ese capuchino tiene una pinta increible, yo no tomo café porque soy sensible a la cafeína pero me apunto el nombre para la próxima vez que vaya al Puerto de Sagunto. La vida se enriquece con esas pequeñas rutinas.
El capuchino es descafeinado. Yo tampoco puedo tomar cafeína porque mis tripas bailan flamenco
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