Pertenezco a una gran familia y somos muchos hermanos. Pero mi favorito es Patxi, con el que tengo más afinidad.
Justo antes del confinamiento, teníamos prevista su visita, pero no pudo ser. Y así dos años seguidos.
Este año, por fin, ha venido. Y he preparado su visita con toda la ilusión del mundo. Yo soy muy familiar y cualquier rencilla con mis hermanos me ha dolido en el alma.
Llevo veinte años en Valencia y la distancia a Euskadi es grande y pequeña a la vez.
Soy una sentimental y de lágrima fácil. Cuando me casé, tenía yo muchas corazas, de las que me he ido desprendiendo poco a poco. Ahora no me importa expresar mis sentimientos de afecto.
Así que mi hermano querido es el que me ha alegrado la Semana Santa. Y le ha encantado lo que le he propuesto.
Claro está, que también han colaborado mis amigos en hacer su estancia mucho más agradable.
Os pongo el video con las fotos.
Como veis, no faltó la anécdota de una caída en dominó. Pecata minuta que se solucionó con unas risas por parte de todos.
2 comentarios:
Menuda pinta esa paella, y como está ya el azahar, tienes razon en lo de tan cerca y a la vez tan lejos, si fueramos conscientes de¡l poco tiempo que tenemos no dejaríamos tantas cosas para "cuando se pueda". Un abrazo y saludos a tu hermano
Gracias, Joaquín
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